En Machiques la GNB, el CICPC y sus hombres
para acciones encubiertas no descansaran hasta que asesinen a Sabino y a todos
los hijos de Carmen Fernández, incluso a ella misma; y esto lo intentarán
nuevamente se cancelen o no las bienhechurías de los predios ganaderos y
parcelas invasoras al territorio original Yukpa. Pues no es la tierra lo que
esta en el fondo del problema, es el odio del blanco ganadero que siente su
honor enmasillado por unos indios pata en el suelo que a la fuerza los
expulsaron de sus haciendas y no hay manera de pararlos. Este es el motor de
esta lucha histórica.
Ahora bien, este asunto de los
territorio Yukpa no sólo es un problema de tenencia de la tierra, es un
problema sí vinculado a ésta desde luego, pero es un problema esencialmente de
clase, un problema ideológico de raíz colonial que aún está prendido en el alma
del hombre perijanero, incluso de los criollos más pobres pero en especial del
blanco ganadero fundador de Machiques. Por razones de Estado vinculado a
intereses de la clase y de la propiedad privada este odio ideológico ganadero
se traslada a los hombres que detentan las armas de la patria. Recordemos que
en estos municipios rurales las policías, las fuerzas armadas y la Guardia Nacional
(hoy llamadas bolivariana) siempre han estado al servicio de los ganaderos,
históricamente son estos funcionarios los que cuidan sus fundos, los acompañan
en sus vehículos cuando se desplazan por las carreteras o caminos de tierra, en
sus predios están ubicados los puestos de vigilancia y control de la GNB o de FANB; son ordenados
desde la máxima comandancia del Fuerte MACOA para disparar contra los indios
cuando ocupan sus haciendas o se llevan unas vacas para comer. El Estado de
clase hasta les otorgó dado su poder una ley contra el robo de sus vacas,
asignados curules para diputados ganaderos, ministros, ministerios, bancos y
bufetes, periódicos, emisoras radiales y plantas televisivas, gremios
subsidiados por instituciones privadas y del Estado, clubes y ferias.
Pero su poder se imparte
principalmente por ocupar el ápice de la pirámide social que permea las clases
“bajas” de la estructura vertical de la sociedad de Machiques. Desde este
puesto económico logran imponer su ideología en el resto de la población y
organismos donde operan con sus vacas.
Luego de la guerra campal por
orden del presunto propietario de la hacienda “Medellín” Francisco Vargas entre
ganaderos, sus sicarios, hombres del GNB y FANB y los guerreros Caribe Yukpa,
un sector de estos ganaderos por primera vez salieron perdiendo. Los efectivos
del CORE Nº 3 llamaron a los ganaderos de GADEMA para demostrarles su lealtad
al detener un “pez gordo” Yukpa y dar fe de tal eficacia y del éxito de dicha
persecución en caliente durante 27 horas continuas en su desplazamiento a
Caracas de 50 Yukpa.
Cabe entonces preguntarnos si
los Yukpa cuando son víctimas de la injusticia y los acogotan los problemas en la Sierra de Perijá no pueden
circular libremente por el territorio nacional, se les va a detener como en
Chile a los Mapuche, no pueden desplazarse en grupos hacia Caracas para buscar
soluciones a sus problemas. Se les puede levantar una Auto Detención y emitir
en unas horas una Orden de Captura tal como ocurrió en esta oportunidad con
Cristóbal Fernández Fernández, que al no conseguir su cédula para viajar con su
mamá a exigir justicias para sus hijos asesinados por el sicariato ganadero y
su sobrino por un parcelero se llevó la del hermano Gabi y ahora resulta que
está solicitado por asesinato y robo de vacas. Pero nos preguntamos asesinato
de quién, si los muertos son sus dos hermanos y un primo, y otros dos hermanos
heridos, uno de ellos pronto a ser sometido a una operación intestinal.
Por esta razón la GNB de Machiques se niega a
cumplir la orden de cuidar a Carmen en su comunidad emitida por la Fiscalía 35 de
Competencia Nacional, y la
Fiscalía 20 de Machiques a ordenar al CICPC de Machiques
continuar con las investigaciones sobre los muertos Yukpa. Esta es el mismo
CICPC que amenazó a Carmen con matarle uno a uno sus hijos por pertenecer a la
supuesta banda de Sabino, que en conjunto igual que la GNB con operadores oscuros
para realizar acciones encubiertas cuando secuestra a un ganadero o unos campesinos
o grupo de indígenas, rescatan una hacienda invasora.
Se necesita una orden
presidencial para abrir una verdadera investigación y esto pasa por sacar estos
juicios de la Fiscalía
ganadera de Machiques y de las manos coloniales del abogado Américo Rodríguez
de la Fiscalía
35 y por cambiar o detener estos a señores funcionarios del CICPC y de la GNB en Machiques. El
Presidente Chávez debe de inmediato intervenir el CICPC de Machiques y la Guardia Nacional
Bolivariana, así como toda la estructura de Mando de la 12 Brigada de Caribes
de Infantería en Fuerte Macoa Machiques, para poder garantizar las vidas de
estas familias indígenas. De lo contrario en cualquier momento uno de estos
factores coordinados por Gadema podría originar la muerte de Carmen Fernández
Romero o de Sabino Romero Izarra, o de unos de sus hijos como previo aviso.
Sociedad Homo et Natura
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