Durante el marco del 3er Encuentro de la Guardia Indígena en
el pueblo de Cohetando, municipio de Páez en Tierra Adentro, pudimos
platicar en varias ocasiones con Fabio Avirama, luchador social del
pueblo coconuco e integrante del programa político del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC),
con el motivo de difundir en diversas partes del mundo, el
entendimiento de los objetivos que se plantea este organismo indígena en
la defensa del territorio, la autonomía y la cosmovisión de los pueblos
originarios, pilares fundamentales en los planes de vida de
las comunidades propias. No todo es diáfano, por lo que se ha hecho la
crítica y el recobro histórico del achaque constante por parte del
Estado y los grupos que forman parte del conflicto armado en el país
desde los 60’s –tanto la insurgencia, el narcotráfico y el
paramilitarismo de extrema derecha-, dificultando el ejercicio pleno de
las leyes, educación, líneas pedagógicas y gobernanzas propias que
tienen los más de 120 cabildos indígenas en el departamento del Cauca,
Colombia.
Hemos sintetizado estos conversatorios
en una entrevista que invitamos a replicar en todos los medios posibles,
convirtiéndose –más allá de la mediatización- en una valiosa fuente
directa para un estudio riguroso de las resistencias autonómicas en
Latinoamérica, pero más que eso, en un contenido ampliado de experiencias para solidarizarnos con la resistencia de las comunidades indígenas en el Cauca.
RI: Podemos comenzar si nos
platica brevemente sobre algunas cuestiones: ¿cuándo se funda el CRIC y
cuáles son sus objetivos tanto políticos como culturales con los pueblos
indígenas?, ¿qué pueblos integran la organización en el Cauca y qué
relación tienen con otros pueblos originarios de los demás departamentos
de Colombia?
MF: Primero, muy buenos días a todos los
caucanos y colombianos. Es muy interesante comentar la historia del
movimiento indígena del Cauca que ha dado pie de lucha a nivel nacional
junto con otros pueblos. El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) nace
en 1971, cuando los pueblos indígenas estaban a punto de desaparecer de
una manera sistemática por la política del Estado, pero también por el
tema de la religión y del conflicto armado. Creo que factores
determinantes para que la organización empezara, desde el pensamiento de
muchos líderes de esa época -Quintín Lame por ejemplo-, al igual que
otros dirigentes que en el paso y trasegar de la lucha, se resistieron a
que los pueblos indígenas se mantuvieran y que pudieran de alguna
manera echarle mano a la sabiduría y a algunos derechos
constitucionales, lo que nos permitió que en 1971 se creara el CRIC en
Colombia; una organización que nace de las entrañas de las comunidades
indígenas, una organización que nace de las entrañas de estas para
resistir y avanzar en vías de legitimar los derechos territoriales y
culturales de los pueblos indígenas del Cauca.
El CRIC nace con 6 cabildos en Toribío
(norte del Cauca), posteriormente el movimiento indígena fue creciendo a
pesar de sus dificultades internas, hoy por hoy, ya se contemplan más
de 120 cabildos y 80 resguardos, frutos del proceso de la lucha. Hemos
definido unos principios y una plataforma política de lucha que hemos caminado [1] a través de los mayores, las comunidades y las autoridades [2]. Son principios fundamentales que tienen que ver con el tema de la unidad, la tierra, la autonomía y la cultura.
Empezamos con 7 puntos, y hoy ha crecido
de acuerdo a los mandatos y congresos, ahora el movimiento indígena
define 10 puntos de lucha que tienen que ver con: la recuperación de las
tierras, la educación propia, la aplicación justa de las leyes propias,
la protección de los recursos naturales, la creación de empresas
económicas y solidarias (cooperativas), el fortalecimiento de la familia
(parte fundamental de la organización, ya que desde cada núcleo
familiar se busca la toma de decisiones en la realidad práctica), así
como otros proyectos de desarrollo en beneficio de las comunidades (…).
En este sentido, los principios fundamentales se enfocan a fortalecer
los cabildos, la recuperación del territorio y las actividades
socio-culturales.
Obra
plástica que integra los símbolos de la ONIC, el CRIC y la ACIN, en la
sede de esta última en Santander de Quilichao, al norte del Cauca.
Pero también, hemos venido conquistando
grandes derechos, como es el tema de la jurisdicción especial indígena,
los tratados internacionales por la exigibilidad del movimiento
indígena. Por ejemplo, el Convenio 169 de la OIT, que eleva
esos derechos de los pueblos en los que ya no somos salvajes, sino que
ya somos ciudadanos con carácteres especiales, con definiciones
políticas especiales para la gobernanza y el desarrollo. De igual
manera, creo que son tratados que hemos tenido que obligar al gobierno a
que los acate, como el Convenio 169 que ya es reconocido en la nueva
Constitución de 1991 o el Marco de la Ley 21 que han sido bien recogidos, permitiendo afianzar y fortalecer el proceso del movimiento indígena. Al igual,los decretos autonómicos como
el Decreto 1953, el 2133 y el 2719 [3], que tienen que ver con el tema
de los recursos que giran a los resguardos y municipios, formando como
un ‘departamento de pueblos indígenas’, con todos los derechos que hemos
conquistado aplicando libremente las funciones jurídicas,
administrativas, políticas y económicas que necesitamos.
Creo que son procesos que han permitido
mantenernos en el tiempo, y aún con tiempos difíciles, donde hemos
sacrificado muchas vidas de muchos comuneros y comuneras por defender la
causa de la lucha indígena, eso nos ha permitido avanzar en relación al
tema de launidad, donde ha sido la fortaleza, la fuerza y la
organización para tomar decisiones trascendentales y hacerle frente a
las políticas del Estado y el gobierno que se aplican y ponen en riesgo
la supervivencia de los pueblos indígenas. En ese marco también hemos
venido luchando en movilizaciones, paros, resistencias, tomas decisorias
que han obligado al Estado a reconocer políticas a favor de nosotros.
Ahora con los Acuerdos de Paz, el movimiento indígena ha planteado que dentro de esos términos de negociación nosotros apoyamos la paz,
pero apoyar la paz también es recibir el reconocimiento como pueblos
indígenas. A través de dicho proceso que se está desarrollando en La
Habana, hemos dicho que son temas trascendentales pero que ahí no está
la voz de los pueblos. Sí apoyamos la paz y el plebiscito, pero tanto
las FARC como el gobierno tienen que escuchar nuestros planteamientos,
por eso hemos propuesto realizar un debate en la María Piendamó
(territorio de paz y convivencia), dando cara a las comunidades donde
dejemos claras las reglas del juego y los algunos planteamientos que
tienen que ver con el tema de la reforma agraria, el control
territorial, el desminado[4], el reclutamiento de muchos indígenas, de
los derechos y la jurisdicción especial. Sí, le apostamos a la paz, pero
que una paz que respete y reconozca las conquistas que se han logrado
en los últimos tiempos.
Manifestación
masiva en el municipio de Toribío, en la que destacó una manta con la
consigna “el Cauca le camina a la paz, con justicia social”, en alusión a
que los departamentos más afectados por las prácticas de violencia de
las FARC-EP, grupos insurgentes, paramilitares y el narcotráfico, piden
una paz con justicia para los pueblos y no sólo para las élites armadas.
RI: Como plataforma de lucha
internacional, nos es muy relevante saber cuál es la posición que asume
el CRIC y los pueblos indígenas ante los Acuerdos de Paz.
Sabemos –y resumimos- que esto es una paz entre élites, porque la
insurgencia desde hace varios años se ha ido deteriorando para
convertirse en una fuerza reaccionaria, más que una fuerza –como ellos
se autodenominan- “revolucionaria”. En ese sentido e históricamente,
¿cuál ha sido la posición de los pueblos indígenas ante los grupos
armados? –que es una problemática que también se visibiliza en México
con el narcotráfico-, ¿cómo deben responder los pueblos antes la
violencia de la insurgencia y del Estado?
MF: Cuando nosotros decimos que hemos
sido víctimas del conflicto armado, también por un lado es por la guerra
sistemática del gobierno, y por el otro, hemos tenido muertos que la
insurgencia de alguna manera nos ha causado daños irreparables. Nosotros
creemos que el proceso de la paz tiene costos, tiene sacrificios.
Decimos que la insurgencia debe reconocer a los pueblos indígenas; que
somos un gobierno, una autoridad y un conjunto de pueblos que hemos
luchado permanentemente no sólo frente al Estado, sino también contra
los actores guerrilleros, pero no se desconoce que ellos también tienen
una forma de luchar por reconstruir este país, eso no significa que
estemos a lado de ellos, sino que se reconoce que hay distintas maneras
de generar resistencia por todo lo que hoy vive el país. Nosotros
siempre hemos dicho que sea la izquierda o sea la derecha, tenemos un
planteamiento de construcción, de tejidos de vida; proyectos que tienen
que ver con los planes de vida, fundamentales en nuestras
comunidades; tenemos gobiernos locales, zonales y regionales que se
direccionan desde nuestras autoridades indígenas. El objetivo
principal: liberar la tierra.
Por otra parte, la idea es curar el
territorio de las enfermedades locales, causadas por la guerra y la
violencia. Nosotros hemos hablado inclusive con las FARC en un marco de
respeto, derechos humanos y del derecho internacional (…) Es a través de
la autonomía y la gobernanza que se toman las determinaciones para equilibrar y armonizar el
territorio y la población. Ni el Estado ni los actores armados deben
tomar decisiones por nosotros. Exigimos respeto para nuestros pueblos
originarios.
En
noviembre de 2014 fueron asesinados los guardias indígenas Daniel
Coicué y Manuel Antonio Tumiñá en un combate cuerpo a cuerpo con
guerrilleros de las FARC. En un comunicado, aseguran que la muerte de
los dos guardias fue un error y que los integrantes que “dispararon
desmedidamente” se entregaron a la guardia indígena, mientras ésta
sostuvo que tuvieron que ser capturados.
RI: Dos cosas que nos han interesado y que hemos leído con anterioridad: en los fundamentos de la Universidad Libre Misak (proyecto
pedagógico y fuertemente autónomo, fundada en 2010 y reconocida como
institución en 2011), al contrario de cómo se visualiza la educación en
las grandes ciudades y capitales como planes de estudio, aquí los
consideran como planes de vida. ¿Cómo puede resumirnos en qué consiste
el plan de vida de una comunidad indígena?
MF: El plan de vida son todas las dinámicas que desarrolla la comunidad en su entorno. Definimos pilares fundamentales que sostienen ese plan de vida, y estos se enfocan al desarrollo de acuerdo a los usos y costumbres de
las comunidades, por ejemplo: una economía propia para el desarrollo
sostenible, que exista autosuficiencia en el tema la soberanía
alimentaria; la educación es un pilar fundamental que nos permite
identificarnos más profundamente de dónde venimos, quienes somos y para
dónde vamos; nuestras leyes originarias que acatamos con
responsabilidad; la cosmovisión de los pueblos indígenas; las artes como
la música, la danza y los tejidos [5].
La educación propia, incluso,
es uno de los puntos de la plataforma política de lucha que retoma sus
elementos para reconocer nuestros sistemas culturales y valores, pero
también tomar elementos de afuera que nos permitan fortalecer la cultura
nuestra, sin necesidad de copiar todo lo de afuera, no, hay
instrumentos que nos pueden servir para formar a la comunidad en valores
y en el reconocimiento de esa identidad cultural. La educación nos
lleva allá, a ser mejores personas sin desconocer la historia y esos
valores fundamentales de la cultura nuestra.
La Misak Universidad en la región guambiana del pueblo de Silvia, Cauca.
Somos 10 pueblos diferentes. Aquí tenemos a los coconucos (zona centro del Cauca), los nasa(nororiente, oriente, occidente) una población muy numerosa, los misak, los totoróes, losambalueños, los quizgüeños, los heperaras (en la costa pacífico), los ingas (de
la bota caucana), varios pueblos que se asemejan y hacen parte del
CRIC, a través de este organismo la educación debe articularse en estos
valores. Una educación por fuera del espíritu de la comunidad es vacía, y
sin el espíritu de la comunidad esta es la muerte. Hemos venido
trabajando con el proceso de escuelas de formación y niveles de
educación (primaria, secundaria y universidades), cada comunidad ha
definido unas estructuras –locales y zonales- a través de programas de
desarrollo comunitario (los PECS), que recogen las líneas base de qué es
lo que se quiere que se eduque en las comunidades.
La Universidad Autónoma Indígena Intercultural (UAIIN,
fundada en 2010) facilita la formación de nuevos líderes, futuros
dirigentes para que entren a aportar los conocimientos y organización en
cada comunidad, fortaleciendo así los gobiernos propios y la
autonomía que a estos refieren. Y aunque no haya sido reconocida
todavía, para los pueblos ya lo es, pero no sólo para los pueblos del
Cauca, sino para los 84 pueblos a nivel nacional, pues aquí vienen a
formarse comunidades de otros pueblos del país. El reconocimiento de la
UAIIN es también una lucha, no sólo en aras de reconocerse como
estructura, sino como líneas pedagógicas.
RI: Un fenómeno que nos fue de
primordial interés para visitar este país y forjar vínculos con las
organizaciones sociales y comunidades del Cauca, es el proceso de Liberación de la Madre Tierra.
¿Qué opina el CRIC y cómo ha apoyado a los indígenas y campesinos que
realizan estas acciones?, ¿en qué zonas y cuánta extensión territorial
buscan liberar? (…)
MF: Así como el CRIC ha crecido, también
tiene sus debilidades, elementos que nos han fortalecido en cuanto a la
unidad del movimiento. La recuperación del territorio indígena es
aplicada por los pueblos según su manera de entender esta problemática,
hay pueblos más avanzados que otros y que tienen mayores oportunidades
frente a la liberación de las tierras. A pesar de que contamos con una Cédula Real (títulos
coloniales) y que muchas tierras han sido arrebatadas y usurpadas por
el tema de la colonización, la invasión y el despojo territorial no
solamente por los conflictos armados, sino también por las arremetidas
legislativas que han puesto en riesgo y en desconocimiento nuestras
tierras. No sólo es de desde 2014, es con el surgimiento del CRIC el
hecho de ver la recuperación de tierras como una bandera del movimiento
indígena.
Hay comunidades que han logrado una gran
consolidación en materia de territorio, por ejemplo, existen resguardos
que empezaron recuperando 600 hectáreas, pero en el título colonial se
decía que abarcaban 14,000 ha, por lo que se han intensificado las
acciones de recuperación. La lucha continúa, desde la plataforma
política todo está dinamizado y planteado desde las comunidades,
avalando tácticamente la lucha directa, pero también los diálogos –que
sin desdeñar, sí nos han servido-.
Crear nuevas estructuras como cabildos y
resguardos son normas que respaldan el hecho de que se legitime la
organización indígena de la mano con la recuperación del territorio.
Entre todos construimos la política y el qué-hacer, hemos de continuar,
así como por ahí dicen: hasta que no se apague el sol…
* La plataforma Revolución Internacional se
ha encargado de resumir los puntos hablados en la entrevista para
facilitar su lectura. Compartimos el audio completo en este enlace:
** Mandamos un enorme agradecimiento a los compañeros del Portal Libertario Oaca, Ruptura Colectiva (RC), Alasbarricadas.com, Kaos en la red y
otros sitios web e impresos que han multiplicado la solidaridad con las
diversas luchas difundiendo estas iniciativas de periodismo
independiente.
Notas críticas y referencias
[1] “Caminar la palabra” es uno de los aforismos cosmogónicos del pueblo nasa, referente al encuentro del uno y el otro para
la toma de decisiones o simplemente para la sana convivencia. Resulta
de gran interés encontrar una enorme similitud entre el principio
zapatista de “caminar-preguntando”, enfocado a la formación de valores éticos-políticos mediante el encuentro y la palabra.
[2] Más que hacer referencia a un ad vaculum personificado, el concepto de autoridad para los nasa se enfoca a sus pilares fundamentales y la acción congruente –preservadora- del individuo con estos.
[3] Según la información vertida por la
OPIAC, estos tres decretos llevan un ligamen en cuanto a la creación de
“un régimen especial con el fin de poner en funcionamiento los Territorios Indígenas respecto
de la administración de los sistemas propios”. Habría que aclarar que
la palabra “régimen” no tiene una razón de ser, a lo que según los
compañeros indígenas, es mejor entender como gobernanza o autonomía.
Consúltese en:http://www.opiac.org.co/index.php/noticias/nacionales/301-decreto-2719-de-2014
[4] Las constantes problemáticas territoriales por los mega-proyectos mineros en Colombia.
[5] Para los pueblos del Cauca, el
conocimiento, la cultura y el arte no son disciplinas o prácticas
ligadas a la especialización o mercantilización de estas mismas, ni
siquiera son entendidas como elementos de ocio, como al contrario así
sucede en las ciudades y la occidentalidad. Recordemos la escena
cotidiana de decenas de personas en el transporte público o las calles
más concurridas de estas ciudades, usando auriculares para desconocerse
de lo externo y de los otros.
Publicado el 26 de Agosto de 2016 en:
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