Chenalhó, a 4 de junio de 2013
Al Lic. Manuel Velasco Coello, Gobernador de Chiapas
A la Secretaría de Gobierno de Chiapas
A la Comisión Nacional de Derechos Humanos
A la Comisión Estatal de Derechos Humanos
A los Medios de Comunicación
A la Opinión Pública
La comunidad católica de la Parroquia de San Pedro Chenalhó, ubicada en el municipio de este mismo nombre, a través de sus autoridades y representantes denuncia el despojo que está sufriendo la comunidad católica de la Col. Puebla del terreno donde se encuentra su ermita y de material de construcción; despojo llevado a cabo por parte de las autoridades de dicha colonia y ante el silencio o la franca complicidad de las autoridades municipales y agrarias.
Después de haber acudido repetidamente ante las autoridades competentes (municipales, agrarias y de derechos humanos) para denunciar, primero las amenazas de invasión y despojo y después el cumplimiento de las mismas por parte de las autoridades de dicha colonia, denunciamos ahora ante la opinión pública el hecho de que los actos de despojo continúan avanzando y las autoridades siguen sin hacer nada por impedirlo.
Al amparo de la inacción de las autoridades, en la última “asamblea” ejidal, el comisariado Agustín Cruz Gómez, principal instigador de la agresión, dijo que ya tenían el acuerdo de las autoridades municipales, estatales y agrarias e incluso afirmó que “gobernación” (el gobierno del estado), “la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el INAH, ya nos dijeron que ese terreno es nuestro y podemos empezar a trabajar”. Acto seguido fueron a llamar a dos maquinistas contratados por el ayuntamiento para reparar la carretera para que los acompañaran a invadir el terreno, cosa que hicieron.
HECHOS:
1) Domingo 7 de abril de 2013.- Las 32 familias creyentes de la religión católica toman el acuerdo de iniciar las obras de remodelación y construcción de su templo, lo que implica, dado su avanzado deterioro demoler el hasta ahora existente.
2) Viernes 12 de abril.- Inician las obras de demolición.
3) Miércoles 24 de abril.- Los creyentes católicos entregan al presidente municipal de Chenalhó, Prof. José Arias Vázquez, un escrito en el que se le informa de las obras en curso.
4) Lunes 29 de abril.- Un grupo de aproximadamente 140 personas encabezadas por el Comisariado Ejidal: Agustín Cruz Gómez, por el Consejo de vigilancia: Juan López Arias, Agente Rural Municipal: Lorenzo Gutiérrez Gómez, Patronato de obras: Javier Cruz López, Comité de Luz: Lorenzo López Méndez, Comité de Salud: Diego Hernández López se reúnen en asamblea. El comisariado, con el argumento de que algunos de ellos habían trabajado en la construcción del templo cuando eran católicos hace casi 40 años, les dice que el templo no pertenece a los católicos sino al ejido y los incita a tomar posesión de él. Al terminar la asamblea cerca de 140 personas encabezadas por las autoridades mencionadas rompieron el portón de entrada al predio donde se ubica la ermita y una cocina comunitaria, invadieron el terreno y después de medir y colocar una mojonera a 28.3 metros de la entrada amenazaron con que se iban a apoderar de esa fracción del terreno así como de material de construcción que se encuentra en ese espacio.
5) Martes 7 de mayo.-
En la mañana:
Los representantes de los católicos, el párroco Manuel Pérez Gómez, el consejo parroquial y representantes de la Col. Puebla y de la Sociedad Civil de las Abejas se entrevistaron con el presidente municipal en sus oficinas del ayuntamiento para informarle que ese mismo día en la tarde el grupo del comisariado ejidal tenía planeado invadir el terreno de los católicos y poner su alambrado. El presidente asumió abiertamente la postura de los agresores repitiendo las falsas acusaciones a los católicos de haberse robado un dinero que estaba enterrado en los cimientos de la iglesia y una campana y en cambio nada dijo de la inminente invasión. Con esta actitud el presidente municipal avaló el despojo que se consumaría ese mismo día en la tarde.
Cerca de las 3:30 PM:
Un grupo de 52 personas que cargaban palos, martillos, machetes y dos motosierras, encabezadas por el Comisariado Ejidal Agustín Cruz Gómez, y las demás autoridades citadas anteriormente llegaron al predio de la Iglesia Católica en esta comunidad; entraron por la puerta del enmallado que habían derribado antes el día 29 de abril y procedieron a cercar con alambre de púas una gran porción del predio (aproximadamente las dos terceras partes). Con este cerco las personas señaladas pretenden apropiarse de esta porción del terreno, dejando a los católicos solo una pequeña cuchilla donde se encuentran la cocina y el salón de catequesis. Además cerraron el paso hacia estos lugares con lo que le quitan a la comunidad católica hasta el último rincón para reunirse y de esta manera confirman el carácter arbitrario de su acción.
6) Miércoles 8 de mayo.- El presidente municipal acompañado de varios regidores y el delegado de gobierno, se presentó en la Col. Puebla y junto con las autoridades locales se dirigieron al terreno y volvieron a tomar las medidas del terreno y su división, con lo que volvieron a avalar las acciones delictivas de las autoridades de la comunidad.
6) Sábado 11 de mayo.- El presidente municipal de Chenalhó, acompañado por el síndico municipal y por el delegado de gobierno y el juez municipal llegaron a la Col. Puebla y ahí se entrevistaron por segunda vez con los representantes de los católicos, el párroco Manuel Pérez Gómez y el consejo parroquial. Aunque el presidente municipal al principio trató de asumir una postura más conciliadora, el juez, extralimitándose claramente de sus funciones, intervino más directamente a favor de los invasores diciendo que lo que habían hecho era lo correcto y ya el presidente guardó silencio.
7) Lunes 3 de junio-. El comisariado ejidal vuelve a convocar a su gente y, como dijimos al comienzo de este comunicado, les dice que ya tiene autorización de las autoridades para apoderarse del predio y de inmediato procede con sus cómplices a traer dos máquinas que estaban trabajando en la carretera para que invadan el predio y empiecen a aplanar el terreno y a sacar las piedras de la demolición.
8) Martes 4 de junio.- Abraham Cruz Gómez, hijo del comisariado ejidal, estuvo a punto de atropellar al niño Alfredo Girón Santiz, hijo de Albertina Santiz Arias, miembro de la comunidad católica; testigos señalan que el hecho fue deliberado. El grupo de agresores desmontan parte de la cocina comunitaria de los católicos y se roban madera, láminas, varilla y piedras.
ACLARACIONES Y CONSIDERACIONES FINALES.-
1) El despojo del que somos víctimas es totalmente arbitrario y los pretextos que se esgrimen para justificarlo no son más que eso: pretextos. Así por ejemplo, se alega que el templo demolido, debido a su antigüedad, caía bajo la jurisdicción del INAH y que los creyentes no dieron aviso previo a ese instituto antes de iniciar la demolición. Lo que respondemos a eso es que el templo era suficientemente antiguo (38 años) como para acreditar la posesión ininterrumpida y la consecuente propiedad legítima del mismo, pero no tan antiguo como para ser considerado “monumento colonial”. De cualquier manera si acaso hubo alguna violación de los reglamentos del INAH, toca al INAH mismo informar a los afectados y proceder según sus mismos reglamentos y de ninguna manera justifica que autoridades que no tienen que ver con el INAH como son las ejidales, tomen en sus manos la “justicia” y peor aún, procedan a una represalia totalmente desproporcionada con el supuesto ilícito, como lo es el apropiarse arbitrariamente de más de la mitad del predio despojando a sus legítimos propietarios. Además esa manera de proceder de una autoridad local está completamente contra la manera tradicional de resolver conflictos según los usos y costumbres indígenas.
2) Es conveniente señalar que durante todo este tiempo los católicos han procedido de una manera pacífica que ha evitado toda provocación; ni siquiera han cortado el alambre que les impide el acceso al salón que sirve provisionalmente como ermita, cosa a la que tienen completo e indiscutible derecho. Los católicos se han limitado a reunirse pacíficamente a hacer sus celebraciones y a hablar del conflicto y han acudido constantemente a las autoridades que deberían hacer algo para defender su derecho sin haber logrado nada al respecto: han acudido al presidente municipal, al juez municipal, a la Fiscalía (estatal) de Justicia Indígena, a la Procuraduría Agraria (que ha estado evadiendo fijar una fecha para tratar el problema con las partes), a las comisiones nacional y estatal de derechos humanos, con el único resultado hasta ahora de que los agresores siguen tranquilamente perpetrando su agresión.
3) Lo que hace particularmente preocupante lo que está sucediendo, más allá del hecho aislado del despojo de un terreno, es que:
Se da en momentos en que crece la tensión en Chiapas, se reviven viejos conflictos y se presentan nuevas situaciones de violencia.(Venustiano Carranza, Ejido San Sebastián Bachajón, Petalcingo en Tila, Palenque y otros).
Parece que se están repitiendo los trágicos acontecimientos de 1997 que culminaron con la matanza de Acteal y que uno de los focos donde comenzaron fue precisamente el de la Col. Puebla: Agustín Cruz Gómez, comisariado y pastor presbiteriano es el mismo que, en 1997, ya siendo pastor, encabezó la agresión contra los miembros de las Abejas, varios de ellos golpeados y casi todos desplazados forzosamente. Agustín Cruz es uno de los tristemente célebres pastores que bendijeron las armas de los paramilitares.
Tampoco se puede ignorar el hecho de que esta agresión coincide con la excarcelación de los paramilitares acusados e incluso sentenciados por la masacre de Acteal y si algo se ha demostrado hasta la saciedad en Chiapas es que: la impunidad genera más violencia. En particular los hechos de la Col. Puebla se suscitaron a los pocos días de la excarcelación de Jacinto Arias Cruz, originario de esta comunidad y ex-presidente municipal de Chenalhó, señalado en su momento por la PGR como el principal promotor en Chenalhó del grupo armado que ejecutó la masacre de Acteal. De hecho, en la asamblea del 29 de abril, el comisariado Agustín Cruz Gómez anunció que aunque Jacinto no estaba físicamente presente “él está con nosotros, qué bueno que ya salió y pido un aplauso para él”.
4) Los agresores y las mismas autoridades municipales que los solapan han repetido varias veces que este es un caso de naturaleza agraria y que en un ejido la máxima autoridad es la asamblea ejidal. Nosotros sostenemos que la forma de proceder de las autoridades agrarias en la Col. Puebla de ninguna manera puede equipararse a una asamblea legítima y por eso hemos pedido la intervención de las autoridades agrarias. Pero aun suponiendo que la asamblea fuera legítima y que la mayoría decidiera despojarnos (lo cual hasta ahora no es el caso: solo participaron 140 de 426 cooperantes) no por eso dejaría de ser una violación de nuestros derechos humanos básicos, en particular el derecho de libertad religiosa y el derecho de propiedad. Las mayorías no tienen de ninguna manera el derecho de violar los derechos religiosos de las minorías que en este caso son los católicos.
5) En el fondo este no es un problema religioso entre católicos y protestantes (“evangélicos”) sino un problema suscitado por un sector de los evangélicos que tiene claras intenciones políticas. Con el resto de los evangélicos no existe ningún problema, e incluso algunos de ellos, como los del Séptimo Día, los de la Iglesia Elim y los bautistas nos han manifestado que no están de acuerdo con la agresión contra los católicos.
POR TODO LO ANTERIOR:
Exigimos a las autoridades competentes, tanto estatales como federales y municipales su oportuna intervención para frenar la agresión y restaurar la justicia y el derecho. Si insisten en no intervenir o en hacerlo de la manera facciosa como lo han hecho hasta ahora, se estarán haciendo cómplices de una situación de violencia e impunidad que recuerda demasiado lo sucedido en 1997.
ATENTAMENTE
Pbro. Manuel Pérez Gómez
Párroco de San Pedro Chenalhó
Por el Consejo Parroquial:
Pedro Jiménez Arias
Presidente
Marcela Arias Santiz
Elena Vázquez Pérez
María Guzmán Gómez
Por la Colonia Puebla:
Francisco López Santiz
Catequista
Macario Arias Gómez
Representante de la Iglesia
c.c.p. C. José Arias Vázquez, Presidente Municipal de Chenalhó
c.c.p. Delegado de Gobierno en Chenalhó
c.c.p. D. Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de las Casas
c.c.p. Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación
c.c.p. Procuraduría Agraria. Residencia en San Cristóbal de las Casas
c.c.p. Mesa Directiva de la Sociedad Civil de las Abejas
c.c.p. Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de las Casas A.C.”
Al Lic. Manuel Velasco Coello, Gobernador de Chiapas
A la Secretaría de Gobierno de Chiapas
A la Comisión Nacional de Derechos Humanos
A la Comisión Estatal de Derechos Humanos
A los Medios de Comunicación
A la Opinión Pública
La comunidad católica de la Parroquia de San Pedro Chenalhó, ubicada en el municipio de este mismo nombre, a través de sus autoridades y representantes denuncia el despojo que está sufriendo la comunidad católica de la Col. Puebla del terreno donde se encuentra su ermita y de material de construcción; despojo llevado a cabo por parte de las autoridades de dicha colonia y ante el silencio o la franca complicidad de las autoridades municipales y agrarias.
Después de haber acudido repetidamente ante las autoridades competentes (municipales, agrarias y de derechos humanos) para denunciar, primero las amenazas de invasión y despojo y después el cumplimiento de las mismas por parte de las autoridades de dicha colonia, denunciamos ahora ante la opinión pública el hecho de que los actos de despojo continúan avanzando y las autoridades siguen sin hacer nada por impedirlo.
Al amparo de la inacción de las autoridades, en la última “asamblea” ejidal, el comisariado Agustín Cruz Gómez, principal instigador de la agresión, dijo que ya tenían el acuerdo de las autoridades municipales, estatales y agrarias e incluso afirmó que “gobernación” (el gobierno del estado), “la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el INAH, ya nos dijeron que ese terreno es nuestro y podemos empezar a trabajar”. Acto seguido fueron a llamar a dos maquinistas contratados por el ayuntamiento para reparar la carretera para que los acompañaran a invadir el terreno, cosa que hicieron.
HECHOS:
1) Domingo 7 de abril de 2013.- Las 32 familias creyentes de la religión católica toman el acuerdo de iniciar las obras de remodelación y construcción de su templo, lo que implica, dado su avanzado deterioro demoler el hasta ahora existente.
2) Viernes 12 de abril.- Inician las obras de demolición.
3) Miércoles 24 de abril.- Los creyentes católicos entregan al presidente municipal de Chenalhó, Prof. José Arias Vázquez, un escrito en el que se le informa de las obras en curso.
4) Lunes 29 de abril.- Un grupo de aproximadamente 140 personas encabezadas por el Comisariado Ejidal: Agustín Cruz Gómez, por el Consejo de vigilancia: Juan López Arias, Agente Rural Municipal: Lorenzo Gutiérrez Gómez, Patronato de obras: Javier Cruz López, Comité de Luz: Lorenzo López Méndez, Comité de Salud: Diego Hernández López se reúnen en asamblea. El comisariado, con el argumento de que algunos de ellos habían trabajado en la construcción del templo cuando eran católicos hace casi 40 años, les dice que el templo no pertenece a los católicos sino al ejido y los incita a tomar posesión de él. Al terminar la asamblea cerca de 140 personas encabezadas por las autoridades mencionadas rompieron el portón de entrada al predio donde se ubica la ermita y una cocina comunitaria, invadieron el terreno y después de medir y colocar una mojonera a 28.3 metros de la entrada amenazaron con que se iban a apoderar de esa fracción del terreno así como de material de construcción que se encuentra en ese espacio.
5) Martes 7 de mayo.-
En la mañana:
Los representantes de los católicos, el párroco Manuel Pérez Gómez, el consejo parroquial y representantes de la Col. Puebla y de la Sociedad Civil de las Abejas se entrevistaron con el presidente municipal en sus oficinas del ayuntamiento para informarle que ese mismo día en la tarde el grupo del comisariado ejidal tenía planeado invadir el terreno de los católicos y poner su alambrado. El presidente asumió abiertamente la postura de los agresores repitiendo las falsas acusaciones a los católicos de haberse robado un dinero que estaba enterrado en los cimientos de la iglesia y una campana y en cambio nada dijo de la inminente invasión. Con esta actitud el presidente municipal avaló el despojo que se consumaría ese mismo día en la tarde.
Cerca de las 3:30 PM:
Un grupo de 52 personas que cargaban palos, martillos, machetes y dos motosierras, encabezadas por el Comisariado Ejidal Agustín Cruz Gómez, y las demás autoridades citadas anteriormente llegaron al predio de la Iglesia Católica en esta comunidad; entraron por la puerta del enmallado que habían derribado antes el día 29 de abril y procedieron a cercar con alambre de púas una gran porción del predio (aproximadamente las dos terceras partes). Con este cerco las personas señaladas pretenden apropiarse de esta porción del terreno, dejando a los católicos solo una pequeña cuchilla donde se encuentran la cocina y el salón de catequesis. Además cerraron el paso hacia estos lugares con lo que le quitan a la comunidad católica hasta el último rincón para reunirse y de esta manera confirman el carácter arbitrario de su acción.
6) Miércoles 8 de mayo.- El presidente municipal acompañado de varios regidores y el delegado de gobierno, se presentó en la Col. Puebla y junto con las autoridades locales se dirigieron al terreno y volvieron a tomar las medidas del terreno y su división, con lo que volvieron a avalar las acciones delictivas de las autoridades de la comunidad.
6) Sábado 11 de mayo.- El presidente municipal de Chenalhó, acompañado por el síndico municipal y por el delegado de gobierno y el juez municipal llegaron a la Col. Puebla y ahí se entrevistaron por segunda vez con los representantes de los católicos, el párroco Manuel Pérez Gómez y el consejo parroquial. Aunque el presidente municipal al principio trató de asumir una postura más conciliadora, el juez, extralimitándose claramente de sus funciones, intervino más directamente a favor de los invasores diciendo que lo que habían hecho era lo correcto y ya el presidente guardó silencio.
7) Lunes 3 de junio-. El comisariado ejidal vuelve a convocar a su gente y, como dijimos al comienzo de este comunicado, les dice que ya tiene autorización de las autoridades para apoderarse del predio y de inmediato procede con sus cómplices a traer dos máquinas que estaban trabajando en la carretera para que invadan el predio y empiecen a aplanar el terreno y a sacar las piedras de la demolición.
8) Martes 4 de junio.- Abraham Cruz Gómez, hijo del comisariado ejidal, estuvo a punto de atropellar al niño Alfredo Girón Santiz, hijo de Albertina Santiz Arias, miembro de la comunidad católica; testigos señalan que el hecho fue deliberado. El grupo de agresores desmontan parte de la cocina comunitaria de los católicos y se roban madera, láminas, varilla y piedras.
ACLARACIONES Y CONSIDERACIONES FINALES.-
1) El despojo del que somos víctimas es totalmente arbitrario y los pretextos que se esgrimen para justificarlo no son más que eso: pretextos. Así por ejemplo, se alega que el templo demolido, debido a su antigüedad, caía bajo la jurisdicción del INAH y que los creyentes no dieron aviso previo a ese instituto antes de iniciar la demolición. Lo que respondemos a eso es que el templo era suficientemente antiguo (38 años) como para acreditar la posesión ininterrumpida y la consecuente propiedad legítima del mismo, pero no tan antiguo como para ser considerado “monumento colonial”. De cualquier manera si acaso hubo alguna violación de los reglamentos del INAH, toca al INAH mismo informar a los afectados y proceder según sus mismos reglamentos y de ninguna manera justifica que autoridades que no tienen que ver con el INAH como son las ejidales, tomen en sus manos la “justicia” y peor aún, procedan a una represalia totalmente desproporcionada con el supuesto ilícito, como lo es el apropiarse arbitrariamente de más de la mitad del predio despojando a sus legítimos propietarios. Además esa manera de proceder de una autoridad local está completamente contra la manera tradicional de resolver conflictos según los usos y costumbres indígenas.
2) Es conveniente señalar que durante todo este tiempo los católicos han procedido de una manera pacífica que ha evitado toda provocación; ni siquiera han cortado el alambre que les impide el acceso al salón que sirve provisionalmente como ermita, cosa a la que tienen completo e indiscutible derecho. Los católicos se han limitado a reunirse pacíficamente a hacer sus celebraciones y a hablar del conflicto y han acudido constantemente a las autoridades que deberían hacer algo para defender su derecho sin haber logrado nada al respecto: han acudido al presidente municipal, al juez municipal, a la Fiscalía (estatal) de Justicia Indígena, a la Procuraduría Agraria (que ha estado evadiendo fijar una fecha para tratar el problema con las partes), a las comisiones nacional y estatal de derechos humanos, con el único resultado hasta ahora de que los agresores siguen tranquilamente perpetrando su agresión.
3) Lo que hace particularmente preocupante lo que está sucediendo, más allá del hecho aislado del despojo de un terreno, es que:
Se da en momentos en que crece la tensión en Chiapas, se reviven viejos conflictos y se presentan nuevas situaciones de violencia.(Venustiano Carranza, Ejido San Sebastián Bachajón, Petalcingo en Tila, Palenque y otros).
Parece que se están repitiendo los trágicos acontecimientos de 1997 que culminaron con la matanza de Acteal y que uno de los focos donde comenzaron fue precisamente el de la Col. Puebla: Agustín Cruz Gómez, comisariado y pastor presbiteriano es el mismo que, en 1997, ya siendo pastor, encabezó la agresión contra los miembros de las Abejas, varios de ellos golpeados y casi todos desplazados forzosamente. Agustín Cruz es uno de los tristemente célebres pastores que bendijeron las armas de los paramilitares.
Tampoco se puede ignorar el hecho de que esta agresión coincide con la excarcelación de los paramilitares acusados e incluso sentenciados por la masacre de Acteal y si algo se ha demostrado hasta la saciedad en Chiapas es que: la impunidad genera más violencia. En particular los hechos de la Col. Puebla se suscitaron a los pocos días de la excarcelación de Jacinto Arias Cruz, originario de esta comunidad y ex-presidente municipal de Chenalhó, señalado en su momento por la PGR como el principal promotor en Chenalhó del grupo armado que ejecutó la masacre de Acteal. De hecho, en la asamblea del 29 de abril, el comisariado Agustín Cruz Gómez anunció que aunque Jacinto no estaba físicamente presente “él está con nosotros, qué bueno que ya salió y pido un aplauso para él”.
4) Los agresores y las mismas autoridades municipales que los solapan han repetido varias veces que este es un caso de naturaleza agraria y que en un ejido la máxima autoridad es la asamblea ejidal. Nosotros sostenemos que la forma de proceder de las autoridades agrarias en la Col. Puebla de ninguna manera puede equipararse a una asamblea legítima y por eso hemos pedido la intervención de las autoridades agrarias. Pero aun suponiendo que la asamblea fuera legítima y que la mayoría decidiera despojarnos (lo cual hasta ahora no es el caso: solo participaron 140 de 426 cooperantes) no por eso dejaría de ser una violación de nuestros derechos humanos básicos, en particular el derecho de libertad religiosa y el derecho de propiedad. Las mayorías no tienen de ninguna manera el derecho de violar los derechos religiosos de las minorías que en este caso son los católicos.
5) En el fondo este no es un problema religioso entre católicos y protestantes (“evangélicos”) sino un problema suscitado por un sector de los evangélicos que tiene claras intenciones políticas. Con el resto de los evangélicos no existe ningún problema, e incluso algunos de ellos, como los del Séptimo Día, los de la Iglesia Elim y los bautistas nos han manifestado que no están de acuerdo con la agresión contra los católicos.
POR TODO LO ANTERIOR:
Exigimos a las autoridades competentes, tanto estatales como federales y municipales su oportuna intervención para frenar la agresión y restaurar la justicia y el derecho. Si insisten en no intervenir o en hacerlo de la manera facciosa como lo han hecho hasta ahora, se estarán haciendo cómplices de una situación de violencia e impunidad que recuerda demasiado lo sucedido en 1997.
ATENTAMENTE
Pbro. Manuel Pérez Gómez
Párroco de San Pedro Chenalhó
Por el Consejo Parroquial:
Pedro Jiménez Arias
Presidente
Marcela Arias Santiz
Elena Vázquez Pérez
María Guzmán Gómez
Por la Colonia Puebla:
Francisco López Santiz
Catequista
Macario Arias Gómez
Representante de la Iglesia
c.c.p. C. José Arias Vázquez, Presidente Municipal de Chenalhó
c.c.p. Delegado de Gobierno en Chenalhó
c.c.p. D. Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de San Cristóbal de las Casas
c.c.p. Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación
c.c.p. Procuraduría Agraria. Residencia en San Cristóbal de las Casas
c.c.p. Mesa Directiva de la Sociedad Civil de las Abejas
c.c.p. Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de las Casas A.C.”
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