Introducción : Grito de
fastidio de las poblaciones indígenas del Canadá, el movimiento Idle no
more está marchando para entrar en la Historia de las grandes
contestaciones que hacen adelantarse a la Humanidad. Un movimiento
espontaneo del cual las autoridades locales no conocieron las
intenciones y que huele la primavera árabe, pues está tirando su savia
del pueblo y de las redes sociales.
Todo empezó a partir de cuatro mujeres y
de una gota de agua, la que hizo rebasar la copa. Una ley, con un
horroroso nombre de matrícula de prisionero, la C-45, propuesta luego
adoptada por el gobierno Harper, está simplificando la adquisición de
las tierras indígenas, revisando fuertemente a la baja la protección de
los ríos y lagos, tan apreciados a su sobrevivencia.
El momento es trágico por los pueblos
indígenas del Canadá. “Idle no more” (“nunca más la inacción!”) se
vuelve su canto de guerra. Rutas, ferrocarriles, puentes son trabados
pacíficamente. Obreros, sindicatos, ONGs, alter mundialistas, el pueblo
vuelve a ponerse en camino y se junta a los amerindios. Eso es
histórico. La gota se vuelve riachuelo, pues río y próximamente marea
humana, porque Idle no more está creciendo cada día más y sus afluentes
están alcanzando a los escondrijos alejados de la planeta.
Está asustando a los medias, los
políticos, está tomando atajos sobre Internet. Pasó por los EE.UU,
empieza a alcanzar Europa, esa grande marea humana se infla ahora de los
aguas del Río Xingu, herido por la represa de Belo Monte, por la voz de
su más ardiente defensor, el Cacique Raoni. Esta voz, la de un sabio
respetado por el mundo entero, atravesó 8000 kilómetros. Tiende un
puente sobre los dramas de dos historias paralelas: la de los pueblos
amerindios del Norte y la de sus hermanos del Sur. Las dos se está
pasando ahora y Idle no more puede ser un capitulo crucial.
Esto es el sentido del apoyo del Cacique
Raoni. Amerindios y indígenas de todos los continentes tienen que
marchar juntos, cerca de los quienes, aplastados por nuestra
civilización, se reconocen en esta lucha. El mensaje de apoyo del
Cacique Raoni tiene la fuerza y el impetú de una marea. Su flujo, la voz
de los Kayapo, sale ahora hacía el Canadá. Su “reflujo”, el canto de
las Primeras Naciones y de Idle no more, ganará pronto, esperemos, a la
inversa, el Brasil y el resto del continente amerindio. Podría despertar
las conciencias, el pueblo y hacer vacilar a los poderosos.
Gert-Peter Bruch – Planeta Amazonia
Cacique RAONI METUKTIRE, pueblo Kayapó, Mato Grosso, Brasil
Carta de apoyo al movimiento Idle No More y a mis hermanos indígenas del Canadá
Con esa carta, yo, Cacique Raoni
Metuktire, jefe del pueblo Mebengokre (Kayapo), nativo de Brasil, deseo
traer mi apoyo al movimiento Idle No More, recién nacido en Canadá y
iniciado por nuestros hermanos indígenas de ese país.
En el verano de 2001, en
??agosto, tuve el gran honor y el placer de visitar algunos de ellos.
Con otros representantes Kayapo, Takrakudja, Tedje Patni y mi hijo, que
respondieron a la invitación de los innu de la costa norte de Quebec y
nos dieron la bienvenida en las comunidades utenam Mani-de-Shipu Unaman
de Pakut-Shipu y Ekuanitshit. Sostuve en nombre de mi pueblo, los
esfuerzos innu para la preservación de los recursos naturales y
Nitassinan. Tenemos que darnos cuenta de que a pesar de vivir lejos el
uno del otro, nuestros dos pueblos hermanos encontraron con los mismos
problemas que enfrentan las mismas preocupaciones, las mismas amenazas:
presas hidroeléctricas, la prospección, la separación de los territorios
indígenas construcción de caminos, tala de árboles. A esto se añadió la
comercialización del agua y las aeronaves que vuelan a baja altura. Lo
hemos experimentado en nuestra propia tierra y nuestro pueblo sufrió las
consecuencias que esto ha resultado en el ecosistema, la flora, la
fauna, nuestras familias y nuestras actividades tradicionales.
En Pakut-shipu, pude observar
las instalaciones de la represa Robertson y los trastornos que causó en
el territorio de los Innus. Yo mismo pide el apoyo del mundo entero, al
nombre de mi pueblo y de otros pueblos del Xingu, para impedir la
construcción de la represa de Belo Monte cual nos preocupa tanto. Mucha
gente nos sostiene pero el gobierno de mi país no quiere escuchar como
no quieren escucharme, yo y mi pueblo, y como el gobierno del Canadá no
quiere escuchar la voz de mis hermanos indígenas.
Me entere de lo que está pasando
en este momento en Canadá y estoy muy preocupado. Me entere que, en
diciembre 2012, el gobierno del Primer Ministro Stephen Harper había
adoptado el proyecto de ley C-45 sin previamente haber consultado a los
líderes de las Primeras Naciones, ni haber obtenido su consentimiento
libre y instruido, lo que constituye una violación de los tratados
indígenas firmados por Canadá. Me entere que esta ley da el poder al
ministro de los Asuntos Amerindios para entablar medidas a fin de quitar
el estatuto de reserva a un territorio indígena del Canadá dejando la
puerta abierta a la privatización de los territorios indígenas del
Canadá. Otra vez más todo está arreglado para desposeer a nuestros
hermanos de sus tierras. Me entere que esa ley permitiría reducir el
número de lagos y ríos protegidos en Canadá. Me entere que esa ley iba a
moderar las normas ambientales para que las empresas puedan aumentar
sus provechos, sin tener en cuenta la polución y la contaminación de las
poblaciones indígenas, quienes ya padecieron mucho de eso. Me entere
que esa ley ponía en peligro el agua potable cuyo nuestros hermanos
indígenas necesitan para vivir. Me entere que esa ley iba a afectar a
los pescadores. La pesca es esencial para la sobrevivencia de mi pueblo y
eso es una de las razones por las cuales somos opuestos a las grandes
represas que lo afectan causando la desaparición de muchos especies
cuyas necesitamos para sobrevivir. Pues entiendo bien la grande
preocupación de los pescadores del Canadá.
Tal cual que los nuestros, los
derechos de las poblaciones indígenas del Canadá están protegidos por la
Constitución de su país y las convenciones internacionales a respeto de
los Derechos Humanos. Tal cual que los nuestros, los derechos de las
poblaciones del Canadá están engañados por el gobierno de su país.
El ministro de los Asuntos
Amerindios, John Duncan, afirma haber encontrado 50 comunidades
indígenas y realizado 5000 consultaciones pero él y su equipo,
claramente, no obtuvieron el consentimiento de las Primeras Naciones
sobre los siete proyectos de leyes a los cuales los militantes de Idle
No More se oponen. Es para todas esas razones que aseguro de mi entera
solidaridad a los activistas de Idle No More, quienes exigen del
gobierno Harper que impide la aplicación de la ley C-45 hasta que tenga
no se reunió y consultó con dirigentes aborígenes y obtener su
consentimiento.
Me entere que en el mundo entero
la gente está cada día más numerosa para sostener el movimiento Idle No
More, especialmente a través de los redes sociales. Invito todos los
que me sostienen en mis acciones a sostener también Idle No More, como
invito todos los que sostienen el movimiento Idle No More a sostener
igualmente la lucha de mi pueblo Kayapo para la salvaguardia de los
territorios indígenas y la oposición a la represa de Belo Monte.
Es la misma lucha. Entonces,
nunca olvidan que somos más fuertes cuando estamos unidos. Es porque mis
hermanos indígenas del Canadá podrán siempre contar con mi apoyo. Estoy
hoy y estaré mañana siempre con ellos en espíritu en las luchas y
manifestaciones para salvaguardar sus derechos.
Con toda mi fraternidad.
Cacique Raoni Metuktire*
*El documento original de esta carta fue firmado también por Megaron Txucarramae, Yabuti Metuktire y Ararapam Trumai, grandes representantes del pueblo Kayapo.
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