Servindi, 23 de octubre, 2015.- Las diferencias existentes entre dos comunidades indígenas del norte de Perú, atizadas por la empresa minera Águila Dorada, llegaron a su fin luego que dirigentes de ambas comunidades reiniciaron el diálogo para unir criterios en defensa de sus intereses comunes.
El 16 de octubre se celebró un encuentro entre la Organización Regional Fronteriza Awajún de Cajamarca (ORFAC), con representantes de la comunidad de Supayaku, y la Organización Regional Aguaruna de San Ignacio (ORASI), con representantes de la comunidad nativa de Naranjos.
Se trató de un importante cita para el pueblo Awajún de Cajamarca, la cual tuvo lugar en la comunidad de Yamakey, anexo de la comunidad nativa de Supayaku.
El evento contó con la asistencia de aproximadamente 60 personas que respaldaron plenamente el encuentro y reafirmaron la decisión de retomar el diálogo como pueblos hermanos, unidos en la defensa territorial y en el rechazo a la minería que contamina sus territorio y los divide.
Alberto Ramos, nuevo presidente de ORASI, y Albercio Bazán, presidente de ORFAC, dirigieron la reunión con sus directivos y comuneros de base, quienes participaron junto a sus apus o jefes tradicionales de una y otra comunidad.
Asistieron representantes de los anexos de Supayaku, sólo tres en el caso de Naranjos. La ausencia del apu de la comunidad central de Naranjos generó suspicacia ya que conocía de la convocatoria.
Además, se hicieron presentes Neire Unkuch, consejero regional awajún de Cajamarca; Wilmer Jeremías, responsable de la Oficina de Enlace de Asuntos Nativos de San Ignacio y el Teniente Alcalde de la Municipalidad de Huarango.
Antecedentes
Ambas comunidades estuvieron divididas varios años a raíz de la decisión de los anteriores dirigentes de ORASI de firmar de manera inconsulta un convenio con la empresa minera Águila Dorada para que esta realice actividades de exploración en sus territorios.La desavenencia se produjo por el impacto negativo que dicha actividad ocasionaría a la vecina comunidad de Supayaku.
Según una nota informativa de la asociación Fedepaz, el pueblo de Naranjos decidió el 23 de agosto la salida de los dirigentes anteriores de ORASI, cuestionados por su “actuar turbio, agresivo y en beneficio propio”.
De acuerdo a la misma nota, los cuestionados dirigentes “consiguieron anclarse en sus cargos el tiempo suficiente para mantener a la población de Naranjos en estado de confusión, desinformación y tensión”.
Los dirigentes alimentaron “constantemente la idea de un ataque por parte de Supayaku, incrementando el miedo y el resentimiento entre ambas comunidades que tuvieron que privarse de confiar y encontrarse a pesar de ser hermanas y compartir familias”.
Acuerdos
Uno de los acuerdos fue interpelar al apu de Naranjos por su ausencia, lo que indicaría su alianza con la cuestionada directiva anterior de ORASI y la empresa minera que les habría otorgado beneficios personales.También rechazaron las graves amenazas que por vía telefónica recibió en plena asamblea el responsable de la Oficina de Asuntos Indígenas de San Ignacio, quien apoya el diálogo entre ambas comunidades, amenaza de la que fueron testigos los asistentes y quedó registrada en actas.
Como organización aliada en la zona e invitada por ambas organizaciones a participar de este encuentro, Fedepaz expresó su rechazo a cualquier manifestación violenta en contra de quienes conducen el proceso de diálogo.
También expresó su respaldo al restablecimiento de los lazos de hermandad del pueblo awajún de Cajamarca y al empoderamiento de sus líderes desde el respeto de la voluntad de su pueblo
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