Los indígenas aislados en situación de extrema vulnerabilidad que emergieron recientemente en la región fronteriza entre Brasil y Perú han dicho que estaban huyendo de ataques violentos en Perú.
FUNAI, el Departamento de Asuntos Indígenas de
Brasil, ha anunciado que un grupo de indígenas no contactados ha
regresado una vez más a su hogar en la selva. Siete indígenas tomaron
contacto pacífico con una comunidad de indígenas asháninka sedentarizada
cerca del río Envira, en el estado occidental de Acre, en Brasil, hace
tres semanas.
Un equipo sanitario del Gobierno fue enviado a la zona y suministró tratamiento por gripe a siete indígenas. FUNAI anunció que reabrirá un puesto de observación en el río Envira que cerró en 2011 tras haber sido invadido por narcotraficantes.
Las recientes noticias han sido consideradas como “extremadamente preocupantes” por Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, puesto que las epidemias de gripe, ante las cuales los indígenas aislados carecen de inmunidad, han exterminado a tribus enteras en el pasado.
Los expertos brasileños creen que estos indígenas, pertenecientes al grupo lingüístico de los panoanes, cruzaron la frontera desde Perú hasta Brasil debido a la presión de madereros ilegales y narcotraficantes que operan en su territorio.
Indígenas no contactados enfrentan presiones en su tierra debido a la tala ilegal, el narcotráfico y la exploración de petróleo y gas (fotografía tomada en 2010).
Indígenas no contactados enfrentan presiones en su tierra debido a la tala ilegal, el narcotráfico y la exploración de petróleo y gas (fotografía tomada en 2010).
© Gleison Miranda/FUNAI/Survival
Nixiwaka Yawanawá, un indígena del estado de Acre, declaró: “Estas noticias prueban que mis parientes no contactados están amenazados por la violencia y las enfermedades infecciosas. Ya estamos al tanto de lo que puede suceder si las autoridades no toman medidas para protegerlos: simplemente desaparecerán. Necesitan tiempo y espacio para decidir cuándo quieren tomar contacto y sus decisiones deben ser respetadas. ¡Son héroes!”.
Los indígenas aislados en Perú sufren de múltiples amenazas a su supervivencia debido a que el Gobierno ya ha abierto hasta el 70% de la selva de la Amazonia para exploraciones de petróleo y gas, incluidas las tierras de los indígenas no contactados.
Los planes para expandir el tristemente célebre proyecto gasístico de Camisea, localizado en el corazón de la reserva Nahua-Nanti para indígenas no contactados, recibieron recientemente luz verde por parte del Gobierno para seguir adelante. El gigante petrolero colombo-canadiense, Pacific Rubiales, también está llevando a cabo exploraciones en tierra habitada por la tribu de los matsés y sus vecinos no contactados.
Ambos proyectos traerán a cientos de trabajadores del sector de hidrocarburos a las tierras de las tribus aisladas e introducirán el riesgo de enfermedades mortales y encuentros violentos, a la vez que ahuyentarán a los animales que los indígenas cazan para su supervivencia.
Survival ha lanzado una petición urgente dirigida a los Gobiernos de Perú y Brasil para que protejan las tierras de los indígenas aislados y exhortando a las autoridades a cumplir con sus compromisos de una cooperación transfronteriza.
El director de Survival, Stephen Corry, declaró: “Estas noticias no podrían ser más preocupantes. Estas personas no solo han confirmado que han sufrido ataques violentos de foráneos en Perú sino que, aparentemente, también han contraído gripe. El escenario más aterrador es que regresen a sus anteriores comunidades portando la gripe con ellos. Es una prueba real para la habilidad de Brasil de proteger a estos grupos vulnerables. A menos que un programa médico continuo se ponga inmediatamente en marcha, el resultado podría ser una catástrofe humanitaria”.
Un equipo sanitario del Gobierno fue enviado a la zona y suministró tratamiento por gripe a siete indígenas. FUNAI anunció que reabrirá un puesto de observación en el río Envira que cerró en 2011 tras haber sido invadido por narcotraficantes.
Las recientes noticias han sido consideradas como “extremadamente preocupantes” por Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, puesto que las epidemias de gripe, ante las cuales los indígenas aislados carecen de inmunidad, han exterminado a tribus enteras en el pasado.
Los expertos brasileños creen que estos indígenas, pertenecientes al grupo lingüístico de los panoanes, cruzaron la frontera desde Perú hasta Brasil debido a la presión de madereros ilegales y narcotraficantes que operan en su territorio.
Indígenas no contactados enfrentan presiones en su tierra debido a la tala ilegal, el narcotráfico y la exploración de petróleo y gas (fotografía tomada en 2010).
Indígenas no contactados enfrentan presiones en su tierra debido a la tala ilegal, el narcotráfico y la exploración de petróleo y gas (fotografía tomada en 2010).
© Gleison Miranda/FUNAI/Survival
Nixiwaka Yawanawá, un indígena del estado de Acre, declaró: “Estas noticias prueban que mis parientes no contactados están amenazados por la violencia y las enfermedades infecciosas. Ya estamos al tanto de lo que puede suceder si las autoridades no toman medidas para protegerlos: simplemente desaparecerán. Necesitan tiempo y espacio para decidir cuándo quieren tomar contacto y sus decisiones deben ser respetadas. ¡Son héroes!”.
Los indígenas aislados en Perú sufren de múltiples amenazas a su supervivencia debido a que el Gobierno ya ha abierto hasta el 70% de la selva de la Amazonia para exploraciones de petróleo y gas, incluidas las tierras de los indígenas no contactados.
Los planes para expandir el tristemente célebre proyecto gasístico de Camisea, localizado en el corazón de la reserva Nahua-Nanti para indígenas no contactados, recibieron recientemente luz verde por parte del Gobierno para seguir adelante. El gigante petrolero colombo-canadiense, Pacific Rubiales, también está llevando a cabo exploraciones en tierra habitada por la tribu de los matsés y sus vecinos no contactados.
Ambos proyectos traerán a cientos de trabajadores del sector de hidrocarburos a las tierras de las tribus aisladas e introducirán el riesgo de enfermedades mortales y encuentros violentos, a la vez que ahuyentarán a los animales que los indígenas cazan para su supervivencia.
Survival ha lanzado una petición urgente dirigida a los Gobiernos de Perú y Brasil para que protejan las tierras de los indígenas aislados y exhortando a las autoridades a cumplir con sus compromisos de una cooperación transfronteriza.
El director de Survival, Stephen Corry, declaró: “Estas noticias no podrían ser más preocupantes. Estas personas no solo han confirmado que han sufrido ataques violentos de foráneos en Perú sino que, aparentemente, también han contraído gripe. El escenario más aterrador es que regresen a sus anteriores comunidades portando la gripe con ellos. Es una prueba real para la habilidad de Brasil de proteger a estos grupos vulnerables. A menos que un programa médico continuo se ponga inmediatamente en marcha, el resultado podría ser una catástrofe humanitaria”.
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