Desde siempre, guardianes protectores de su madre tierra (Pachamama), los pueblos indígenas no dudan al expresar su parecer sobre la actividad minera, sobre el daño socio-cultural que ella produce y las consecuencias, en algunos casos irreparables para con la vida de nuestros hermanos y nuestra cosmovisión.
En el marco del día nacional de la minería, resulta mas que oportuno llevar a todos los sectores de la sociedad el punto de vista de los pueblos indígenas sobre esta actividad y su creciente promoción.
Desde siempre, guardianes protectores de su madre tierra (Pachamama), los pueblos indígenas no dudan al expresar su parecer sobre la actividad minera, sobre el daño socio-cultural que ella produce y las consecuencias, en algunos casos irreparables para con la vida de nuestros hermanos y nuestra cosmovisión. Desde hace un buen tiempo hasta aquí, hemos venido expresando nuestra postura contraria a las legislación actual que proporcionan, a los empresarios mineros, beneficios en lo impositivo y ambiental, con el objeto de desarrollo económico para la región, un camino al desarrollo que, al menos para las comunidades aborígenes, no ha tenido destino alguno y que ha ocasionado severos daños en lo ambiental, social, económico y cultural.
Particularmente, los pueblos indígenas que habitan las regiones de Quebrada y Puna, se hallan constantemente perjudicados por este tipo de actividad, ya que son muchas las comunidades asentadas en territorios de gran riqueza mineral. Varias de ellas ya han tenido experiencia suficiente de lo que puede llegar a pasar cuando en ella se realizan este tipo de actividad, así los daños ocasionados a la cosmovisión de los pueblos indígenas pueden reflejarse en:
• El equilibrio del estilo de vida de la comunidad como una unidad, se ve perturbado por el cambio en el entorno generado por la actividad minera.
• La pureza de los cultivos, que luego será utilizado tanto para la alimentación de los miembros de la comunidad, como para su utilización en ceremonias ancestrales, se ve amenazada no solo por la disponibilidad de agua, sino también por los efectos contaminantes de los residuos producidos en la actividad minera.
• El ganado y toda la fauna del lugar se ve perturbada y ahuyentada por el ruido y la contaminación del aire y el agua, lo que dificulta las tareas de pastoreo, junto a la siembra actividad base de la comunidad.
• La unidad comunitaria se ve amenazada por estrategias de los empresarios, al tratar de dividir la comunidad, haciendo ostentosas ofertas a los miembros individualmente, a fin de conseguir el consentimiento para el inicio de las actividades mineras.
• El rostro visible de nuestra pachamama se ve desfigurado por los continuos movimientos de tierra, apertura de caminos, desvíos de cursos de aguas, etc., daño incalculable y no debidamente considerado ni por los empresarios mineros, ni por el propio estado.
La minería desarrollada por las grandes empresas, denominada minería a cielo abierto, produce impactos negativos al ambiente donde se lleva a cabo, casi siempre daños escusados por el empleo de mano de obra del lugar. Para los pueblos indígenas el desarrollo esta ligado estrechamente a la tierra, al permiso por su utilización y agradecimiento por sus frutos, gracias a ello los pueblos indígenas han sobrevivido por miles de años, y seguirán siendo asi mientras su conjunción con la tierra se lo permita, hasta aquí único tipo de desarrollo comprobable que es sostenible en el tiempo.
Pero los pueblos indígenas no están solos en la lucha. Una creciente reflexión del tema ambiental producto de las manifestaciones negativas del Cambio Climático, ha hecho que numerosos sectores de la sociedad se levanten contra cualquier tipo de actividad que amenace contra la inocuidad y preservación de su medio ambiente. Pruebas de ello son las numerosas marchas en contra la instalación de emprendimientos mineros, denuncias por contaminación del aire, suelo y agua; además de los numerosos eventos de concientizacion ambiental que se vienen llevando a cabo. Los pueblos indígenas a tal efecto, han ratificado en estos eventos su apoyo al pedido de derogación del Código de Minería vigente.
Desde el estado se minimiza la cuestión, aludiendo a que solo son casos aislados, mientras se amplia la difusión de la oferta minera para las empresas internacionales. Siendo de publico conocimiento la dirección de la política de estado en el tema medio ambiental, resulta contradictorio que no se midan coherentemente las consecuencias de lo masiva que se propone sea una industria minera. Es por ello que proponemos, en este día tan especial, una profunda reflexión y autocrítica de lo que se esta haciendo por la preservación del medio ambiente, a la vez que expresamos nuestro total rechazo a su promoción.
El hecho de que desde el gobierno quiera afianzar a la provincia en su posición como capital nacional de la minería sabiendo la posición de los pueblos indígenas para con esta actividad, refleja su escasa voluntad de avanzar con el efectivo reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. En nuestra provincia se hallan asentadas más de 250 comunidades indígenas, es la provincia con mayor cantidad de comunidades de toda la Argentina, el gobierno provincial debería apuntar a la promoción de nuestra provincia como la capital nacional del cumplimiento de los derechos de los Pueblos Indígenas, y asi remediar en parte la deuda histórica para con ellos.
La Capacitación
Desde una mirada visionaria el consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy, hace mas de 2 años viene desarrollando programas de capacitación con profesionales relacionados con el derecho Ambiental, Biodiversidad y el Derecho Minero. El resultado se ve reflejado en las experiencias positivas de los representantes de las comunidades ante procedimientos irregulares por parte de empresas mineras que desean explorar sus territorios. www.ecoportal.net
Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy
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