A quien corresponda:
Preguntas sin respuestas:
.- Y para las mujeres asesinadas por el “grave” delito de ser mujeres, ¿habrá también burlas, desprecio, acusaciones de que, por exigir un alto a las agresiones y poner, con su sangre, el tema en la agenda no sólo nacional, sino mundial, le hacen el juego a la derecha? Porque no se están muriendo, las están matando. ¿Y si se niegan a aceptar que es un problema que se resuelve atacando la corrupción? ¿Y si se atreven a decir que el origen de ese odio asesino está en el sistema? ¿Y si se les ocurre la descabellada idea de hacer a un lado a los hombres en las decisiones vitales (sí, de vida)? ¿Y si deciden tomar su destino en sus manos? Algo de eso, o todo eso, ¿sería una maniobra gubernamental para evitar que etcétera?
.- Y loas otroas, ¿tendrán que esperar a que la clase política vuelva su encumbrada mirada a uno de los abajos más vilipendiados? ¿Deben resignarse a ser asesinadoas hasta llegar al número que merezca atención? ¿Y si se organizan, y si demandan respeto, y si deciden que ya basta de que el desprecio que reciben se convierta en muerte? ¿Se les dirá que su problemática no es prioritaria, que no es políticamente correcta en general, y contraproducente en lo particular de una competencia electoral, que deben sumar y no restar con sus reivindicaciones?
.- La iglesia progresista, cuyos párrocos, hermanas y seglares son quienes palpan de primera mano, sin intermediarios, el dolor, la angustia y la desesperación de migrantes, de familiares de desaparecid@s, de pueblos enteros agredidos, de la rabia por la impunidad, de la frustración por padecer una injusticia hecha ley con toga y birrete, ¿tiene interés en administrar ese dolor en beneficio propio? ¿qué ganan haciendo suyo ese lamento, identificándose con esa rabia? Y si esa visión, construida no sólo frente a amenazas de todo tipo, también arriesgando la vida terrena, ve que no bastan las soluciones que se ofrecen en el horizonte y lo expresa libre y razonadamente, ¿se oponen así, siendo lo que son y obrando en consecuencia, a un cambio real?
.- Si la sola posibilidad de existencia ciudadana (con todos sus derechos y obligaciones), de una mujer indígena, hace que “retiemble en sus centros la tierra”, ¿qué pasaría si su oído y su palabra recorrieran el México de abajo?
.- A usted que lee esto, ¿le molestaría ver y escuchar un debate entre la Calderona de arriba, con sus ropas “típicas” de marcas exclusivas, y una mujer de abajo, indígena de sangre, cultura, lengua e historia? ¿Le interesaría más escuchar lo que prometa la Calderona o lo que proponga la indígena? ¿No querría asomarse a ese choque entre dos mundos? ¿No estarían, de un lado, la mujer de arriba, nacida y criada con todas las comodidades, educada en el sentimiento de superioridad de raza y color, cómplice y pretendida heredera de un psicópata aficionado al alcohol y a la sangre, representante de una élite que lleva a la destrucción total a una Nación, señalada por el Mandón como su vocera; y en el otro lado, una mujer que, como muchas, se forjó trabajando y luchando todos los días, a todas horas y en todos los lugares, no sólo contra un sistema que la oprime como indígena, como trabajadora y como pobre, también como mujer, que se enfrentó y ha enfrentado a un sistema reproducido a imagen y semejanza en los cerebros de los varones y de no pocas mujeres, que con todo en contra, hoy, sin saberlo todavía, tal vez tenga que representarse ya no sólo a sí misma, o a su colectivo, o a su pueblo, tribu, nación o barrio originario, también tenga que aspirar a representar a los millones de mujeres diferentes en lengua, color y raza, pero iguales en el dolor y la rebeldía? ¿No estarían, por un lado, una mujer criolla, blanca, símbolo de la opresión, la burla, el escarnio, la impunidad, la impudicia; y del otro una mujer que tendrá que levantar su esencia indígena por encima de un racismo que permea todos los estratos sociales? ¿No sería verdad que, sin apenas darse cuenta, dejaría usted de ser espectadora, espectador, y desearía, desde lo más profundo de sus sentimientos, que en ese debate venciera, en buena lid, la que tiene todo en contra? ¿No aplaudiría que con esa mujer indígena ganara la razón y no la fuerza del dinero?
.- ¿Le preocupa que la mujer indígena no sepa hablar bien el español, pero no que el actual titular del ejecutivo federal no sepa hablar, punto?
.- ¿Qué tan sólido estará el sistema político mexicano, y qué tan fundamentadas y consistentes son las tácticas y estrategias de los partidos políticos, que basta que alguien diga públicamente que está pensando algo, y que le va a preguntar a sus demás iguales qué piensan de lo que está pensando, para que se pongan histéricos?
.- ¿En qué medida la propuesta de que un concejo (con “c”) indígena de gobierno, es decir, un colectivo y no un individuo, sea el responsable del ejecutivo federal, apuntala-el-presidencialismo- se- hace- cómplice- de- la- farsa- electoral-contribuye-a- reforzar-la-democracia-burguesa -le- hace- el- juego- a- la- oligarquía- y- al- imperialismo-yanqui-chino-ruso-judeoislámico-milenarista,- además- de- traicionar -los-altos-principios- de- la- revolución- proletaria- mundial?
.- ¿Debemos seguir la inercia de la clase política, cabezas “pensantes” y saltimbanquis de todo tipo, y responder a las críticas infundadas y a las que, con fundamentos, nos cuestionan y provocan pensar, con descalificaciones que, además de ser ociosas, ya aburren (como peñabots, paniaguados, pejezombis, perderistas, etceteristas)?
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.- Idea para hacerse millonari@ (o para conseguir paga para la
recolección de firmas y la campaña -oh, oh, parece que va en serio-):
una aplicación que autocensure en tuiter
cuando se escribe una tontería. Eso, porque las capturas de pantalla no
van a perdonar una. ¿Eh? ¿Ya se les había ocurrido? Bueno, pues se
mochan, porque cuando el CNI nos autorice a explicar, borrar esos tuits
va a ser inútil.
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.- Clasificación de la primera semana:Finalista al mejor meme: El Deforma (lo que tampoco tiene mucho mérito, porque El Deforma es como el Barcelona F.C. de los memes)
Finalista al mejor tuit de sospecha fundamentada: “A mí lo que me parece más sospechoso es q el #EZLN siempre se pone de moda en tiempo de frío y luego salen bien caros los putos pasamontañas”
Finalista a la mejor serie de tuits sobre el tema: “Oigan, y a todo esto, ¿los zapatistas usan Twitter? / Pregunto porque aquí estamos regañándolos, burlándonos, haciendo escarnio de ellos / Diciéndoles, ordenándoles lo que pueden y deben hacer y no / y si ellos ni en cuenta / y si ni nos pelan, pues es como / masturbarse viendo, excitad@s, una caja de cereales, oiga / ojo: no olvidar borrar esta serie de tuits / . ¡Warning! Su cuenta de Twitter ha sufrido el ataque de una captura de pantalla.
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.- Oiga, un consejo (con “s”) en buen plan: no le caería mal un curso
de comprensión de lectura, oiga. Y ya entrados en letras, oiga, uno de
redacción… manque sea con el limitado horizonte de los 140 caracteres,
oiga..- Máxima no confuciana: “aunque parezca increíble, parece que hay no uno, sino muchos mundos fuera de las redes sociales”.
Defensa Zapatista, Chicharito Hernández y Lionel Messi.
No sé cómo rayos fue a dar ese balón a mi champa, el asunto es que
detrás de él llegó una niña de… ¿cuántos años? Calculo que entre los 8 y
los 10, que en comunidad pueden ser años o décadas. No es la primera
vez que el tono irreverente y alegre de la niñez zapatista irrumpe en el
solitario cuarto que, a veces, me hospeda, así que no hice mucho caso y
seguí revisando y leyendo la tormenta en redes sociales y medios libres
y de paga. Y no me hubiera percatado de la presencia de la niña si no
hubiera dicho, con voz conocedora: “es como lo del Chicharito y el Messi”.
Entonces me di cuenta que la niña estaba mirando, por sobre de mi
hombro, la pantalla de la computadora portátil. Recordando la vieja
máxima de que el mejor ataque es la defensa, le pregunté: “¿Y tú quién eres? No te conozco”. La niña respondió “yo me llamo Defensa Zapatista” con el mismo tono de obviedad que si dijera “energía igual a masa por velocidad de la luz al cuadrado”. Y, señalando la pantalla, agregó: “El Chicharito no juega en el Barcelona y el Messi no juega en los Jaguares de Chiapas”. Me volví para mirar si había cambiado, sin darme cuenta, de hashtag, pero no, en el encabezado se leía “#ezln”. Lo que ocurre en la cabeza de una niña zapatista es, más que un mundo, un Big Bang en continua expansión, no obstante, le pregunté “¿Y qué rayos tiene que ver eso?”. La niña respondió con la misma cara con que se dice “No sabes nada, John Snow”:“Ahí es como si están criticando que el Chicharito no mete goles en el Barcelona y que el Messi no hace nada para que los Jaguares suban puntos. Y unos dicen que el Chicharito va a recuperarse, otros que ya valió. Unos dicen que el Messi está triste porque no lo apoyan en sus países que nació, otros dicen que es que le aprieta el zapato y si cambia de zapato ya le va a pegar bien a la pelota.
Pero tras que Chicharito no juega en el Barcelona ni Messi en los Jaguares. O sea que de balde se ponen bravos”.
Yo estaba valorando el cambio de paradigma que suponía el razonamiento de “Defensa Zapatista”, cuando ella empezó con: “Oí Sup, ¿por qué no se organiza un partido de fútbol cuando vengan los que son como somos acá? Bueno, no lo hemos completado el equipo y luego el Pedrito se cree muy machito el muy maldito, y el gato-perro pues acaso obedece las órdenes, el caballo choco seguido se queda dormido, y los demás jugadores, pues en veces llegan y en veces se van. Mira, yo ya lo pensé la canción de cuando gánemos la final. ¿Tú lo sabes la tonelada? ¡Qué vas a saber si eres sup! Entonces te aconsejo que lo estudias las ciencias y las artes, y así pues claro te queda que el problema está en que Chicharito no juega con el Barcelona, ni Messi con Jaguares, y entonces pues ya no preocupas y a volar cuervos que te sacarán los ojos. Ya me voy ya porque no se ha completado el equipo y qué tal que nos toca como quien dice la inauguración”.
Ya en la puerta, la niña volteó y me dijo: “Oí Sup, si llegan mis mamaces y preguntan si me viste, tú lo dices claro que Chicharito no juega en el Barcelona ni Messi con los Jaguares. O sea que como quien dice no digas mentiras, porque las mamaces lo saben luego que estás mentirando. Entonces lo que tienes que hacer es cambiar la jugada, o sea que haces como que vas para allá, pero nada, que vas para acá. Si quieres te lo explico luego, pero primero estudia, porque si llegas en la escuela autónoma te van a burlar, peor el Pedrito, porque el muy maldito ya acabó la primaria y se presume. Pero ya va a ver que yo también termino y anda vete, a volar cuervos que te sacarán los ojos. Del equipo, no preocupas, ya vamos a ser más. De repente dilata, pero sí, ya vamos a ser más”. Se fue la niña.
Llegó el SubMoy y me preguntó: “¿Ya tienes el texto de la explicación?”.
“No, pero el Chicharito no juega en el Barcelona ni Messi con los Jaguares”, le respondí siguiendo el consejo de “Defensa Zapatista”.
El SubMoy me miró y tomó su radio comunicación y ordenó; “manden a alguien de sanidad con una inyección”.
Yo corrí, ¿qué otra cosa podía hacer?
Guau-Miau.
SupGaleano.
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