Humberto Cholango es el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Hoy encabezará, en Quito, una reunión de 23 organizaciones sociales y populares. Su objetivo es crear un frente progresista de unidad nacional que organice la resistencia y genere una alternativa al gobierno.
Ricardo Ulcuango, amigo suyo, aceptó ser embajador en Bolivia. ¿Cómo lo interpreta usted?
Es una guerra que sigue elevando el gobierno nacional contra el Movimiento Indígena. El gobierno debe saber que por más empeño que han puesto otros, como los bucaranes y los Gutiérrez, que quisieron dividirnos, no lo han logrado. Lamentamos mucho que Ricardo Ulcuango haya caído en esta trampa y en las tentaciones del poder.
¿Mantienen la oposición irreversible a este gobierno?
Lo fundamental aquí, antes de hablar de irreversible o no, es construir el proyecto coherente por el cual tantos años hemos luchado los movimientos sociales. No podemos aceptar que un gobierno, a título de dar discursos de revolución, construya nuevos grupos de poder oligárquicos que gobiernen el país.
¿Está descartado reconstituir el diálogo con el gobierno?
El gobierno no sabe dialogar. Lo que sabe es imponer, enjuiciar, criminalizar, encarcelar, perseguir, coptar. En el diccionario del gobierno no existen las palabras diálogo, consenso, respeto, tolerancia a las opiniones que puedan divergir para construir la democracia.
¿Con qué fin se crea este frente con grupos cuya capacidad de movilización está mermada?
Es fundamental construir un eje social bastante amplio porque nosotros fuimos los que luchamos, desde los años 90, contra toda política neoliberal. Es fundamental ese eje para tener una autonomía bien clara frente al gobierno y a los sectores opositores que, a veces, están pensando simplemente en cómo conseguir réditos políticos.
Necesitamos construir un gran frente para encarar leyes que intentan imponer en la Asamblea: la del agua, la de tierras o la reforma del Código Laboral. Los trabajadores están siendo perseguidos con el decreto 813. Defender esos espacios es fundamental ahora.
¿Se trata, entonces, de un frente para organizar la resistencia?
Nuestra obligación es resistir, pero eso no es suficiente. Nuestra obligación es buscar los cambios profundos en el país. Y si para eso hay que movilizarse o desarrollar acciones –en los ámbitos nacional, regional o local– lo vamos a hacer.
El presidente a menudo ha dicho que algunas de esas organizaciones no tienen capacidad de movilización y ha criticado su representatividad...
Aquí no estamos hablando de quién pone más o menos gente en la calle. El gobierno puede decir que somos cuatro pelagatos, pero se asusta cuando ganamos en las 12 provincias. Lo que diga el gobierno nos tiene sin cuidado. Ya sabemos lo que dice, qué adjetivos pone, cómo chantajea. Pero para nosotros lo más prioritario es confluir en un amplio frente progresista de unidad nacional.
Ustedes tienen vigente, desde la consulta, una alianza con la Coordinadora Plurinacional por el No. ¿Cómo queda esa relación?
Hemos invitado a la Coordinadora a la reunión –MPD, Pachakutik, Montecristi Vive, Participación– y ojalá se sumen otros sectores. Lo que sí queremos dejar bien claro es que no vamos a buscar una alianza con los partidos políticos responsables del pasado, de la crisis: los gutierristas, los bucaranes, los Madera de Guerrero, los socialcristianos…
¿Cuál será, a partir de mañana (hoy) la hoja de ruta del frente?
Mañana (hoy) es una reunión de dirigentes. Primero, para conformar ese gran frente. Segundo, para tener bien claro los temas de lucha en cada uno de los sectores. Que no estemos los indígenas luchando por el agua y los sindicatos no hagan nada. O viceversa. Es el momento de ir confluyendo en las luchas. Tercero, programar un calendario de acciones y actividades que vamos a desarrollar.
¿Están previstos actos de resistencia públicos, como manifestaciones o paros?
Eso está en construcción e irá madurando en el transcurso de ese debate que estamos llevando adelante. Por ejemplo, el tema minero en el sur del país está levantando conflictos: la gente no quiere regalías del 5% sino que se garantice el bien vivir. Nuestros territorios y la vida de nuestros pueblos no cuestan el 12% que ofrece el presidente.
¿Qué harán en esas regiones donde hay acuerdos del Gobierno con empresas mineras?
No quiero adelantar nada. Soy un dirigente responsable y las bases tomarán las decisiones.
¿Avizora usted movilizaciones en torno a la agenda legislativa?
Puede ser. O pueden ser movilizaciones ante las acciones del gobierno nacional.
¿Le preocupa el aparecimiento de organizaciones indígenas que están con el Gobierno?
En la consulta aparecieron unas 28 organizaciones llamadas indígenas; membretes en muchos casos. Pero los resultados muestran que las bases indígenas están con la Conaie. (JH/IG)
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