Una
campaña del Gobierno keniata en contra de una de las pocas tribus
cazadoras-recolectoras que quedan en el este de África subió de
intensidad, a medida que las expulsiones se disparan en la totalidad de
su hogar ancestral.
Los sengwer han protegido por siglos las colinas Cherangany, en Kenia
occidental, pero el Gobierno los está forzando a salir de sus hogares
en nombre de la salvaguarda del suministro urbano de agua y de la
protección del bosque.
Cuando se hizo evidente que los planes del Gobierno apuntaban a expulsar a los sengwers
no solo de una parte, sino de la totalidad de sus tierras ancestrales,
un hombre sengwer describió la situación como “un desastre. El Gobierno
de Kenia nos está empujando a la extinción”.
Al menos unos mil hogares ya han sido incendiados en el bosque de
Embobut, en la colinas de Cherangany, junto a mantas, alimentos
almacenados, cubertería de cocina y materiales escolares.
Ahora se preveen desalojos en el resto de las colinas. Esto significa
que decenas de miles de sengwers, habitantes originarios de esas
tierras, serán expulsados de sus hogares.
El Gobierno está violando los tratados internacionales y de derechos
humanos, así como la propia constitución y sentencias judiciales del
país. Un juez del Tribunal Supremo ordenó recientemente que cualquiera
que desafiara los fallos judiciales en contra de las expulsiones debería
ser arrestado, pero la policía se movilizó entonces para asistir al
Servicio Forestal de Kenia con los desalojos.
El Servicio Forestal de Kenia es un cuerpo de seguridad forestal
financiado por el Banco Mundial y el Gobierno finés, que ha estado
prendiendo fuego a los hogares de los sengwers durante diez días.
Para justificar su comportamiento, el Gobierno ha descrito a los
sengwers como “invasores” que han aceptado dinero para ser reasentados.
En realidad, a muy pocos de los sengwers les fue ofrecida
compensación alguna, y quienes recibieron el ofrecimiento no
consintieron irse.
Tal y como enfatizó el portavoz sengwer, Yator Kiptum, Embobut es la
tierra comunal de los sengwers, de acuerdo a lo reconocido por el propio
Gobierno en el pasado. “Los sengwer no son usurpadores ni desplazados
internos, sino una comunidad indígena que vive en el interior de sus
tierras ancestrales y territorios, y el bosque Embobut es parte de
estos”.
Los sengwers están haciendo un llamamiento para que su caso sea
llevado legalmente por la Comisión Nacional de Tierras de Kenia y así,
conjuntamente con el Programa para los Pueblos de los Bosques, poder
continuar su reclamo internacional.
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