Junio del 2016.
Del cuaderno de apuntes del Gato-perro:
.- No sabemos si en el resto del país, pero al menos en Chiapas, los de arriba están perdiendo la guerra mediática.
Hemos visto a familias enteras, en el medio rural y el urbano, apoyar
al magisterio. Y no nos referimos a apoyos del tipo “este puño sí se
ve”, “el pueblo unido, jamás será vencido”, y las consignas que, a pesar
de las distancias en calendarios y geografías, siguen siendo las
mismas, porque abajo sigue siendo de elemental principio la solidaridad.
Si en movilizaciones anteriores del magisterio rebelde, la “ciudadanía”
(ese término que oculta la desigualdad) se mostraba hastiada y molesta,
ahora las cosas han cambiado.
Cada vez más son las familias que socorren a l@s maestr@s, los apoyan
para sus viajes y marchas, se angustian cuando son agredid@s, les
ofrecen alimentos, bebidas y refugio. Son familias que, según la
taxonomía de la izquierda electoral, estarían “embrutecidas” por la
televisión, “son come tortas”, “están alienadas”, “son acarreadas”, “no
tienen conciencia”. Pero al parecer, la descomunal campaña mediática en
contra del magisterio que resiste, ha fracasado. El movimiento de
resistencia contra la reforma educativa se ha convertido en un espejo
para cada vez más gente-gente (es decir, no la de organizaciones
sociales y políticas, sino gente común). Como si se hubiera despertado
un sentimiento colectivo de urgencia ante la tragedia que viene. Como si
cada golpe de tolete, cada bomba de gas, cada bala de goma, cada orden
de aprehensión, fueran consignas elocuentes: “hoy la ataco a ella, a él;
mañana iré por ti”. Tal vez por eso, detrás de cada maestro hay
familias enteras que simpatizan con su causa y con su lucha.
¿Por qué? ¿Por qué un movimiento que ha sido ferozmente atacado por
todos los frentes sigue creciendo? ¿Por qué, si son “vándalos”,
“holgazanes”, “terroristas”, “corruptos”, “opositores-al-progreso”,
mucha gente de abajo, no poca de en medio, y hasta alguna de arriba,
saluda, así sea a veces en silencio, al magisterio que defiende lo que
cualquier persona defendería?
.- “La realidad es mentira”. Así pudo haber cabeceado su nota el
diario chiapaneco mal llamado “Cuarto Poder” (un medio nostálgico por la
época de fincas y señores de horca y cuchillo) cuando “denunciaba” que
era falsa la fiesta popular que, el pasado 9 de junio y en las calles de
Tuxtla Gutiérrez, capital del suroriental estado mexicano de Chiapas,
se celebró en apoyo al magisterio en resistencia. Parachicos,
danzantes, musiqueros, trajes tradicionales, personas en sillas de
ruedas, marimbas, tambores, pitos y flautas, lo mejor del arte zoque y
miles de personas saludando la resistencia de l@s maestr@s. Del “éxito”
de la guerra mediática contra la CNTE da cuenta una pancarta que rezaba
“Gracias maestro, por enseñarme a luchar”. Otra más señalaba: “No soy
maestro, pero soy chiapaneco y estoy contra la reforma educativa”.
Pero la que molestó a los directivos de “Cuarto Poder” fue la que
decía, palabras más, palabras menos: “Si al güero Velasco lo ponen a
gobernar en el desierto, en unos meses escaseaba la arena”.
.- Pues, a más de 3 años de que se promulgara la presunta “reforma
educativa”, el señor Nuño todavía no puede presentar algún argumento
educativo, así sea mínimo, a favor de su “programa de ajuste de
personal”. Sus argumentos han sido, hasta ahora, los mismos de cualquier
capataz de la época porfirista: gritos histéricos, golpes, amenazas,
despidos, encarcelamientos. Los mismos que emplearía cualquier triste y
gris aspirante a policía posmoderno.
.- Ya los golpearon, ya los gasearon, ya los encarcelaron, ya los
amenazaron, ya los despidieron injustamente, ya los calumniaron, ya
decretaron de facto el estado de sitio en la Ciudad de México. ¿Qué
sigue? ¿Qué los desaparezcan? ¿Qué los asesinen? ¿En serio? ¿La reforma
“educativa” nacerá sobre la sangre y cadáveres de maestras y maestros?
¿Van a suplir los plantones magisteriales con plantones policíacos y
militares? ¿Los bloqueos de protesta por bloqueos con tanques y
bayonetas?
.- Lecciones para Nuño sobre Terrorismo. La toma de rehenes (que eso y
no otra cosa es la detención de miembros de la dirección de la CNTE),
en cualquier terrorismo (el del Estado y el de sus espejos
fundamentalistas) es un recurso para forzar un diálogo y una
negociación. No sabemos si allá arriba se han dado cuenta o no, pero
resulta que la otra parte (el magisterio) es quien busca el diálogo y la
negociación. ¿O la SEP ya se afilió a ISIS y toma rehenes sólo para
sembrar el terror?
.- Hay una anécdota que circulaba entre los servicios de inteligencia
gubernamentales de las grandes potencias. Dicen que, para ganar la
batalla mediática en la guerra contra Vietnam, los servicios de
inteligencia norteamericanos creaban, ésa es
la palabra, escenarios de victorias rotundas, de la creciente debilidad
del enemigo, de la fortaleza moral y material de las tropas propias.
Porque resulta que la estrategia llamada “ganar mentes y corazones”, que
inicialmente estaba destinada a librarse en Vietnam, tuvo que librarse
en las calles de las grandes ciudades de la Unión Americana. Después de
ese abril de 1975 -que recordaba la derrota en Playa Girón, en la Cuba
digna, en el mismo mes, pero de 1961-, un funcionario norteamericano
dijo: “el problema es que fabricamos tantas mentiras para los medios que
acabamos por creerlas nosotros mismos. Creamos una escenografía de
victoria que ocultaba nuestro fracaso. Nuestra propia estridencia evitó
que escucháramos el estrépito de nuestro derrumbe. No está mal mentir,
lo malo es creerse las propias mentiras”. En fin, es claro que nosotras,
nosotros, zapatistas, no sabemos mucho de medios de comunicación, pero
en nuestra humilde opinión, es mal negocio poner, al frente de la
campaña mediática de una privatización descarada, a un capataz triste y
gris que quiere ser policía.
.- Iniciar a la niñez en los primeros pasos a la ciencia y el arte, eso es lo que hacen los maestros, maestras y maestroas.
Doy fe.
Maiu-Guau.
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