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2 feb 2016

Biopiratería: La biodiversidad y los conocimientos ancestrales en la mira del capital


Servindi.- Los conocimientos ancestrales que aún mantienen diferentes pueblos indígenas en el mundo, son robados por empresas transnacionales que los patentan y los comercializan en un fenómeno denominado biopiratería. A este tema se consagra una publicación con una diversidad de aportes compilado por Alberto Acosta y Esperanza Martínez.
Se trata del libro Biopiratería: La biodiversidad y los conocimientos ancestrales en la mira del capital en el que los autores destacan cómo esta forma de piratería ahora se consolida con acuerdos asimétricos, como los Tratados de Libre Comercio (TLC), que institucionalizan la usurpación de conocimientos en nombre de un inexistente libre comercio.
Se trata de conocimientos que luego regresan en forma de paquetes tecnológicos o de recetas incuestionables e irrepetibles, es decir, patentadas. Esta ha sido y es la práctica imperial que ha dominado y domina el mundo.
Quienes desean acceder a la publicación completa, publicada el 2015, pueden hacerlo con un clic en el siguiente enlace, compartido por el portal Biodiversidad en América Latina y el Caribe:

A modo de prólogo: Los coletazos del colonialismo senil

Alberto Acosta
12 de mayo de 2015

Serían, sin embargo, más felices
si solamente fueran charlatanes
y no también camorristas, como lo son,
que por un quítame las pajas,
arman feroces peloteras, y muchas veces,
a fuerza de porfiar,
la verdad se les escapa de las manos.

Erasmo de Rotterdam,
El elogio de la locura (1511)
Con la expansión del capitalismo europeo del siglo XVI, en medio de crecientes rivalidades entre las potencias hegemónicas de entonces, se potenció la piratería. Los corsarios, que contaban con financiamiento y con la “patente de corso” de sus Estados y en su beneficio, atacaban a los navíos enemigos y se quedaban con una parte de la carga. Los piratas propiamente dichos trabajaban por cuenta propia. Y entre ellos podríamos distinguir a los filibusteros y a los bucaneros que, de una u otra manera, buscaban hacerse de riquezas asaltando los buques o los puertos. Corsarios, piratas, filibusteros o bucaneros fueron una suerte de avanzadillas de las transnacionales contemporáneas, en tanto se desplegaban por el mundo conocido entonces, tratando de lucrar a como dé lugar de las múltiples oportunidades de “negocio” que ofrecían la conquista y la colonización.
Aunque poco conocido es el capítulo del robo de semillas y conocimientos ancestrales, la biopiratería ya era una práctica en esas épocas. Estas prácticas de apropiación indebida de conocimientos están documentadas en las acciones de los conquistadores e inclusive de varios de los famosos piratas y corsarios. Hoy su accionar se mantiene con otras formas.
Joan Martínez Alier (2012 diciembre 14) se pregunta ¿qué significa la biopiratería? Y responde: “se trata de una práctica extendida sobre todo a partir de la colonización europea, mediante la cual los misioneros, los representantes de los Estados, los encargados de las empresas, los biólogos y los antropólogos dan a conocer y se aprovechan de los conocimientos ancestrales” de campesinos indígenas sobre plantas medicinales y agrícolas para su explotación económica, sin reconocer ni remunerar a quienes poseen esos conocimientos ancestrales.
“Los españoles, por ejemplo –nos dice Martínez Alier–, se llevaron de América las semillas y el conocimiento de la papa, el maíz, el jitomate, sin dar ni las gracias, y se llevaron también muchas toneladas de corteza del árbol de la quina o cascarilla y el conocimiento de sus efectos contra las fiebres. En la actualidad, empresas o investigadores extranjeros patentan esos conocimientos; la ayaguasca, por ejemplo. De la India –sigue Joan– se llevaron conocimientos sobre el arroz basmati y sobre las propiedades del árbol del Nim, y quisieron patentarlas”. Se conocen intentos famosos de biopiratería disfrazados de contratos de bioprospección. Y Joan concluye con un cálculo monetario para dar incluso un cariz crematístico a su argumentación: se calcula que África pierde al año 15 000 millones de dólares por los pagos no recibidos de empresas que patentan conocimientos agrícolas y medicinales indígenas.
En concreto, de sir Francis Drake, uno de los corsarios más afamados, hasta Monsanto, Syngenta, Bayer y otras empresas que siguen usurpando semillas y conocimientos ancestrales, y que buscan atar a los campesinos y agricultores a sus paquetes tecnológicos de transgénicos, hay un hilo conductor: el deseo de acumular capital, sea de forma irregular, como lo hacían los piratas, o sea protegidos por los gobiernos y sus leyes, como los corsarios.
De esta manera, aunque la piratería todavía se mantenga en algunos lugares, su ocaso en los mares no significó su fin. La biopiratería, desembozada o no, ilegal o no, se mantiene presente en el mundo de la ciencia y la tecnología. Y ahora se consolida con acuerdos asimétricos, como los Tratados de Libre Comercio (TLC), que institucionalizan la usurpación de conocimientos en nombre de un inexistente libre comercio, conocimientos que luego regresan en forma de paquetes tecnológicos o de recetas incuestionables e irrepetibles, es decir patentadas. Esa ha sido y es la práctica imperial que ha dominado y domina el mundo.
De la capacidad que tengamos para proteger los conocimientos ancestrales de este tipo de atracos, legales o no, para liberar a las semillas y a los conocimientos ancestrales de la dominación biotecnológica para la acumulación de capital, dependerá nuestro futuro. Eso implica, para empezar, echar abajo aquella charlatanería tecnocrática, repetida cansinamente por gobernantes progresistas y neoliberales, que a fuerza de porfiar en las ventajas indiscutibles de la ciencia y la tecnología nos mantienen atados a prácticas que aseguran la colonización imparable de la vida en función del capital.
Es común asumir al progreso tecnológico como un elemento siempre al servicio de la Humanidad. Poco se dice sobre las contradicciones que este puede generar en el ámbito de la inequidad social, la degradación ambiental, el desempleo y subempleo, y otros elementos que ponen en peligro la continuidad de la vida comunitaria en el planeta. Este cuestionamiento no margina las ventajas que se pueden obtener de los avances tecnológicos, pero sí quiere superar visiones ingenuas y hasta simplonas con las que se reciben a los “avances tecnológicos”. Véase, a modo de ejemplo, lo inútiles que han sido la “revolución verde” o los transgénicos como herramientas para erradicar el hambre.
En suma, hay que tener la capacidad de entender lo que representan los elementos fundacionales de aquella idea de progreso y civilización dominantes aún. Ideas que han amamantado al desarrollo, convirtiéndolo en una herramienta neocolonial e inclusive imperial.
Entonces, sin menospreciar los avances científicos y tecnológicos genuinos, debemos aceptar que gran parte de la ciencia y la tecnología –comprada o simplemente pirateada– norma la organización de nuestras sociedades. En este contexto surge el pobre discurso del bioconocimiento como alternativa, pues más que desarrollarlo o fomentarlo supone crear condiciones para la apropiación. Es un esfuerzo reiterado de mercantilización a ultranza, que inclusive llega a mercantilizar el clima o los genes mismos. El papel de Yachay e Ikiam está en esta línea. Se presentan como centros de investigación, pero seguramente serán reserva de recursos genéticos, o patio trasero para la investigación de las transnacionales; es decir, nuevas formas de extracción de recursos primarios. Parece que se ha aceptado que todo se compra, todo se vende. Así, para alcanzar el paraíso del desarrollo prometido –en nuestro caso por el sendero del extractivismo–, debemos obtener el conocimiento de manos de las naciones poderosas y sus empresas, inclusive negando el potencial de nuestros propios conocimientos y prácticas ancestrales.
Bien sabemos que el camino seguido para alcanzar el inalcanzable desarrollo ha sido complejo y subdesarrollador. Sabemos bien que los resultados obtenidos no resultaron satisfactorios por la búsqueda misma de ese desarrollo. A pesar de que es evidente la inutilidad de seguir corriendo detrás del fantasma del desarrollo, todavía hoy se sigue insistiendo en la necesidad de copiar a los países que consideramos exitosos y que, en realidad, como con claridad afirma José María Tortosa (2011), están mal desarrollados. Y en ese empeño, haciéndole el juego a los grandes intereses transnacionales, no solo que se abre la puerta a la megaminería o se amplía la frontera petrolera, sino que se apuesta simplonamente por los agrocombustibles y los transgénicos, al tiempo que se quiere propiciar la mercantilización de los conocimientos ancestrales. Todo se mide en resultados monetarios, en la posibilidad de incrementar la tan cacareada productividad, en la certeza de la acumulación del capital.
Resulta frustrante constatar que ese empeño se expande en Ecuador incluso en contra de avances constitucionales que han sido asumidos internacionalmente como cimientos para una transformación civilizatoria; por ejemplo, los Derechos de la Naturaleza, o la prohibición de los cultivos y las semillas transgénicas. En la lista de retrocesos está una nueva ronda de reformas a la Constitución, en la cual se incluirían temas que permitirán consolidar el modelo de piratería previsto con los TLC y los requerimientos transnacionales en materia de propiedad intelectual. Cediendo posiciones a las demandas de la piratería del siglo XXI, como lo exige un TLC con la Unión Europea, ya se trabaja en nuevas enmiendas constitucionales para echar abajo la protección de los conocimientos ancestrales o colectivos. Según la Constitución de Montecristi, estos conocimientos están protegidos por derechos imprescriptibles, inembargables, inalienables y no patentables. El Gobierno pretende ahora que las comunidades autoricen a terceros el acceso y uso de conocimientos tradicionales, previo a su consentimiento libre e informado: esto les permitiría participar en la distribución de los supuestos beneficios que –según el régimen– se lograrían por su mercantilización. El empeño oficial apunta a normar el funcionamiento del mercado de dichos conocimientos, abriendo la puerta a las patentes como una herramienta para frenar la biopiratería, dirán. En realidad, a través de dichas prácticas mercantiles se beneficiará a los corsarios modernos.
Esta posibilidad de patentar los conocimientos ancestrales –que se analiza desde diversos ángulos en el presente libro de la serie sobre los debates constituyentes, que editamos con Esperanza Martínez desde el año 2009– podría implicar un retroceso para una cantidad de derechos constitucionales. Y por esa razón se precisa abrir la puerta a un amplio debate. Esto es lo que se busca con esta publicación.
Para empezar, el libro arranca con un análisis de lo que representan los derechos ancestrales y su protección en la Constitución de Montecristi. Pero antes de hacerlo de manera detallada, Esperanza Martínez nos recuerda que el conocimiento se construye con la interacción de muchas personas, viviendo en comunidad. Es más, se trata de un conocimiento que circula libremente en las comunidades, es decir entre las culturas existentes. Reconociendo que el conocimiento y la cultura son construcciones esencialmente sociales, nadie individualmente puede reclamar la originalidad de ningún conocimiento colectivo y, menos aún, su propiedad. Son conocimientos construidos colectivamente y diseminados de la misma manera. Su utilización, entonces, es o debería ser también colectiva. No puede darse una apropiación individual y menos aún un beneficio económico concentrador y excluyente.
A partir de este principio fundamental se construyó el marco constitucional. Uno de sus principales objetivos radica en recuperar, fortalecer y potenciar los saberes ancestrales. De esta manera, la sociedad puede gozar de los beneficios y aplicaciones de estos saberes, así como del progreso técnico. El eje de este objetivo radica en mantener, proteger y desarrollar los conocimientos colectivos de los pueblos y nacionalidades indígenas y afroecuatorianos; sus ciencias, tecnologías y saberes ancestrales; los recursos genéticos que contienen la diversidad biológica y la agrobiodiversidad; sus medicinas y prácticas de medicina tradicional; y el conocimiento de los recursos y propiedades de la fauna y flora.
En consecuencia, se prohíbe toda forma de apropiación sobre los conocimientos, innovaciones y prácticas de los pueblos y nacionalidades indígenas y afroecuatorianos. Se prohíbe, por igual, toda forma de explotación excluyente de conocimientos colectivos: ciencias, tecnologías y saberes ancestrales. Se prohíbe también la apropiación sobre los recursos genéticos que contienen la diversidad biológica y la agrobiodiversidad.
El Estado, entonces, tiene la obligación de promover los saberes ancestrales y, en general, las actividades de la iniciativa creativa comunitaria y asociativa. Es también obligatorio para el Estado recuperar y preservar los saberes ancestrales y los recursos genéticos como patrimonio del pueblo ecuatoriano, para garantizar el derecho al uso y conservación de las semillas. En este punto encaja otra prohibición, la de importar semillas transgénicas y permitir cultivos transgénicos.
En línea con lo expuesto aparecen otras amenazas desde el exterior. Esta no es una simple cuestión de percepciones. El riesgo es inminente en la medida en que el Gobierno ecuatoriano, atrapado por el desarrollismo senil, se ha adherido a un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, suscrito años atrás por Perú y Colombia. Atrás quedaron los compromisos políticos adquiridos con el pueblo ecuatoriano de no dar paso a este tipo de tratados, que –como decía Rafael Correa en el año 2006– se sostienen en “la idea de que el libre comercio beneficia siempre y a todos, [pese a que esta idea] es simplemente una falacia o ingenuidad extrema más cercana a la religión que a la ciencia, y no resiste un profundo análisis teórico, empírico o histórico”.
Para discutir estos temas, el libro abre todo un capítulo en donde Catalina Toro analiza los impactos del TLC suscrito por Colombia con los Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que son detonantes importantes de la crisis de la integración andina. La cuestión de la propiedad intelectual es un asunto complejo, no cabe la menor duda. Hasta ahora el sistema dominante se ha centrado en favorecer la acumulación de capital mucho más que en promover realmente el desarrollo tecnológico y científico. Lo que principalmente interesa a los TLC es la facilitación del acceso a recursos genéticos y el patentamiento de plantas y animales, nos recuerda Catalina Toro. Ella, además, demuestra cómo este tipo de acuerdos de “libre comercio” han dividido las posiciones en la región andina, con un grupo de países, como Colombia y Perú, que pliegan sin reparos al librecambismo y los otros que han establecido una serie de reservas.
Téngase presente que un TLC condiciona –como señala Toro– “la adhesión de los países andinos a la [Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales] UPOV 91, el Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT), el Tratado sobre el Derecho de Patentes (PLT) y el Tratado de Budapest sobre el reconocimiento internacional del Depósito de Microorganismos a los fines de procedimientos en materia de patentes y su extensión en el tiempo.”
Uno de los puntos críticos tiene que ver con la introducción de este sistema de patentes, que inclusive incorpora la cuestión de los conocimientos ancestrales como uno de los puntos medulares. Esta pretensión permitiría consolidar el tradicional sistema transnacional de apropiación de conocimientos: la tan difundida biopiratería. Y por eso sorprende que ahora el Gobierno ecuatoriano esté empeñado en desmontar los logros constitucionales mencionados anteriormente, que procuran mantener los conocimientos ancestrales y la biodiversidad al margen del saqueo de las transnacionales. Catalina Toro es muy clara al concluir que si se quiere “proteger y defender la biodiversidad y el conocimiento tradicional de la biopiratería [solo será] posible mediante la no aplicación de ninguna forma de propiedad intelectual sobre cualquier forma de vida y sobre el conocimiento.” Juan Cuvi nos ofrece otro texto sugerente. Se adentra en un mundo más personal, el de la enfermedad y por ende el de la salud. Reconoce que la “relación del ser humano con la enfermedad tiene una trascendencia y un dramatismo que superan a los de cualquier otro factor de carácter natural, social, político o económico”. Y añade que “en la historia de la humanidad, la medicina –en tanto lucha contra la enfermedad– debe ser una de las primeras actividades estructuradas del ser humano”. Desde esa perspectiva entra con pie firme a analizar el modelo andino de salud, que se caracteriza por su integralidad. Ese es, según él, el meollo del asunto.
Esa integralidad permite ver la salud como “un componente inseparable de esa totalidad socio-espiritual, su interpretación y manejo incluye no solo a aquellos elementos naturales relacionados con el cuerpo, el entorno y los síntomas de la enfermedad, sino también a las instituciones sociales, a los valores culturales y a los referentes históricos de la comunidad. En estas condiciones, la enfermedad tiene orígenes multicausales: individuales, familiares y comunitarios; en tal virtud, las respuestas exigen una visión holística al proceso salud/enfermedad”. Esta realidad choca con la visión occidental biomédica incapacitada para entender y asumir esta categorización, “porque segmenta la realidad, desintegra su dinámica y parcela al individuo”.
Entonces, de lo anterior, luego de que el autor despliega los entretelones de la colonialidad del saber, en particular, se desprende la necesidad de desmontar la lógica de la industria farmacéutica, cuya estrategia de control monopólico del mercado implica “la obtención de patentes sobre medicamentos, especialmente si estos llegan a adquirir estatus estelar”. En particular sobre los conocimientos ancestrales de pueblos y comunidades que, según Cuvi, constituyen uno de los recursos más codiciados para las transnacionales del sector. No solo que investigar a partir de saberes acumulados por siglos reduce el tiempo y los costos, sino que asegura el control sobre esos conocimientos y sus derivados.
Los cambios propuestos con un TLC, sea con los Estados Unidos o con la UE, posibilitan patentar los conocimientos ancestrales y representan el cumplimiento de los requerimientos del capital transnacional, particularmente del farmacéutico, nos comenta Cuvi. Esto asegura, además, la imposibilidad de introducir medicamentos propios o alternativos (fundamentalmente genéricos) que puedan forzar a la baja los precios al consumidor. La secuela obvia es la restricción en el acceso a medicamentos para una gran parte de la población de escasos recursos y el correspondiente beneficio para las empresas farmacéuticas, grandes ganadoras de la política de salud del Gobierno. Por lo tanto, esta es “una medida que se contrapone abiertamente no solo con los intereses del país, sino con los derechos inalienables de nuestros pueblos indígenas y originarios”.
Alejandro Nadal nos invita, con un texto corto pero contundente, a ampliar la mirada. Nos propone una lectura de lo que representaría el acuerdo Trans-Pacific Partnership (TPP), que está siendo construido en respuesta a los intereses de las grandes empresas transnacionales y no en función de las necesidades de los países involucrados. Según él, el capítulo sobre patentes del TPP lo demuestra. “No solo consolida un abusivo sistema de patentes construido como obsequio para las grandes corporaciones transnacionales; también introduce mecanismos que afectarán el conocimiento tradicional de los pueblos y comunidades y otros que pueden perjudicar el medio ambiente”.
En las negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, los impactos de las patentes a favor de las grandes corporaciones transnacionales serán inocultables. Silvia Rodríguez Cervantes se adentra con un análisis de lo que representa el Tratado de Budapest, teniendo como referencia el impacto sobre Costa Rica. Ella establece una serie de reflexiones que conducen a preguntas que, a su parecer, no tienen respuestas convincentes. Y expresa su desacuerdo con el otorgamiento de propiedad privada y monopólica sobre cualquier microorganismo o material biológico químico que constituyen a los seres vivos, humanos o no. Hay razones y objeciones lógicas e implicaciones éticas, que le llevan a la autora a asumir una clara posición en contra de la mercantilización de la vida misma, es decir la Naturaleza.
El análisis sobre el acceso a los recursos genéticos y sus implicaciones enriquece las páginas de este libro. Aquí el debate nos conduce al mundo de los corsarios y filibusteros modernos, al de la biopiratería. Silvia Ribeiro, una de las mayores especialistas en la materia, confronta la privatización de los conocimientos ancestrales con la vida comunitaria, y desnuda este sistema que concentra los beneficios en el Norte global y que da paso a la recolonización del Sur.
Solo esta información, presentada por la autora, sería suficiente para comprender de qué estamos hablando:
"Las medicinas tradicionales y el conocimiento indígena y local han adquirido, además de su valor intrínseco, un alto valor comercial. Aproximadamente tres cuartas partes de los medicamentos de receta derivados de plantas en el mundo fueron utilizados primero por indígenas, lo que permitió su “descubrimiento” posterior por empresas y laboratorios de países industrializados. Se calcula, según cifras de 1996, que la industria farmacéutica global tiene ganancias por más de 32 000 millones de dólares anuales gracias al uso de remedios tradicionales que incorporó a medicamentos de receta.
"Entre 1950 y 1980, las medicinas derivadas de plantas utilizadas en la industria farmacéutica significaban más del 25% de los fármacos de receta vendidos en los Estados Unidos. Actualmente, aproximadamente el 40% de las pruebas clínicas para medicamentos en Estados Unidos se basan de alguna forma en productos naturales. Se estima que el valor económico total anual de las drogas derivadas de plantas es más de 68 000 millones de dólares anuales, solamente en Estados Unidos.
Silvia nos confronta con una conclusión categórica: “El verdadero sistema para conservar y usar sustentablemente la biodiversidad y ‘compartir sus beneficios en forma justa y equitativa’ reside, entre otros puntos, en restringir toda forma de propiedad intelectual sobre seres vivos y tecnologías, y en afirmar efectiva e integralmente –es decir económica, social, política y culturalmente– los derechos indígenas, campesinos y de pueblos pescadores y forestales, incluyendo el derecho a la tierra y al territorio. Mientras esto no sea así, toda bioprospección seguirá siendo biopiratería.”
Elizabeth Bravo, otra de las investigadoras de renombre en esta materia, analiza lo que ella, con razón, considera la falacia de la repartición de beneficios. Para demostrarlo abre la puerta a un análisis de varios casos paradigmáticos, en los que se trata de transformar en mercancía a la biodiversidad y a los conocimientos asociados a su uso, teniendo como marco referencial al Convenio sobre Biodiversidad que empezó a negociarse en el seno de las Naciones Unidas desde los años ochenta, y luego el Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura. Bravo incursiona también en el caso de Ecuador, antes de analizar la mencionada falacia en la distribución de los beneficios.
En complemento con lo anterior, un trabajo colectivo de Acción Ecológica da cuenta del controvertido dictamen de la Corte Constitucional sobre el Protocolo de Nagoya. El Protocolo de Nagoya sobre acceso a los recursos genéticos y participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de su utilización, recordémoslo, fue adoptado en Nagoya, Japón, el 30 de octubre 2010, durante la COP 10 del Convenio sobre Diversidad Biológica. Este Protocolo, que no ha entrado aún en vigencia y en el que no ha sido posible introducir una cláusula anti biopiratería, presenta una lista de inconstitucionalidades para el caso ecuatoriano. Debe quedar claro que el objetivo del Protocolo de Nagoya no es promover las prácticas propias de los pueblos indígenas y otros pueblos portadores de derechos colectivos, sino asegurar la repartición de las aplicaciones (comerciales o científicas) que se hagan a partir de dichos conocimientos.
Nicolás Cuvi escribe poniendo los pies en la coyuntura política que se vivió en el Ecuador a comienzos de 2015, cuando circularon intenciones de reformar algunos aspectos de la Constitución de 2008. En particular, se refiere a las declaraciones realizadas hace algunos meses por el presidente Rafael Correa, sobre la posibilidad de cambiar los artículos 57.12, 322 y 402 de la Constitución, que aluden principalmente a la prohibición de apropiación de la propiedad intelectual y los productos asociados con ella mediante patentes.
En un ejercicio de provocadora honestidad intelectual, argumenta que “las meras prohibiciones no garantizan la protección de esos derechos”. En ese sentido, aboga por redefinir las políticas de regulación desde la reflexión y el diálogo con los actores involucrados, “construyendo mecanismos finos de regulación que  garanticen que su apropiación no se convierta en un expolio, y que realmente los beneficios se materialicen localmente, no en favor de monopolios, compañías y corporaciones multinacionales y/o nacionales”. En otras palabras, desde una lógica que podría asumirse como pragmática, plantea la posibilidad de incursionar en los terrenos pantanosos del mercado de los conocimientos ancestrales, asumiendo que ese sería el único camino posible en un mundo globalizado.
Nicolás Cuvi termina sus reflexiones señalando que “[habrá] que dialogar y lograr acuerdos sobre el tema, que no pasan por reformar de un plumazo la Constitución. De otro modo, quienes llevan ventaja en la carrera del bioconocimiento –corporaciones multinacionales, universidad e institutos del Norte global– serán una vez más quienes se apropien del grueso de los réditos.”
Otro campo de reflexión se centra en el libre acceso a las semillas. Este es un tema crucial. El avance de la ciencia al servicio de la acumulación del capital, en donde marchan a paso acelerado los transgénicos, ha conducido, desde inicios del siglo XX, a la pérdida de un 75% de la diversidad genética de las plantas. En la actualidad, de conformidad con datos del Ministerio de Agricultura de Alemania, el 30% de las semillas están en peligro de extinción. Mientras el 75% de la alimentación del mundo se asegura con doce especies de plantas y cinco de animales, solo tres especies –arroz, maíz y trigo– contribuyen con cerca de 60% de las calorías y proteínas obtenidas por los humanos de las plantas. Apenas el 4% de las 250 000 o 300 000 especies de plantas conocidas son utilizadas por los seres humanos. Y en este escenario, cuando el hambre azota a unos 1000 millones de personas en el mundo, vemos cómo los grandes conglomerados transnacionales de la alimentación, como Monsanto, siguen concentrando su poder a través del control de las semillas.
Este tema es abordado por La Vía Campesina con un artículo decidor que se opone a la comercialización de la biodiversidad, es decir que demanda la desmercantilización de la Naturaleza; así como por Carlos Vicente, que expresa su preocupación por el trato que se da a las semillas en tanto patrimonio de los pueblos, que tiene que estar al servicio de la Humanidad y no de la acumulación de capital; y también Germán Vélez del grupo Semillas de Colombia, que analiza cómo las leyes de semillas están aniquilando la soberanía alimentaria de los pueblos.
El esfuerzo editorial que aquí se presenta abre también espacio a una serie de estudios de caso. Aproximarse a esta interesante, compleja y muy conflictiva realidad resulta aleccionador cuando se analizan situaciones concretas. Los aportes del Grupo ETC, los artículos de Edward Hammond, Isabel Delgado y de Japhy Wilson, Manuel Bayón y Henar Diez, así como de Andrés Barreda, dan cuenta de situaciones específicas, en donde la piratería de los conocimientos ancestrales y de la biodiversidad demuestran que muchas veces la misma normativa con la que se quiere enfrentarla, abre las puertas a otras formas legalizadas de apropiación, saqueo y colonización.
En el primer caso, analizado por el Grupo ETC, se presenta el acto casi pirata de un equipo de investigadores de Venter, financiado por el gobierno de Estados Unidos, que había completado un “muestreo extensivo” de la biodiversidad en las Galápagos, acción considerada como una violación a las leyes nacionales y un ataque a la soberanía ecuatoriana. En el segundo, Edward Hammond incursiona en un caso paradigmático sobre cómo se han conseguido informaciones y patentes sobre diversos tipos de tomate, lo que, según él, representa una suerte de regalo sudamericano para los gigantes agroquímicos. Isabel Delgado, en tercer lugar, se adentra en el terreno de la biopiratería como una práctica mediante la cual investigadores o empresas utilizan ilegalmente la biodiversidad de países empobrecidos y los conocimientos colectivos de los pueblos indígenas o campesinos, para explotarlos comercial e industrialmente sin la autorización de sus verdaderos creadores o innovadores: las comunidades ancestrales. El cuarto aporte, el mismo Edward Hammond demuestra cómo el sistema de vigilancia global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) actúa como colector gratuito de virus, y cómo su departamento de investigación aporta conocimientos a los fabricantes de vacunas más grandes del mundo sin brindar mayores beneficios a los países subdesarrollados, que tienen muy poca disponibilidad de estas vacunas.
Japhy Wilson, Manuel Bayón y Henar Diez analizan los alcances de Ikiam, una universidad en la Amazonía ecuatoriana que está en línea con el proceso de modernización tecnocrática del capitalismo que lleva adelante el Gobierno de Correa. Este centro de educación superior ha sido planificado como un espacio de investigación y enseñanza, que tendría como objetivo exportar secuencias genéticas y otras formas de conocimiento a partir del aprovechamiento de la biotecnología. Lo que se pretende es catalizar lo que el régimen considera será un gran cambio de la economía nacional desde los “recursos finitos” a los “recursos infinitos”. Esto representaría, en palabras de los autores, “la fantasía nacional de la competitividad sistémica basada en el bioconocimiento”. En realidad, “la verdadera función económica de Ikiam puede consistir en su contribución a la expansión de la frontera extractiva. Como otras utopías de forma espacial, Ikiam amenaza entonces con combinar la materialización de una ideología utópica con la reproducción de las relaciones sociales que se está tratando de superar”.
Finalmente, este capítulo de ejemplos concretos lo cierra Andrés Barreda, un conocedor profundo de estas cuestiones. Introduce la biopiratería en México, como uno de los casos paradigmáticos de este saqueo sistemático de saberes y conocimientos. Y lo hace describiendo un proceso que arrancó con la primera patente permitida por la Corte Suprema de los Estados Unidos, en 1940, de una rosa híbrida. Luego describe el boom de la biotecnología, de manos de grandes consorcios transnacionales para, a continuación, preguntarse quiénes son y cómo actúan los biopiratas en el mundo contemporáneo. Y concluye con una aseveración que no puede caer en saco roto: “la mayor parte de los conocimientos productivos y reproductivos de los pueblos y culturas indígenas del mundo, culturas que, por esta misma dinámica de globalización y privatización comercial, se encuentran en estado de liquidación.”
Cerramos el libro, que está editado de manera muy prolija, con un análisis sobre los conocimientos ancestrales en riesgo dentro de la lógica de los TLC.
Elizabeth Bravo explica como un TLC puede transformar esos conocimientos en objeto de la biopiratería.
Finalmente, Lorenzo Muelas, líder indígena colombiano, con esa sencillez y profundidad propia de quien realmente conoce del tema, nos dice que las semillas transgénicas atan la
identidad cultural; fueron creadas para esclavizarnos. Para nosotros, los guambianos, las semillas no sirven solamente para nuestro sustento, para nuestra alimentación y para nuestro vestir. Ellas tienen un papel importante en la comunicación con nuestros antepasados y con el mundo espiritual. Tienen un valor simbólico importante, como ofrenda para los espíritus que están en lo alto de las montañas y en los lagos.

Nosotros hemos probado nuestras semillas por miles de años. Si se quiere ver las semillas solo como algo económico, yo le puedo garantizar que nuestras semillas son muy buenas y resistentes. Pero esa es la visión de los capitalistas. Para nosotros, nuestras semillas no pueden ser reducidas a lo económico.
En este punto emerge con fuerza la necesidad de dar paso a la búsqueda de alternativas a estas lógicas mercantilistas. Esto parte por negar su imposición de manera categórica. Es decir, debemos buscar formas de organizar la vida fuera del mercado total, superando, además, las ideas del desarrollo convencional entendido como la realización del concepto del progreso impuesto desde hace varios siglos.
Esto necesariamente implica superar el capitalismo y sus lógicas de devastación social y ambiental. Además, nos obliga a abrir la puerta hacia el posdesarrollo y, por cierto, al  poscapitalismo. Los límites de los estilos de vida sustentados en esta visión ideológica del progreso clásico son cada vez más evidentes y preocupantes.Los recursos naturales no pueden seguir siendo asumidos como una condición para el crecimiento económico, como tampoco pueden ser un simple objeto de las políticas de desarrollo.
La Humanidad, no solo los países empobrecidos, se encuentran en una encrucijada. La promesa hecha hace más de cinco siglos en nombre del “progreso”, y “reciclada” hace más de seis décadas en nombre del “desarrollo”, no se ha cumplido. Y no se cumplirá. Precisamos construir otra civilización, en donde, para empezar, la Naturaleza no sea la víctima de la mercantilización y la piratería.
Debemos evitar la biopiratería y el biocolonialismo en todas sus formas, si no queremos que la historia nos juzgue como a aquellas personas y pueblos que no supieron combatir a los colonizadores y piratas de antaño.
Referencias bibliográficas
- Correa, Rafael (2006). El sofisma del libre comercio. En Acosta, Alberto; Falconí, Fander; Jácome, Hugo y Ramírez, René. El rostro oculto del TLC. Quito: Abya-Yala.
- Martínez Alier, Joan (2012 diciembre 14). Biopiratería: una palabra que triunfa. La Jornada, México. Recuperado de: http://www.jornadaunam.mx/2012/12/14/opinion/018a1pol
- Tortosa, José María (2011). Maldesarrollo y mal vivir - Pobreza y violencia a escala mundial. En Acosta, Alberto y Martínez, Esperanza (eds.) Serie Debate Constituyente. Quito: Abya-Yala.
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Fuente: Biodiversidad en América Latina y el Caribe: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Biopirateria_La_biodiversidad_y_los_conocimientos_ancestrales_en_la_mira_del_capital

31 ene 2016

Un relato sobre el coraje indígena en el Nudo de Paramillo



Por Cristina Esguerra
- “Ese día fui testigo de cómo los Embera imponían su autoridad sobre la guerrilla, a pesar de la evidente diferencia de fuerzas –cuenta el director del Parque Nacional natural Paramillo-. Ahí me di cuenta de que había mucho trabajo por hacer y que era posible hacerlo”.
Antonio Martínez, director del Parque Nacional Natural Paramillo, que se extiende por vastas zonas de Córdoba y Antioquia, no se va de este paraíso natural a pesar de la crudeza de la guerra que desde hace 60 años vive el territorio del río Sinú. Martínez llegó al parque en 1996 y en su primer recorrido por el área protegida, ubicada en el extremo norte de la cordillera Occidental, se enamoró del tapete de árboles de verdes de todos los colores y del agua esmeralda que cae por las cascadas.

“Cuando uno ve semejante maravilla dice: aquí es donde yo quiero estar”, narra el director del parque. El heroísmo de este hombre, que no tiene más protección que la emblemática camisa azul de Parques Nacionales, le mereció en el 2012 el premio anual que otorga la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y que es uno de los galardones de medio ambiente más importantes del mundo.
Además de la majestuosidad natural de ese lugar del norte de Colombia hay un motivo más profundo por el que el jefe del parque aún permanece allí, pese a las fuertes amenazas hechas realidad cuando en el 2011 la guerrilla asesinó a su compañero de trabajo por la espalda.
La razón no es otra que la inspiradora humanidad que encontró en aquel remoto territorio. “A pesar de las atrocidades vividas y del profundo dolor –explica Martínez- esa gente sigue mirando hacia delante y pensando en un futuro mejor”. Se refiere a los habitantes del sonado nudo del Paramillo.
Tal vez una de las más conmovedoras experiencias que lo llevó a ver y apreciar el potencial humano de la región del Sinú, la vivió pocos meses después de llegar al cargo de director del Parque Nacional natural Paramillo, cuando los indígenas Embera lo convocaron a una asamblea general. “Ese día fui testigo de cómo los Embera imponían su autoridad sobre la guerrilla, a pesar de la evidente diferencia de fuerza –cuenta Martínez-. Ahí me di cuenta de que había mucho trabajo por hacer y que era posible hacerlo”.
“Ese día fui testigo de cómo los Embera imponían su autoridad sobre la guerrilla, a pesar de la evidente diferencia de fuerza –cuenta Martínez-. Ahí me di cuenta de que había mucho trabajo por hacer y que era posible hacerlo
La reunión fue un domingo –comenzó a contar el director del Paramillo aún con una sonrisa de incredulidad y fascinación por lo sucedido-. El sábado habían llegado desde Bogotá funcionarios públicos de varios ministerios que también debían atender la asamblea. En un momento de la reunión un indígena le comunicó a los reunidos, un tanto angustiado, que un grupo armado se acercaba a la comunidad con la evidente intención de rodearla. Al poco tiempo se supo que era una disidencia del Ejército de Liberación Nacional que iba a ajusticiar a un asesor indígena con quien tenían una cuenta pendiente.
Con la comunidad rodeada por dos filas de guerrilleros armados, los Embera y los asistentes a la reunión fueron obligados a salir a una cancha de fútbol y quedarse allí parados. “Por la crudeza del lenguaje que utilizaban y la violencia con que nos trataban, yo pensé que iba a haber una masacre –explica el de Parques-. Además, eso parecía ser el pan de cada día en esa época. Por lo menos eso era lo que uno oía.” Cuando llegó el momento de ajusticiar al líder los guerrilleros lo llamaron al frente. “En ese instante la comunidad entera reaccionó de forma increíble. Al principio yo no podía creer de lo que era testigo.”
Las mujeres Embera comenzaron a acercarse al asesor y a abrazarlo por la cintura. Al abrazo protector femenino se unieron los niños y luego los hombres. La comunidad entera se aferraba a su asesor haciéndole saber que ellos estaban con él y que no iban a permitir que algo le pasara. “La muestra de apoyo era magnífica. Era como ver hormigas agarrando un objeto. Los unos se aferraban de los otros y no permitían que su guía se moviera”. Después de un tiempo, al ver que era completamente inútil exigirles que se retiraran, los guerrilleros decidieron negociar la situación con los jefes Embera.
“Para mí fue increíble ver cómo la comunidad reaccionaba como si fueran uno sólo, como si fueran un órgano. En vez de salir corriendo y cada uno buscar proteger su propio pellejo, se plantaron con valentía ante el grupo armado arriesgado su vida para salvar la del asesor”. Mientras la negociación tenía lugar, el jefe del Parque fue testigo de una segunda demostración de poder y autoridad. El cerco impuesto por el grupo guerrillero estaba demasiado cerca a los miembros de la comunidad y a los demás asistentes a la asamblea. “Sentía uno que le respiraban en la nuca”, dice.
Entonces el ‘jenené’, el líder de la guardia indígena’, dio una orden en lengua y los hombres de la guardia indígena, bastones de mando en mano, se pararon ante los guerrilleros y comenzaron a obligarlos a retroceder. Ante los fusiles y la actitud hostil de los guerrilleros no tenían más que un palo de madera en la mano. Los integrantes del grupo armado les apuntaban con el fusil y se lo restregaban por el pecho y por la cara. Los agredían verbalmente y les gritaban que los iban a matar, pero la guardia indígena no se inmutó con las amenazas y siguió avanzando y empujando a la guerrilla hacia atrás.
La región, conocida también como Nudo de Paramillo, fue ‘cuartel’ también de la casa paramilitar de Carlos Castaño, quien, junto con sus hombres, también la emprendió fuertemente contra la comunidad Embera.
“Los obligaron a retroceder como 30 o 40 metros –explica Martínez- hasta que la guardia consideró que era suficiente y allí se plantaron. Yo estaba esperando un tiro o que en cualquier momento se armara una balacera. Pero nadie disparó. Lo que más me sorprendió fue la solidaridad espontánea con que reaccionaron todos los Embera. Se comportaron como una verdadera comunidad y no como individuos egoístas que sólo buscaban salvar su propio pellejo. Esa experiencia me fortaleció y me enseñó que cuando un grupo humano se comporta como un solo hombre tiene un poder enorme”.
La conmovedora y generosa reacción de los Embera le salvó la vida al líder a quien al día siguiente lograron sacar ileso del territorio.
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Fuente: Reconciliación Colombia: http://www.reconciliacioncolombia.com/historias/detalle/131

Destacan iniciativas para revitalizar lenguas originarias



Servindi.- El Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) destacó las propuestas presentadas por representantes de pueblos indígenas de Perú, Chile y Ecuador con la finalidad de preservar y revitalizar sus lenguas originarias.
De esta manera en la reunión convocada a pedido del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas se destacaron la iniciativa de la joven peruana Renata Flores y su madre Patricia Rivera, de la región Ayacucho, quienes producen canciones modernas en lengua quechua.
Un ejemplo de su trabajo es el videoclip de la canción The way you make me feel de Michael Jackson interpretado por la “Academia de Música Formas y Sonidos” y cantado en quechua por Renata. El video fue publicado en julio de 2015 y en la actualidad ya superó el millón de vistas.
“La idea era fusionar lo antigua con lo moderno y que ambas expresiones pueden coexistir”, expresó la joven de 14 años en una entrevista radial producida por Radio ONU en español.
Asimismo, Renata explicó que tiene la expectativa que el quechua se ponga de moda en las grandes ciudades, así los niños indígenas que llegan podrán tener la libertad de expresarse en su idioma materno sin víctimas de desprecio o discriminación.

Educación mapuche

De igual forma, la propuesta educativa de acercar la lengua mapudungun del pueblo mapuche al ámbito académico universitario le valió el reconocimiento a Elisa Loncon Antileo, coordinadora de la  Red por los Derechos Educativos y Lingüísticos de los Pueblos Indígenas de Chile.
Los directivos de la ONU también valoraron la iniciativa de  un proyecto de ley que aboga por los derechos culturales y lingüísticos de los pueblos indígenas de Chile.
“Los hablantes de lengua mapudungun somos aproximadamente 150 mil hablantes, y sobre todo son hablantes sobre los 50 años. Con los procesos de revitalización que hemos generado a partir del 2010 hemos logrado neohablantes (nuevos hablantes)”, contó Loncon.

Cine kichwa de Ecuador

Por su parte representando a Ecuador, el cineasta Alberto Muenala de Otavalo presentó la primera película en lengua kichwa titulado Killa Ñawpumukun (Antes que salga la luna).
A través de este y otros trabajos audiovisuales como documentales y cortometrajes, Muenala ha logrado interesar a más jóvenes en aprender la lengua de sus antepasados.
Alberto comentó que los problemas con el idioma empiezan cuando los padres envían a los niños kichwa hablantes a las escuelas donde enseñan en español.
“Es muy fácil renunciar a ser indígena pero los pueblos indígenas tenemos en nuestra sangre un compromiso con nuestra identidad. Nuestra identidad está muy inmersa dentro de nosotros. Nosotros tenemos una responsabilidad con el futuro de nuestros hijos en heredarles la lengua”, finalizó.




Las noticias más importantes de la región: Mundo Indígena al Día


Servindi.- Entregamos a nuestra audiencia un nuevo boletín semanal, edición Internacional, con algunos de los hechos más destacados de la semana en el ámbito indígena y ambiental, principalmente de la región. Se autoriza la libre reproducción y difusión. Todos los derechos están compartidos
- Mundo Indígena al Día, 27 de enero, 2016. (Archivo mp3, 6 minutos, 38 segundos. Descargar con un clic en el enlace, luego clic derecho y elegir ´guardar como´).
Mundo Indígena al Día - 27 de enero de 2015
Naciones Unidas. "El TPP... una seria amenaza para los derechos de los pueblos indígenas" afirmó la relatora especial sobre derechos de los pueblos indígenas Victoria Tauli-Corpuz.
Muchos de los acuerdos internacionales de inversión y de los tratados de libre comercio son negociados sin tomar en cuenta los derechos humanos en general y sin ninguna participación de los pueblos indígenas, indicó la relatora.
“Con el pretexto de crear nuevas fuentes de trabajo, me temo que con este acuerdo se debilitan los derechos humanos” expresó.
Tratados internacionales. Las autoridades encargadas de negociar los nuevos tratados internacionales como el TPP, el TTIP, el TISA o el CETA no solo ignoran el sistema internacional de los derechos humanos sino que están profundizando la fragmentación del Derecho Internacional.
Así lo sostuvo Juan Hernández Zubizarreta, profesor de la Universidad del País Vasco e investigador del Observatorio de Multinacionales en América Latina.
Hernández argumenta que dichos tratados privilegian los acuerdos de comercio e inversiones y los intereses privados corporativos sobre el interés público trasgrediendo los Principios Generales del Derecho.
Los tratados de comercio e inversiones son jerárquicamente inferiores y deben respetar y someterse a la Declaración Universal de Derechos Humanos, a la Carta de Naciones Unidas y a los tratados de Naciones Unidas, aseveró.
México.- Organizaciones sociales, indígenas y campesinas, sindicatos y redes de acción social en derechos humanos y ecología, convocan al Encuentro Internacional de la Sociedad Civil que tendrá lugar en México del 27 al 29 de enero de 2016.
El 27 de enero se dará inicio al Encuentro mediante una plenaria de organizaciones sociales que tendrá lugar en la sede del sindicato de la UNAM (STUNAM), en la Ciudad de México y que proseguirá el 28 de enero mediante el desarrollo de mesas temáticas.
De manera paralela en Chapingo, Estado de México, se llevará a cabo el foro especializado: "Biodiversidad, semillas nativas y propiedad intelectual".
El mismo 28 en el Senado de la República tendrá lugar un Foro parlamentario con participación de legisladores de diferentes países.
El 29 de enero se debatirán las conclusiones de todas las actividades y se efectuará una reunión plenaria en local del Sindicato Mexicano de Electricistas  para suscribir un pronunciamiento hemisférico contra el TPP.
Cuba. La Casa de las Américas, con sede en La Habana, convoca a la segunda edición del Coloquio sobre Culturas Originarias de Américas, que tendrá lugar del 11 al 14 de octubre de 2016.
El tema central es: Saberes y expresiones artísticas de los pueblos indígenas de América en el horizonte del Buen Vivir.
Los interesados tienen plazo para enviar ponencias hasta el 20 de julio.
Chile. Organizaciones sociales a lo largo de todo Chile se movilizaron el viernes 22 para rechazar la eventual firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.
La convocatoria fue realizada por el Colectivo Ecológico y la plataforma Chile Mejor Sin TPP, y contó con una amplia acogida en las ciudades de Iquique, Valparaíso, Santiago, Concepción, Los Ángeles, Angol, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Chiloé y Chaitén.
México. Un suplemento especial dedicado a explicar las nefastas implicancias del Acuerdo Transpacífico o TPP publicó el periódico La Jornada, de México.
Cumbre continental. Bolivia oficializó la realización de la III Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala, que tendrá lugar en la ciudad de Cochabamba, del 14 al 18 de noviembre de este año. 
El evento reunirá a medios de comunicación indígena, periodistas de la región y representantes de organizaciones sociales. 
El encuentro se realizará a tres años de su última edición. La primera se celebró el 2010 en Colombia, en el departamento del Cauca, y la segunda, el 2013 en la ciudad de Oaxaca, México.
Brasil. Una jueza de Altamira, en Pará Norte, ordenó el 11 de enero paralizar el reservorio de la hidroeléctrica Belo Monte, y sancionó a la empresa constructora Norte Energía SA y al gobierno de Brasil por incumplir con atender a indígenas afectados por su construcción.
La orden judicial concedió un plazo de cinco días desde que reciban la notificación judicial para que la empresa y el Instituto Nacional de Ambiente (Ibama) paralicen el llenado del reservorio que tiene 87 por ciento de sus obras civiles concluidas y está en fase de llenado.
La paralización dispuesta multó con 230,000 dólares al consorcio por incumplir con la obligación de reestructurar la Fundación Nacional del Indio (Funai) en la región, una agencia nacional creada en 1967 para proteger los derechos de los indígenas brasileños.
Según la justicia los indígenas están “abandonados a su propia suerte” negociando directamente con el consorcio sus demandas.
Titicaca. En los últimos 15 años, el Lago Titicaca, que comparten Perú y Bolivia, ha visto desaparecer dos especies de peces: la Boga y el Umanto.
Las causas principales son la contaminación y la sobreexplotación. 
Según Edwin Alvarado, coordinador de la Liga de Defensa del Medio Ambiente, la introducción de especies piscívoras como el pejerrey y la trucha también habrían contribuido a la desaparición de la Boga y el Umanto.
Nicaragua. El megaproyecto Gran Canal que pretende conectar los océanos Pacífico y Atlántico, está dividiendo las posiciones entre los representantes del Gobierno Territorial Rama y Kriol, ubicado al oriente de la Región Autónoma del Caribe Sur de Nicaragua.
El 8 de enero de 2016 un grupo de dirigentes suscribió un comunicado en el que denuncian a funcionarios del gobierno por presionar a los líderes indígenas rama y de las comunidades kriol para firmar un convenio que otorgue el “consentimiento previo, libre e informado” al megaproyecto.
El texto explica que de ratificarse el convenio se procederá a suscribir un contrato de arrendamiento perpetuo, cediendo una superficie de 263 kilómetros cuadrados del territorio Rama y Kriol, que abarca áreas terrestres y marítimas.
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¿Ciencia para el cambio climático? Pregúntele a los pueblos indígenas

Científicos indígenas/Foto: otromundoesposible.net
Expertos proponen considerar las observaciones sobre el cambio climático de los pueblos indígenas para planes de adaptación en la Amazonía.
Por Yoly Gutierrez
- ¿Quién es un científico? pregunta Foster Brown investigador del Woods Hole Research Center quien durante más de 20 años viene estudiando las implicancias del cambio climático en la Amazonía.  
“Alguien que está produciendo conocimiento”, responde de inmediato y agrega “para eso no se necesita un título y los pueblos indígenas, que están observando y cuantificando el impacto del cambio climático en esta región, están produciendo conocimiento”.
Brown, quien también se desempeña como catedrático de la Universidad Federal de Acre, Brasil, presentó la ponencia “Cambio climático amazónico: sequía, inundación y adaptación” en la conferencia internacional Fortaleciendo Capacidades para la Conservación de una Amazonía Cambiante, organizada por la Universidad de Richmond y la Universidad Nacional de Ucayali, con el apoyo del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR), el Woods Hole Research Center, el Instituto del Bien Común y ProPurús.
Una de las observaciones más evidentes que los pueblos indígenas amazónicos han recogido es que las estaciones están cambiando y ellos ya están actuando frente a estos cambios”
“Estamos enfrentado un cambio en la composición de la atmósfera y es un hecho que las sequías y las inundaciones aumentarán en frecuencia e intensidad, pero estos cambios y sus consecuencias ya están siendo observados por las comunidades indígenas”, afirmó.
Pero para los pobladores indígenas de la Amazonía los cambios que menciona Brown se traducen en eventos que viven cotidianamente y afectan de forma directa a sus medios de vida.

Expertos proponen considerar las observaciones sobre el cambio climático de los pueblos indígenas para planes de adaptación en la Amazonía. Foto CIFOR.

Aumento y disminución

Reunidos en el 2014 en Puerto Esperanza, una ciudad fronteriza entre Perú y Brasil, 75 representantes de 32 comunidades nativas de la zona de Purús emitieron una declaración conjunta reconociendo los desafíos del cambio climático para sus formas de subsistencia: aumento de calor, aumento de inundaciones, aumento de enfermedades y aumento de plagas agrícolas conforman los eventos que enuncian en  la Declaración de los Pueblos Indígenas de Purús Sobre el Cambio Climático 2014, que fuera presentada durante la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático de la ONU en Lima (COP20) para la consideración de los gobernantes del mundo, una acción promovida en el marco de la Iniciativa para la Conservación de la Amazonia Andina de USAID, a través del programa Higher Education for Developtment (HED).
Pero los sucesos que ya están contemplando los pobladores de Purús también involucran la disminución de peces, animales silvestres y alimentos, los que constituyen “una amenaza a una zona rica en alta diversidad biológica y cultural”, según cita la misma declaración.
“Una de las observaciones más evidentes que los pueblos indígenas amazónicos han recogido es que las estaciones están cambiando y ellos ya están actuando frente a estos cambios”, agrega Brown.
Según el investigador, el nuevo conocimiento climático que los pueblos indígenas están desarrollando podría ser corroborado y cuantificado y servir para implementar planes de adaptación, locales y globales, que preparen a la comunidad mundial para manejar los efectos de los eventos extremos que se avecinan.

Adaptación y colaboración

“Este año estamos sembrado el maní en las alturas porque el año pasado el río creció de pronto y se llevó la cosecha. Perdimos las semillas, perdimos la estación”, afirma Flora Rodríguez, pobladora de la etnia Asháninka de la comunidad de Purús, quien participara como invitada en la misma conferencia.
“Ahora sabemos que no podemos confiar en el río como antes, por eso sembramos más alto”.
El conocimiento tradicional de los pobladores indígenas y su capacidad de reacción ante las nuevas circunstancias ofrece lecciones que podrían ser tomadas en cuenta en las políticas de adaptación ante el cambio climático, según ha explicado Miguel Pinedo-Vasquez, científico principal de CIFOR: “Los conocimientos y prácticas tradicionales sobre los bosques constantemente se actualizan y adaptan a situaciones diferentes.
Esto ofrece una serie de oportunidades en las iniciativas de adaptación para los entornos y sociedades de la Amazonía”.
Anteriores investigaciones de Pinedo-Vasquez han recogido testimonios respecto a cómo los pobladores ribereños de la Amazonía están cambiando sus formas de producción, de agricultura a sistemas agroforestales, o modificando prácticas silviculturales hacia especies más resistentes a las inundaciones y sequías.
Gran parte de lo que llamamos conocimiento tradicional se basa en observaciones, interrogantes y experimentación de largo plazo, que harían sentirse muy orgulloso a cualquier científico”
Los líderes indígenas de Purús no son ajenos a ello y han contemplado un plan de acción para el 2015 en el que también incluyen actividades organizadas de preparación.
En esa meta, indica Flora Rodríguez, requieren de la ayuda de los científicos y académicos: “Necesitamos más capacitación, más talleres, más información.
A veces yo escucho ´los indígenas se oponen al desarrollo, no quieren carreteras, no quieren ayuda’, pero lo que nosotros queremos es colaboración porque también conocemos el bosque y lo hemos cuidado durante mucho tiempo. Queremos desarrollo, pero sostenible”.

Conocimiento, no folklor

El conocimiento tradicional sobre los bosques, practicado desde tiempos remotos por las poblaciones nativas, no involucra solamente la forma en que las personan usan los recursos, sino también cómo los perciben y regulan en sus medios de vida y sus comunidades.
Diversas declaraciones globales, desde el Convenio sobre la Diversidad Biológica hasta el Informe sobre las herramientas para el uso y conocimiento sobre el cambio climático de la Conferencia de las Partes 2014, han destacado los múltiples beneficios que la utilización del conocimiento y prácticas indígenas generaría en un contexto de cambio climático, pero la pregunta sigue siendo ¿cómo incluirlos en las políticas locales, nacionales y globales?
“Gran parte de lo que llamamos conocimiento tradicional se basa en observaciones, interrogantes y experimentación de largo plazo, que harían sentirse muy orgulloso a cualquier científico”, dice Pinedo-Vásquez.
Explica, además, que muchos funcionarios gubernamentales ven los conocimientos tradicionales como algo folclórico, sin embargo, necesitan valorarlos como un recurso para el cambio.
“Los modelos e instituciones de desarrollo necesitan alejarse de la idea de que existe un modelo único para todos cuando se trata de la adaptación, o que las soluciones locales son inferiores a otros enfoques instituidos desde niveles altos. Los conocimientos locales o tradicionales ofrecen modelos que se pueden aprovechar al enfrentar estos cambios”.
“Para mí, los pobladores indígenas también son científicos”, afirmó Brown en su ponencia, y mientras sus estudios confirman que las sequías e inundaciones serán cada vez más frecuentes y severas e impactarán cuantiosamente a las poblaciones amazónicas y el ecosistema regional, también concluye que “hay esperanza y estamos juntos en este viaje”.

17 ene 2016

Weychafes anuncian que continuaran con sabotajes y acciones de resistencia contra Forestales


24 de Octubre de 2015/LAUTARO
 Tres camiones forestales , cuatro trineumaticos y un cargador frontal fueron destruidas en un atentado incendiario que se registró ayer en la zona rural de Lautaro. Según información preliminar de Carabineros del retén de Pillanlelbún, el hecho ocurrió pasadas las 22.00, cuando desconocidos llegaron al lugar donde estaban estacionadas las máquinas, a la altura del kilómetro 651 de la Ruta 5 Sur, a unos cuatro kilómetros al interior, en el sector de La Cantera. 
FOTO: DAVID CORTES SEREY/AGENCIAUNO.

WALLMAPU/ Hechos que están relacionados a la resistencia mapuche contra intereses forestales chilena se han registrados en los estos últimos días en los territorios Nagche, Wenteche y Lalkenche, Campamentos, Maquinarias y casas forestales han sido completamente destruidas por las llamas del fuego, los Weychafes aseguran que seguirán saboteando por todo el wallmapu los intereses capitales que dañen la vida y el ecosistema de la Nación Mapuche.
Weychafes de la resistencia quemaron dos cabañas en un campamento de brigadistas de forestal Arauco en Traiguén y un camión de la misma repartición, ademas se encontraron panfletos contra el intendente Andrés Jouannet y el ministro del Interior, Jorge Burgos.

Por otro lado en la zona de Arauco y Malleco y Cautin facciones de resistencia han continuado con las acciones:

CAÑETE / 01:00 hrs fuerzas mapuche atacan un aparcadero forestal en el sector tres marías de cañete, quedando como resultado 2 maquinarias que construyen caminos a empresas forestales. Destruidas. Sin heridos, ni detenidos.
CONTULMO/ 01:30 hrs Fuerzas de resistencia atacan un aparcadero forestal en el km 57 contulmo-puren como resultado una maquinaria y un camión, destruidos, situacion finalizada sin heridos ni detenidos.
CARAHUE / 02:30 hrs, sector pata de gallo, fuerzas mapuche interceptan a dos camiones forestales, quedando ambos destruidos, paralelamente, a 6 km fuerzas de resistencia mapuche interceptan 1 camión de carga forestal quedando también destruidos, situación finalizada, sin heridos, ni detenidos.
COLLIPULLI/ 00:15 hrs,  kilómetro 41 de la ruta S-49 fuerza de resistencia atacan campamento forestal de la empresa Arauco ubicado al interior del fundo Baltimore, como resultado la base forestal quedo completmente destruida, sutuacion filazada sin heridos ni detenidos

ECUADOR: ENCUENTRO AGRARIO

Martes 19 de enero, 09.00 am, en el Paraninfo de la Universidad Andina, Quito.

REPRESENTANTES DE ORGANIZACIONES CAMPESINAS, INDIGENAS Y SOCIALES.
Presente.-

De nuestras consideraciones:
A nombre del Consejo de Gobierno de la CONAIE, de las diferentes organizaciones convocantes, reciban un cordial y atento saludo a usted y los miembros de la organización a la que representa.

Como es de conocimiento general, la Asamblea Nacional aprobó el pasado jueves 7 de enero, el proyecto de Ley de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales, con lo que se espera únicamente el veto del Presidente de la República. La posición de la mayoría de las organizaciones campesino indígenas fue criticar el proyecto de Ley por no recoger los proyectos y propuestas presentadas por los sectores organizados; y porque lo que el debate, y lo que finalmente se aprobó, no abre ningún proceso de reforma o revolución agraria ni democratiza el sistema jurídico-institucional del régimen agrario vigente en el país; más bien todo lo contrario: promueve, entre otros, un mercado de tierras que impide el acceso y la tenencia de este bien en manos de pequeños productores de alimentos y no garantiza la reconstitución de los territorios ancestrales de comunidades indígenas, montubias y afrodescendientes. A esto llamamos un “paquetazo agrario” normativo e institucional, que busca generar las condiciones para afianzar la mercantilización de los bienes naturales al servicio del capital.

Ante esta arremetida por parte de la Asamblea al sector agrario, a los pequeños y medianos productores con la aprobación de esta ley, que es un instrumento de especial relevancia para el futuro de las poblaciones y diversos sectores sociales, y la inexistencia de consensos mínimos respecto de las diversas posturas de las organizaciones sobre el contenido de esta ley, creemos necesario CONVOCAR de manera urgente a un Encuentro Agrario,  con el fin de analizar los contenidos centrales de la ley aprobada por la Asamblea Nacional y definir una posición de consenso frente a la misma; posición desde los diferentes sectores sociales organizados y no organizados, intelectuales, trabajadores, obreros, profesores, jubilados entre otros. Esto como parte de un proceso a mediano y largo plazo orientado a la consolidación  de la  Gran Cumbre Nacional Agraria y Popular para avanzar en el análisis, debate  sobre el tema agrario en el país y la construcción de alternativas y estrategias en defensa de la Soberanía Alimentaria.

Este Encuentro Agrario  se desarrollara el día martes 19 de enero del año en curso, a las 09h00 en el Paraninfo de la Universidad  Andina Simón Bolívar, ubicada en la calle Toledo N 22-80, Edif. Mariscal Sucre, piso 1.
                              
Seguros de contar con su valiosa participación, reiteramos nuestros sentimientos de gratitud y estima.

Atentamente,
Organizaciones convocantes:
CONAIE
ECUARUNARI
TIERRA Y VIDA
FEUNASC
OCARU
COLECTIVO NACIONAL DE DIRECCION
COMISIÓN NACIONAL DE AGROECOLOGÍA
FECAOL
FORO HIDRICO
ASTAC
PUEBLO KITU KARA

Nota: todas las organizaciones que deseen ser parte de los convocantes a esta Asamblea Agraria favor tomar contacto con la secretaria de la CONAIE. secretaria@conaie.org

16 ene 2016

Boletín Informativo “Voces de nuestra tierra” de la Red Indígena de Venezuela

Servindi. Compartimos el Boletín Informativo de la Red Indígena de Radio Fe y Alegría de Venezuela, que lleva por nombre “Voces de nuestra tierra”, correspondiente al 10 de abril de 2015. Esta edición se centra en el caso de la oposición del pueblo wayúu ante la posible ampliación de un proyecto carbonífero en el estado de la Guajira.
El pueblo wayúu se mantiene en asamblea permanente con el fin de que se derogue el decreto N° 1606, el cual que da luz verde a la ampliación de la explotación del carbón en la subregión Guajira del estado Zulia.
El 10 de abril se llevó a cabo una asamblea con la presencia de alrededor de 100 personas, frentes ecologistas del estado Zulia y organizaciones y redes indígenas. En esta reunión, hicieron un recuento de los impactos sociales y ambientales que el proyecto carbonífero puede generar en la comunidad wayúu. [00:31]
Las zonas que pudieran ser afectadas son más de 40 mil hectáreas de bosques, 2 ríos y cientos de comunidades wayúu. La explotación carbonífera pondría en riesgo la existencia de los ríos que alimentan las represas que llevan el agua a los municipios de la Guajira, Mara, Maracaibo, San Francisco y el Tablazo. [02:41]
Una siguiente reunión se llevará a cabo el próximo 24 de abril en Caracas con la participación de organizaciones ambientalistas e indígenas que presentarán proyectos de energía limpia (como la eólica o solar) y expresarán su oposición a la posible ampliación de la explotación carbonífera de la Guajira ante el gobierno de Nicolás Maduro. [04:45]

Presentan propuesta pedagógica quechua de educación intercultural bilingüe

Foto: AdecapFoto: Adecap
Servindi.- La Asociación de Defensa y Desarrollo de las Comunidades Andinas del Perú (ADECAP), presentará la publiación "Propuesta Pedagógica de Educación Intercultural Bilingüe - Adecap, II y III Ciclo EBR". La cita es a las 5:30 pm en la Sala Paracas del Ministerio de Cultura, situado en la Av. Javier Prado Este 2465, San Borja, Lima. El ingreso es libre.
En la presentación participarán Elena Burga Cabrera, directora general de Educación Básica Alternativa, Intercultural Bilingüe y de Servicios Educativos en el Ámbito Rural del Ministerio de Educación (DIGEIBIRA) y Augustín Panizo Jansana, diretor de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura.
Asimismo, Néstor Godofredo Taipe Campos, quechua originario de Tayacaja, en Huancavelica, y doctor en antropología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) de México.
La propuesta surge ante la urgente necesidad de que se apliquen en el Perú políticas educativas acorde al requerimiento de los pueblos indígenas, a quienes históricamente se les impuso una educación homogénea a pesar de su diversidad lingüística y cultural.
La propuesta elaborada por la ADECAP contó con el apoyo de la institución de terre des hommes schweiz (tdhs), que confirma el importante rol que desempeña la cooperación internacional en la construcción de políticas públicas.
Cabe destacar que el proceso de implementar una educación intercultural bilingüe, va paralelo a las luchas emancipadoras, como sucedió en México y Guatemala que hicieron visible esta demanda desde los años 30 del siglo pasado.
En el Perú, a pesar de varias décadas de permanente lucha, las políticas de EIB aún se encuentran en proceso de construcción y resta mucho por hacer para atender dicha demanda.
Si bien organizaciones no gubernamentales han promovido escuelas abiertas, y apoyado el registro de los vocablos en algunos pueblos, quedan aún por trabajar en los 55 pueblos registrados por el Ministerio de Cultura.

Consternación genera desaparición de líder achuar Lucas Irar Miik

Foto: Andrew Miller / Amazon WatchFoto: Andrew Miller / Amazon Watch
- Habría muerto ahogado en un accidente fluvial en el río Pastaza. Aún prosigue la búsqueda de su cuerpo.

Servindi.- El presunto fallecimiento del conocido y combativo líder del pueblo Achuar Lucas Irar Miikha ha causado honda consternación en la comunidad indígena amazónica del Perú.
Lucas habría fallecido ahogado el martes 12 de enero, en la mañana, al producirse un accidente fluvial en un tramo del río Pastaza, en la localidad de San Lorenzo, cuando se dirigía hacia la comunidad nativa Puerto Rubina.
La embarcación en la que viajaba Lucas volcó luego de estrellarse con una quiruma o restos de palos en el agua. A la fecha dos brigadas buscan rescatar su cuerpo el cual aún no ha sido hallado.
Lucas Irar, se desempeñaba como coordinador territorial de la Organización Achuar Chayat (ORACH), organización afiliada a la Federación de la Nacionalidad Achuar del Perú (FENAP).
Además era docente indígena egresado del Programa Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía Peruana (FORMABIAP), formado en la especialidad de Educación Primaria Intercultural Bilingüe, promoción 1990-1995.
La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas (CORPI) expresaron su profundo pesar por la pérdida de este gran hermano y líder indígena.
Del mismo modo el FORMABIAP envió sus sentidas condolencias a sus familiares y seres queridos, a quienes les deseo fuerzas para seguir hacia adelante en la vida.
"Lucas, tu poder, fuerza, valor, inteligencia y compromiso serán ejemplos a seguir en la lucha por la reivindicación del magisterio y los derechos de los pueblos indígenas" expresó una nota del FORMABIAP.

14 ene 2016

México: Denuncian despidos masivos en radios indígenas de Chiapas

zoqueFoto: Centro de Lengua y Cultura Zoque
– Despidos también se habrían dado en radios de los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Oaxaca. 
Servindi- Dos radios altamente sintonizadas por las comunidades indígenas de Chiapas podrían salir del aire a raíz de la decisión arbitraria de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), que optó por ejecutar un plan de recorte presupuestal para este año.
La media ha afectado directamente a las radios XECOPA “La Voz de los Vientos”, en el municipio de Copainalá, y XEVFS “La Voz de la Frontera Sur”, en Las Margaritas, las cuales han sufrido un drástico recorte de personal poniendo en peligro su actividad.
En el caso de la primera, su programación está dirigida a los pueblos originarios Zoque y Tsotsil. En el caso de la segunda, además del Tsotsil, sus programas tienen como público a los pueblos Tojolabal, Tseltal, Mame y Poptí.
La señal de esta última radio llega incluso hasta la frontera con Guatemala, con programación en las lenguas originarias de los citados pueblos. El aporte de las radios indígenas es altamente valorado en las comunidades por el tipo de servicio que brindan.
Esta misma realidad se estaría viviendo en otros estados. Según da cuenta la columnista Margarita Warnholtz del blog Animal Político, se han presentado casos de despidos masivos en radios indígenas de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Oaxaca.
Fermín Ledesma Domínguez, vocero del Centro de Lengua y Cultura Zoque, explicó que la CDI redujo su presupuesto por órdenes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La acción ocasionó el cese de aproximadamente 2000 trabajadores durante la tercera semana de diciembre de 2015, perjudicando en gran medida a las emisoras indígenas, a sus locutores, productores y directores.
En el caso de XECOPA “La Voz de los Vientos” pasó a tener de siete -cifra de por sí bastante modesta- a solo tres trabajadores.
“Estos hechos evidencian el claro interés para desmantelar las estaciones de radios indigenistas, negando a la vez la posibilidad de que los pueblos zoques de Chiapas difundan, reproduzcan y reciban información propia de su cultura”, expresó Ledesma mediante un comunicado.

Pedidos

Ledesma pidió la intervención de Zoé Robledo Aburto, presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía del Congreso de la Unión; y de Jesús Fuentes Blanco, representante del Consejo Consultivo de la CDI para contrarrestar lo que viene ocurriendo.
Solicitó la recontratación del personal cesado, la renovación de los equipos radiales, y la revisión del marco normativo de la CDI para mejorar la capacidad de gestión, presupuesto y la toma de decisiones en los cuerpos consultivos.
“Para nuestra organización es preocupante el desmantelamiento de los medios públicos, culturales e indigenistas porque cierra la posibilidad de que la población indígena monolingüe –que en el caso de los zoques suman más de 6 mil personas– tenga pleno derecho a informarse y comunicarse de manera masiva en su propia lengua”, finalizó.

Contradicción

Estas acciones en contra de las radiodifusoras indígenas ocurren pese a que Jorge Toledo Luis, Delegado Federal de la CDI, había declarado en febrero de 2015 que las consideraba “instrumentos para el desarrollo”.
Aquella vez, el funcionario reconoció que las emisoras ayudan a la “preservación de la lengua, tradiciones y cada una de las particularidades de las comunidades, como lo marca la política social del presidente de México, Enrique Peña Nieto”.
Lo que viene sucediendo también va en contra de lo que propone el Plan Nacional de Desarrollo del actual gobierno en el tema de Cultura, que busca “reconocer, valorar, promover y difundir las culturas indígenas vivas en todas sus expresiones y como parte esencial de la identidad y la cultura nacionales”.
Warnholtz señala en su columna que el recorte atropella los derechos de los pueblos indígenas expresados en el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.

Pueblo otomí-ñätho de Huitzizilapan denuncian compra de voto para próxima asamblea de cambio de órgano comunal

A los medios de comunicación
A los pueblos originarios y al Congreso Nacional Indígena
A la sociedad civil, organizaciones sociales y adherentes a La Sexta
Nuestro pueblo indígena otomí-ñätho eligió autoridades comunales que defenderán al pueblo, al territorio y al agua el pasado lunes 7 de diciembre de 2015. Lo hicimos a pesar del incumplimiento de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (la cual se retiró del lugar sin avisar a los habitantes) y la ausencia irresponsable de la Procuraduría Agraria división Estado de México.
Esta misma Procuraduría pretende realizar una nueva asamblea el día lunes 18 de enero a pesar de que ya elegimos. Hacemos de su conocimiento que nuestro pueblo indígena y sus comuneros sí asistirán a esa asamblea; pero para ratificar al comisariado de la Planilla del Pueblo, elegido para proteger a la madre naturaleza y nuestra montaña.
Denunciamos que hay quienes ya quieren comprar conciencias rumbo a esta próxima asamblea.
Comuneros testificaron que personas afines al ex comisariado priísta Luis Enrique Dorantes y al municipio de Lerma reparten dos mil pesos por comunero para que en la asamblea del 18 de enero sea impuesta una planilla afín a partidos políticos y al gobierno municipal.
Desde hace 15 años, con la implementación del padrón agrario, sólo un número reducido de personas toma las decisiones que antes tomaba toda la comunidad.
Desde entonces, las autoridades comunales imponen diversos programas en nuestro pueblo sin consultar a la población. El peor de los ejemplos es la autopista Toluca-Naucalpan, concesionada por Enrique Peña Nieto cuando era gobernador a Grupo Higa de Armando Hinojosa Cantú. La constructora ya derribó seis hectáreas de árboles en nuestro territorio que colinda con los hermanos de Xochicuautla y Ayotuxco.
También paramos recientemente tala disfrazada de aprovechamiento forestal, un cambio de uso de suelo y la posible municipalización del sistema de aguas comunal. De la misma manera, expulsamos a más de mil granaderos el pasado 6 de julio de 2014 que pretendían apoyar al ex comisariado en su intento de quitar a nuestro pueblo su patrimonio en otra asamblea amañada.
Reiteramos que Huitzizilapan ya eligió a una planilla emanada de las 12 comunidades que integran su territorio. No permitiremos que el municipio de Lerma, Grupo Higa ni el PRI decidan por nuestra comunidad.
Invitamos a los centros de derechos humanos independientes y a los medios de comunicación a que asistan a la asamblea que se llevará a cabo en las Oficinas de Bienes Comunales de San Lorenzo Huitzizilapan el 18 de enero a las nueve de la mañana.
Defender y difundir este caso es importante, pues de nuestras montañas brota el agua y se eleva el aire con el que viven las ciudades de México y Toluca.
Nunca más un México sin nosotros
Comuneros de San Lorenzo Huitzizilapan, Lerma, Estado de México

10 ene 2016

Anciana shuar en riesgo de ser desalojada por empresa Ecuacorriente


Anciana shuar en riesgo de ser desalojada por empresa Ecuacorriente

 
Rosario Ware y Mariano Mashendo. Foto tomada del video “A punto de estallar” del programa Visión 360.
Cascomi.- Rosario Ware, mujer de alrededor de 100 años, nacida en lo que hoy conocemos como San Marcos, en la Cordillera del Cóndor, donde su familia habitó ancestralmente; corre el riesgo de ser desalojada una vez más por la empresa minera china EcuaCorriente S.A.
De acuerdo a la información recibida desde Tundayme, el día de ayer, 7 de enero a alrededor de las 10h00, fue visitada por dos empleados de la empresa, Jorge Miño, quien se presentó como relacionador comunitario, y Arcángel Juep. Ambos habrían advertido a la anciana y a su hijo Mariano Mashendo, que deben desocupar el lugar en el que viven.
Hace 13 años, cuando fue desalojado el barrio San Marcos, la casa de esta mujer indígena, fue destruida y quemada. Sin tener otro lugar para vivir, se instaló en un espacio 3 km aguas arriba de la confluencia de los ríos Tundaym, Kimi y Wawaym, cerca de donde ocurrieron los últimos desalojos.
En años pasados, cuando se ha conversado con Rosario, solía recordar que en alrededor de 1968 llegó el Ejército Ecuatoriano y tomó posesión de un territorio ancestral shuar, posteriormente fueron llegando colonos con quienes se ha convivido en relativa tranquilidad, hasta la última década, en la que ha perdido todo lo que tenía por la minería.
—- Fuente: Defensores del Sur: http://www.defensoresdelsur.org/noticias/2016/1/8/anciana-shuar-en-riesgo-de-ser-desalojada-por-empresa-ecuacorriente

Gobierno Autónomo Wampis: un proceso socio-histórico gestado colectivamente



Servindi.- Compartimos la entrevista (http://servindi.org/actualidad/147004?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Servindi+%28Servicio+de+Informaci%C3%B3n+Indigena%29)realizada a Shapiom Noningo Sesen, waimaku o visionario del pueblo indígena Wampis, quien nos explica la importancia de la creación del Gobierno Territorial Autónomo de la nación Wampis y su relevancia histórica al ser el primer gobierno autónomo indígena constituido en el Perú.
El pueblo indígena Wampis habita el norte de la Amazonía peruana. Los wampis residen en distritos como Río Santiago, en la región Amazonas, y Morona en Loreto.
La extensión de su territorio, según explica el visionario indígena, supera el millón de hectáreas.

Hecho sin precedentes

Del 26 al 29 de noviembre de 2015, alrededor de 300 representantes de un total de 85 comunidades se reunieron y acordaron la creación del Gobierno Territorial Autónomo de la nación Wampis.
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El suceso se ha constituido en un precedente de gran importancia en la historia del movimiento indígena peruano, pues es el resultado de largos años de lucha y defensa por la reivindicación cultural y territorial.
Además de acordar la creación de la nación Wampis, se aprobó su Estatuto constitutivo como marco normativo y se publicó la primera ordenanza como primer acto de gobierno.

Primer pamuk

Asimismo, se eligió al primer pamuk o presidente de la nación Wampis, el Sr. Wrays Perez, acompañado de un segundo pamuk y congresistas. Próximamente nombrarán a sus propios ministros.
La entrevista completa se puede escuchar a través de Radio Encuentros, una plataforma web del Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA por su siglas en inglés) que pone a libre disposición entrevistas, informes y material radial sobre la situación de los pueblos indígenas alrededor del mundo.
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La gestión de los territorios asegura supervivencia de pueblos originarios



Servindi.- Compartimos la segunda entrega de tres producciones audiovisuales sobre la importancia del territorio para los pueblos indígenas u originarios y las relaciones con su cosmovisión y cultura en su vida diaria y en la transmisión de conocimientos ancestrales generación tras generación.
En esta entrega audiovisual se profundiza sobre el significado de la gestión que los propios pueblos indígenas u originarios efectúan sobre sus propios territorios demostrando que ante todo medio y tiempo adverso han logrado consolidarse como una civilización formidable.
“La naturaleza es concebida como sagrada porque el hombre andino tiene su origen en ella y también va a regresar a ella. En consecuencia, hay una concepción de que la naturaleza alimenta a los hombres pero los hombres también deben alimentarla y respetarla” indica Godofredo Taipe, reconocido antropólogo que interviene a través de una entrevista.
También se entrevistó al antropólogo Juan José García Miranda, quien coincide con Taipe en la mención de los procesos de reestructuración de la propiedad comunal durante la época de la colonia como también durante los inicios y conformación de la etapa republicana.
La comunidad, como una unidad de organización social, surge en oposición al sistema social dominante y hegemónico y se convierte en una herramienta que le permita a los pueblos controlar sus propios recursos y modelos de desarrollo para garantizar la supervivencia de sus futuras generaciones.
Esta producción audiovisual consiste en tres entregas. Fue realizada por Servindi con el apoyo del Programa Nacional PROINDIGENA de la Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ).

Supuesto “progreso” acarrea suicidios y daños a la salud de poblaciones indígenas

braz-gua-jr-47_screenFoto: João Ripper/Survival
– Informe “El progreso puede matar” muestra al pueblo guaraní kaiowá como el más afectado por suicidios en el mundo.
Servindi.- Un reporte publicado por la organización Survival International reveló que los mecanismos usados por los gobiernos para incentivar al progreso y desarrollo a las comunidades indígenas en el mundo no están funcionando adecuadamente.
Un ejemplo es la elevada tasa de suicidios mostrada en el estudio “El progreso puede matar”, que pone en un preocupante primer lugar al pueblo nativo Guaraní Kaiowá, que habita el sur de Brasil.
El texto refiere que dicha etnia presenta un índice de suicidios 34 veces más en relación al promedio nacional en Brasil; y es estadísticamente el más alto a nivel mundial.
El documento también menciona que existen otros grupos de aborígenes afectados por este trastorno en Australia y en Alaska, al norte de Estados Unidos.
Según Survival, estos escenarios se deben al “inevitable resultado del histórico y continuo robo de sus tierras y del ‘desarrollo’ al que son forzados a seguir”.

Trastornos

Por otro lado, el informe menciona el crecimiento de otros problemas relacionados con la salud como son el alcoholismo, la obesidad, la depresión y la desnutrición.
Por ejemplo, se menciona el crecimiento de infecciones por VIH/Sida en Papúa Occidental, en Oceanía, ya que desde el año 2000 no se presentaba ningún caso, hasta que en el 2015 se contabilizaron más de 10 mil personas contagiadas.
La tasa de mortalidad infantil entre aborígenes de Australia resulta ser el doble que en la sociedad de ese país en general.
El problema de la desnutrición es evidente entre los niños guaraníes de Brasil, quienes se ven obligados a vivir en las carreteras mientras que los nativos americanos aquejan de sobrepeso y obesidad ya que no tienen una opción diferente que no sea la denominada comida chatarra.

Críticas

Las estadísticas mostradas por Survival concluyeron que las consecuencias de forzar a las sociedades tribales a alcanzar un supuesto “progreso” y “desarrollo” son que los indígenas se alejen cada vez más de sus alimentos sostenibles y se acerquen a la pobreza y marginación.
Para ilustrar el penoso escenario, el colectivo internacional recogió las declaraciones de Roy Sesana, indígena bosquimano de Bostwana que en 2002 fue despojado de su territorio, quien cuestionó el modelo de desarrollo que sostiene se le impuso.
“¿Qué tipo de desarrollo es este que hace llevar a las personas vidas más cortas que antes?”, se pregunta Sesana.
Explica así que cada vez son más las personas en las comunidades las portan el VIH, de otro lado en las escuelas los niños son golpeados y por eso ya no quieren ir. Otros -sostiene- comienzan a prostituirse y se vuelven adictos al alcohol.
Ahora en las comunidades “están empezando a suicidarse. Nunca vimos esto antes, ¿esto es desarrollo?”, sentenció.

Canal hispano difunde reportaje sobre conflictividad en la Amazonía peruana




Servindi.- El canal internacional Hispan Tv produjo a fines de 2015 un extraordinario reportaje audiovisual que permite conocer y comprender los problemas que genera la explotación de petróleo en la Amazonía peruana y que marca la agenda social del país.
El audiovisual describe algunos de los conflictos generados por las concesiones a favor de las industrias extractivas sobre territorios de pueblos y comunidades indígenas y áreas naturales protegidas.
Mediante la entrevista a investigadores y líderes sociales explica cómo los impactos ambientales han despertado la movili­zación de numerosas poblaciones, indígenas y mestizas.
Ello constituye una espada de Damocles para los Gobiernos que, por un lado, desean mantener un crecimiento económico basado en el extractivismo y, por otro, no pueden controlar ni atenuar los impactos de esta actividad.
El reporte titulado Perú: Amazonía y petróleo, fue elaborado por Rocío Westendorp, periodista y productora española de amplia experiencia, y  forma parte de la serie: Esta es mi tierra, con reportes dedicados a diversos países.


Guatemala: Primer juicio por violaciones sistemáticas contra mujeres indígenas

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Mujer indígena brinda testimonio en una corte de Guatemala en 2012. Foto: Sandra Sebastián
El caso de las mujeres indígenas de Sepur Zarco, comunidad situada al noroeste de Guatemala, llegará a una instancia judicial en febrero. Mujeres indígenas víctimas de violencia sexual darán su testimonio.
Por Pamela Leiva Jacquelín
IWGIA.- La historia reciente de Guatemala está marcada por un largo y doloroso conflicto armado interno de 36 años, donde el Estado violó sistemáticamente los derechos de la población Maya.
Según el Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de Violaciones de los Derechos Humanos en Guatemala, el 83,3 por ciento de las violaciones de los derechos humanos se cometió contra dicha población.
Las mujeres indígenas han sido especialmente afectadas por el conflicto y han sido víctimas de violaciones, abusos y esclavitud sexual.

Alianza de Mujeres contra la impunidad

Las organizaciones de mujeres han jugado un rol muy importante en la difusión de las demandas y en las tareas de recoger y documentar los testimonios de varias de ellas, que hoy tienen más de 50 años y sufren severamente trastornos de estrés postraumático.
La “Alianza Rompiendo el Silencio y la Impunidad”, integrada por las organizaciones Mujeres Transformando el Mundo (MTM), el Equipo de Estudios Comunitarios y de Acción Psicosocial (ECAP) y la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (UNAMG), han trabajado de manera conjunta desde 2009 para brindar acompañamiento a las mujeres y dar seguimiento a los casos.
Las tres organizaciones cumplen diferentes roles para el impulso de los casos en el debate público: MTM se encuentra a cargo de la estrategia de impulso judicial, mientras que ECAP ofrece acompañamiento psicosocial a las víctimas y la UNAMG trabaja en el posicionamiento público de las denunciantes.

Sepur Zarco: Un caso que puede sentar precedencia

Sepur Zarco es una comunidad que se encuentra en el límite entre los departamentos de Alta Verapaz e Izabal, en el norte de Guatemala. En esta región se instalaron durante el Conflicto Armado Interno, aproximadamente 6 destacamentos militares con fines de exterminio y tortura.
En 1982, el ejército capturó a los hombres Mayas de la comunidad y las mujeres al quedar viudas fueron sometidas a esclavitud doméstica, violencia sexual y esclavitud sexual.
Los abusos fueron cometidos por miembros del ejército de Guatemala por seis meses consecutivos, durante los cuales las mujeres hacían turno cada 3 días para cocinar, limpiar y lavar uniformes militares, siendo violadas en repetidas ocasiones, de forma individual y colectiva.
Algunas de ellas describieron que fueron inyectadas y obligadas a tomar medicinas anticonceptivas para evitar embarazos.
Luego de organizar un Tribunal de Conciencia contra la Violencia Sexual en 2010, las mujeres indígenas decidieron llevar el caso a la justicia formal y presentaron una querella en el año 2011.
El caso es el primero en llegar a instancias judiciales a nivel nacional por delitos de trascendencia internacional contra mujeres.
En cuanto a su tipificación y de acuerdo con la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, la violación sexual durante el Conflicto Armado Interno, fue utilizada en forma generalizada, masiva y sistemática como parte de la política contra insurgente del Estado.
Por lo tanto, la violencia sexual constituye un delito de lesa humanidad, crimen de guerra y elemento constitutivo de genocidio.
En una etapa post-conflicto, todavía reina una invisibilización de la violencia sexual como crimen de lesa humanidad.
Es por eso que, a partir de los testimonios documentados y la apertura del juicio, se espera que los resultados del proceso tengan eco a nivel nacional e internacional y permitan abrir una nueva etapa de discusión y reparación histórica acerca del fuerte racismo en el país.
El juicio oral y público se llevará a cabo en la ciudad de Guatemala el día 1 febrero de 2016, son dos los acusados.
Las organizaciones de mujeres llaman a todos los interesados a contribuir positivamente en el proceso, a asistir a las audiencias públicas para fiscalizar el debido proceso.

6 ene 2016

Construyendo una agenda indígena

con bordeImagen: Pacto de Unidad/Arreglos: Donofré Chuco
– En los próximos cinco años se debe lograr la titulación de todas las tierras de las comunidades campesinas y nativas. 
Por Eduardo Vega Luna*
4 de enero, 2016.- En el 2015 los derechos de los pueblos indígenas han estado presentes en la agenda pública, aunque con varias dificultades. Luego de que el Estado negase inicialmente la existencia de pueblos indígenas en la zona andina, se dio inicio a los procesos de consulta previa en proyectos mineros ubicados en esta zona.
Asimismo, tras varios momentos de tensión y conflicto se alcanzaron diversos acuerdos en el complejo proceso de diálogo del Lote 192, los que están en proceso de implementación.
También se aprobó el Área de Conservación Regional Maijuna–Kichwa, el Reglamento de la Ley Forestal y el Parque Nacional Sierra del Divisor. Debo destacar la emisión de normas para facilitar el acceso de las comunidades nativas a los programas sociales y el fortalecimiento de la Plataforma Itinerante de Acción Social (PIAS) para llevar servicios básicos y atención médica por los ríos más alejados de nuestra selva.
También ha sido un año en que los y las estudiantes indígenas empezaron a mejorar su comprensión lectora, gracias a la implementación de la Política de Educación Intercultural Bilingüe.
Del mismo modo, la publicación de la Base de Datos del Ministerio de Cultura y el trabajo preparatorio para que la población indígena cuente con un mecanismo de autoidentificación en el censo del 2017, forman parte de las medidas que contribuirán a que el Estado cuente con información oficial para un mejor análisis sociodemográfico y una distribución equitativa de los recursos públicos a favor de dichos pueblos.
Los temas señalados muestran un camino complejo, pero auspicioso, para continuar fortaleciendo los derechos de los pueblos indígenas.
Es innegable que tenemos una deuda histórica con ellos en temas como el reconocimiento y titulación de sus tierras, la prestación de servicios de salud de calidad, el acceso a la justicia, el respeto de sus derechos sobre los recursos naturales, la protección de los pueblos en aislamiento y la participación de las mujeres indígenas en condiciones de equidad, entre otros.
Hay que decirlo con claridad: algunas decisiones estatales inadecuadas y los reducidos recursos presupuestales para atender a los pueblos indígenas los mantienen aún en una situación de pobreza y exclusión.
«Siento un vacío. Sentimos (…) un vacío de las instituciones del gobierno del lado peruano», decía Edwin Chota, dirigente de la comunidad de Alto Tamaya Saweto, quien fue cobardemente asesinado por defender su tierra.
A pesar de sus múltiples denuncias y visitas a las entidades del Estado, él no encontró una atención efectiva para lograr la titulación de su comunidad, la que llegó recién un año después de su muerte. Pero no basta con la titulación.
Se requiere el apoyo concreto para enfrentar a las mafias de tala ilegal de nuestros bosques, situación que afecta constantemente a los pueblos indígenas.
Finalmente, debo saludar la creación del Grupo de Trabajo de Políticas Indígenas del Ministerio de Cultura, instancia que durante su primer año de funcionamiento ha servido de bisagra entre autoridades del Estado y los representantes indígenas para facilitar la participación indígena en las decisiones estatales y —sobre la base del diálogo y la búsqueda de consensos— construir una agenda común.
No me cabe la menor duda de que el entendimiento que genera el diálogo —aún en situaciones complejas y difíciles— labrará un nuevo país para los ciudadanos y ciudadanas indígenas. Es necesario sumar esfuerzos para que en las próximas elecciones las propuestas de estos pueblos formen parte del debate electoral.
Corresponde a nuestras próximas autoridades nacionales incorporar en la toma de decisiones esta importante agenda indígena pendiente.
Empecemos, por ejemplo, con un plan serio que permita en los próximos cinco años lograr la titulación de todas las tierras de las comunidades campesinas y nativas.
__
*Eduardo Vega Luna es abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Desde el 1 de abril del 2011 ejerce el cargo del Defensor del Pueblo (e).

___ Fuente: La República: http://larepublica.pe/impresa/opinion/730680-construyendo-una-agenda-indigena

Venezuela: Obligaban a mendigar a menores indígenas Yukpa en Táchira

indigenas-san-cristobal-colombia-venezuela-frontera-tachira-1442751579Mujeres indígenas pidiendo limosna en San Cristóbal, Táchira. Foto: yosoyvenezolano.info
Servindi.- Hugo Caro, Defensor del Pueblo en Táchira, denunció que decenas de niños y niñas indígenas de la etnia Yukpa son trasladados por una mafia desde sus hogares en el estado de Zulia, para trabajar como mendigos en la localidad de Táchira.
Según el portal Correo del Orinoco, el funcionario afirmó que los menores recibían el dinero de la gente, que luego les era arrebatado por una mujer y un hombre adultos, presumiblemente del mismo pueblo nativo.
No obstante, gracias a un operativo ejecutado por el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y otras organizaciones protectoras infantiles se consiguió rescatar a cerca de 60 personas.
De ellos, 45 eran niños y niñas nativos con edades comprendidas entre los meses de nacido y los ocho años. Todos ellos pudieron volver a su lugar de origen en la región zuliana conocida como la Sierra de Perijá.
Caro explicó a la prensa que se están ejecutando las pesquisas necesarias para encontrar a los responsables, ya que este escenario se viene repitiendo en las principales calles de San Cristóbal, capital del estado de Táchira.
Es un cuadro desolador ver a niñas de 12 años cargando bebés en sus brazos, sin saber si son sus madres o deben cuidar de ellos, y son ubicadas en las avenidas para pedir dinero, indicó el funcionario.

Primer Encuentro Centroamericano de Radios Comunitarias Indígenas se realizará en Panamá

Imagen: Fundación Comunicándonos
Servindi.- El sábado 16 y domingo 17 de enero, más de 30 directores y directoras de radios comunitarias indígenas de Centroamérica así como representantes de organizaciones nativas participarán del Primer Encuentro Centroamericano de Radios Comunitarias Indígenas, que tendrá lugar en Panamá.
Según informa el sitio web de la Fundación Comunicándonos, de El Salvador, el encuentro tendrá como uno de sus fines iniciar el tejido de una Red Centroamericana que les permita fortalecer y visibilizar su labor diaria.
De este modo, explica, esperan sumarse a los esfuerzos de la región por la democratización de las comunicaciones, con particular enfoque en las necesidades de los pueblos indígenas.
Como escenario del encuentro se ha elegido la isla de Narganá, que se encuentra en la comarca de Guna Yala, en el litoral del Caribe panameño.
Para la realización de este primer evento se cuenta con el apoyo de organizaciones que trabajan en la región como Cultural Survival, AMARC Centroamérica, Voces Indígenas en Panamá, la Asociación Sobrevivencia Cultural en Guatemala y la Fundación Comunicándonos en El Salvador.
Dichas organizaciones promueven la creación de emisoras comunitarias indígenas que transmiten una programación al servicio de sus comunidades, explicó Teresita Orozco, promotora regional de Cultural Survival, en Managua, Nicaragua.
Las mismas, agregó, “consideran de interés articular esfuerzos para crear una Red Centroamericana de Radios Comunitarias Indígenas”.
De acuerdo a Orozco, “mediante el trabajo en Red, se pretende crear sinergia entre las emisoras participantes para que puedan compartir recursos, tecnologías, buenas prácticas y estrategias de incidencia.”
Esto con el propósito de lograr “el fortalecimiento del apoyo político y continuar con fuerza la lucha de los pueblos indígenas en defensa de su identidad, cultura, tierra, derechos humanos y derechos indígenas”.
La representante de Nicaragua destacó la importancia de las mujeres en este proceso, las mismas que hoy piden mayor voz en los medios públicos para que atiendan a sus intereses y necesidades actuales.