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8 ago 2013

El fundo Chiguaihue y las tierras del Lonko Pillan

“Las Razones del Illkun: Memoria, despojo y criminalización” se llama el libro del Historiador Martín Correa y del Trabajador Social Eduardo Mella, que relata en una de sus secciones la historia del territorio en que fue asesinado el joven Mapuche Rodrigo Melinao Lican.
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Imagen: Werken Hugo Melinao de Rayen Mapu, Lof Loloko – Foto de Fernando La Voz
Fuente: Mapuexpress
Son vastas extensiones que fueron usurpadas y ocupadas por españoles, luego por colonos y en las últimas décadas por compañías forestales. Tierras que son parte del territorio ancestral Mapuche y que en forma permanente han sido reclamadas y demandadas para ser devueltas a las comunidades, tal como lo hizo Melinao, su familia y comunidad.
Dejamos para ustedes el capítulo en que este libro se refiere a esta zona:
10.4.- EL FUNDO CHIGUAIHUE Y LAS TIERRAS DEL LONKO PILLAN
En los faldeos del cerro Chiguaihue, en la comuna de Ercilla, hacia mediados del siglo XIX, existía una importante población mapuche, un lof que reconocía como autoridad máxima, como lonko, a Manuel Pillan, y que se extendía entre el río Malleco y el Huequen.
Sin embargo, luego de ser ocupado militarmente el territorio, proceso que se verifica a partir de los finales de la década de 1860, las familias mapuche son perseguidas, el antiguo territorio mapuche es hijuelado y rematado a particulares, quienes dan origen al fundo Chiguaihue. En contraste con ello, a las familias mapuche se les entrega Título de Merced, en los cuales solo les es reconocido en dominio los lugares en que tenían la ruca y los huertos familiares, despojándolo del resto, del gran territorio.
No obstante lo anterior, en la memoria de las familias mapuches el territorio antiguo continúa presente, así como continúa presente como se perdió ese territorio antiguo. Don José Garrido Marileo, comunero de Requen Pillan, la descendencia de Juan Collío, habla con las palabras de su abuelo, José Marileo Huaiquimil, de quien obtuvo la siguiente enseñanza:
“El conocimiento de nosotros es el de los ancianos, y ellos conversaban de que todo este territorio era de los mapuches anteriormente, era del río Malleco al río Huequen, y ahí comenzaron a llegar los colonos, los más macucos estos, ahí acorralaron a las comunidades, y donde los dejaron en un solo lugar le pusieron reducción, porque ahora son comunidades, anteriormente eran reducciones, Reducción Lemun, Reducción Juan Collío, y después al tiempo ya se transformó y le cambiaron nombre, ahora son comunidades, pero anteriormente todas eran reducciones, porque por no decirle que están reducidos le pusieron reducción, eso era el territorio mapuche acá, porque nosotros estábamos acorralados”. (93)
De la ocupación antigua y sostenida en el tiempo existen múltiples antecedentes, documentales, orales, incluso arqueológicos, y testimonio de ello es que “se ha encontrado harto resto de alfarería, cosas de donde hacían loza los antiguos, piedras también, boleadoras, ahí en la colinda de la fosa que hay con la Forestal Mininco y Arauco, que es ahora, que antiguamente era de particulares, en toda esa parte que está dentro del fuerte Chiguaihue hacia acá, del río Malleco hacia acá. Ahí quedan huellas de la primera expedición que hizo el ejército, hay un puente colgante ahí, unas fosas, en que se nota que ellos ahí hicieron su expedición, son lugares como para protegerse. Y si en todos estos campos no se notan muchas cosas es porque en todo este tiempo han estado en manos de los fundos, pero ahora que se está retomando se puede juntar la gente como para ir a ver esos terrenos, pero anteriormente no había mucha posibilidad de entrar, había mucha restricción para entrar.” (94)
Recordemos que esta zona, la zona de Chiguaihue, ocupaba un lugar de privilegio en las acciones militares del Ejército de la Araucanía, lo que se rescata de las mismas memorias del Ministerio de Guerra, del relato de los jefes militares, no sólo como un lugar estratégico de ocupación, sino como paso fundamental de las tropas hacia el territorio arribano, hacia la precordillera, hacia los caminos de Kilapán. Del mismo modo, desde la altura del Chiguaihue se dominaba todo el área de ocupación una vez que el Estado chileno decide adelantar la línea de fuertes y la ocupación militar del Bio Bio al Malleco, adentrarse definitivamente en el territorio mapuche.
La importancia militar del cerro Chiguaihue, sin embargo, no fue descubierta por el ejército chileno, formaba parte de la estrategia del pueblo mapuche desde antaño. José Millanao describe la importancia estratégica del cerro Chiguaihue, y señala que “…los lonkos, los que defendieron el territorio mapuche, se coordinaban con los siguientes cerros: Lonkotraro, al Este, el Currimahuida y Truwilmahuida, que eran los más resaltantes, y en los que se comunicaban con los que venían de Lumaco; los españoles cruzaban el río Malleco, la ribera del río Malleco, y llegaban al río Huequen, donde está el Vado Lirkay, donde hubieron grandes combates entre mapuches y españoles. Está entonces el Collico, Lonkotraro, el Currimahuida y Truwilmahuida… esos y el Cerro Chiguaihue eran los cerros importantes. Esos son los cerros resaltantes que tenía el `pueblo mapuche para comunicarse entre ellos y así defender el territorio. Se comunicaban a través del kull kull, y a través de cualquier medio, habían diferentes estrategias, las medidas de seguridad las planteaban los lonkos.” (95)
Sin embargo, para los mapuche además de la importancia militar y la de constituir refugio ante la invasión militar, el cerro Chiguaihue tenía, y tiene, una importancia fundamental, que va más allá, ya que es considerado “un cerro sagrado de los mapuches, ahí hacían sus rogativas, después con el winka no se podía entrar al cerro pero siempre se inclinaban hacia el cerro para hacer sus rogativas. Yo siempre veía que el finado de mi abuelo cuando hacía sus rogativas, porque los mapuches lo hacen así en forma individual de repente, se inclinaba hacia el cerro, eso yo lo vi”, cuenta don José Garrido Marileo.
chiguaihueNo sólo eso, sino que además, “Esa parte del cerro Chiguaihue es importante por su naturaleza y más por el agua, es la que da la vida a la comunidad, a todos, esa es la importancia del cerro Chiguaihue, la naturaleza, la fuerza que tienen los cerros, por las aguas, los árboles, todo eso que nace ahí, las plantas medicinales, las plantas naturales que nacen ahí, todo eso es muy importante, por eso que siempre se luchó por recuperar todo eso. En esa parte, desde un principio, empezaron la lucha los abuelos de nosotros por la tierra usurpada, especialmente en la parte Chiguaihue, ya que la parte del cerro Chiguaihue es la parte principal de toda la naturaleza de nuestras comunidades, las fuentes de agua nacen del cerro.” (96)
Todo ello fue sustraído del dominio mapuche y es adjudicado a particulares en la década de 1870. A ello se agrega el que si hasta entonces las familias mapuche participaban de un lof, la organización tradicional, a partir del proceso de radicación son divididas y separadas, dejan de colindar entre sí, y se les otorga un título de merced a nombre de un representante o requirente que no necesariamente coincidía con la máxima autoridad del área, en este caso el Lonko Manuel Pillan.
Francisco Levipan, de la comunidad de Loncomahuida, relata al respecto que “Manuel Pillan es el antiguo Lonko de acá. Nosotros lo que hemos recopilado del poco de historia que tenemos el era como un gran Lonko de todas las comunidades que están aquí, Ignacio Lemun, Juan Collío, y él era el jefe máximo de todas las comunidades, y dentro de eso han nacido varias comunidades” (97), lo que es reafirmado por Rodrigo Curipan, comunero de Chequenco, quien recuerda que de sus antiguos escuchó que “el Lonko Pillan no era de nombre Pillan sino que se llamaba Lonkopillan, era el Lonko de estas tierras ancestrales, y entonces después producto de la ocupación militar y la resistencia es que empezaron a quedar mucho más reducidas las familias, y la situación de la reducción de las tierras fue que finalmente nos involucró en un terreno mucho más chico, que era específicamente del Lonkopillan, pero las tierras eran mucho más amplia. Esto me lo contó don Rosario Mendoza Marín, y a él se lo contó su abuelo”. (98)
A Manuel Pillan, antigua e importante autoridad, no le es adjudicado Título de Merced, quizás por la misma razón de ser una autoridad respetada por el pueblo mapuche y por la amplitud de su jurisdicción, y claramente personajes de dicha estatura no entraban en los planes de una colonización a la fuerza y desconocedora de los derechos indígenas. Lo anterior adquiere niveles grotescos si vamos más allá de los testimonios de los descendientes actuales de aquellos mapuches, yendo incluso a los documentos oficiales, tan oficiales como la Carta General de Colonización, carta en la que en la Hijuela Nº 364 aparece nombrado Manuel Pillan, y no obstante ello no le entregaron Título de Merced.
Recordemos lo que señalaba al respecto Juan Pichun, werken de Temulemu,“aquellos que luchaban por mantener el territorio amplio son los que no figuran en los Títulos de Merced. Los que aparecen reivindicados en los títulos de merced son específicamente los lonkos que se vendieron o se rindieron ante el winka”.
Yendo incluso más allá, Lorenzo Curipan señala la intencionalidad que había detrás, y relata que “Según contaba el finado de mi padre, antes de nuestra generación estaba Manuel Pillan, cuando llegaron los colonos, él era el que mandaba en esta parte, después ya llegaron Collio, Juan Coli, Requen Lemun, hicieron como división de las familias, … el mismo Estado los reducía, para entregarle tierra de a poquititos, engañarlos, como lo están haciendo ahora.” (99)
En definitiva, en la antigua jurisdicción de Manuel Pillan comienzan a convivir, a partir del proceso de reducción territorial, dos realidades: las familias mapuches en títulos de merced, reducidas, sin posibilidad de acceso a los recursos que les permitían la supervivencia material y cultural, los bosques, las aguas; y los colonos, quienes se adjudicaron en remate fiscal las tierras que se sustrajeron a las familias mapuche, dando al fundo Chiguaihue, un fundo emblemático en la historia mapuche de Malleco.
¿Como se origina el fundo Chiguaihue?
Según José Eugenio Curipan, comunero de Ranquilco, “Decían que anteriormente se llegaba hasta el río Malleco por el Norte, pero empezó a llegar gente cuando llegó Collipulli, no ve que lo hicieron aquí en la Villa Chiguaihue, esa es la primera puebla que hicieron, después querían hacer el camino de rieles, no lo hallaron bueno y lo cambiaron, lo querían hacer por acá adentro, iba a salir la línea de este lado, y después como esa parte no la encontraron buena, no era firme la tierra para hacer el puente, esa parte de la Villa Chiguaihue, lo trasladaron p’allá, a lo que es el pueblo grande de ahora, Collipulli, que sale nombrado. Y desde ahí empezaron a arrinconar todo para acá, cuando llego también ese caballero McKay, ahí fue cuando a nosotros nos empezaron a arrinconar, ahí nos dejaron encerrados a nosotros acá.” (100)
Efectivamente, entre los primeros propietarios de las hijuelas que luego darán forma al fundo Chiguaihue es Juan Mackay, quien adquirió las tierras citadas en remate fiscal en el año 1897, y al decir de Lorenzo Curipan, “a mi me contaban que Mc Kay mandaba de Lolenco hasta Pidima, eso contaban los antiguos. De ahí le vendieron a Anguita, así se fueron haciendo dueños ellos después.” (101)
Así como a Mackay, también se adjudicaron hijuelas mapuches a otros particulares, específicamente la Hijuela Nº376, de la comunidad Los Loloco, a Anfión Muñoz, quien como Ministro de Obras Públicas asignó grandes extensiones de terreno a colonos en Victoria y Curacautín, accionar que a su vez le fue premiado por el Gobierno chileno con miles de hectáreas vírgenes, lo que le permitió, entre otras cosas, donar toda la madera de pellines, mañíos y araucarias para entablar las calles de Victoria, una vez fundada esta ciudad.
Es decir, bajo un manto de legalidad se formó la propiedad particular no mapuche en Chiguaihue: se parceló el territorio, se remataron las hijuelas, se adjudicaron las hijuelas, se inscribieron ante el Conservador de Bienes Raíces, y luego, sumando el conjunto de ellas, se dio forma al fundo Chiguaihue. Un clásico en cuanto a la forma de constituir la gran propiedad latifundaria en el territorio mapuche.
En la práctica, el Estado chileno entrega en las antiguas tierras del gran Lonko Manuel Pillan los siguientes Títulos de Merced:
Los comuneros de José MIllacheo Levio, “Chequenco”, 154 personas en ese entonces, fueron radicados por Título de Merced Nº 1.611, fechado el 30 de diciembre de 1908, en la hijuela Nº381 de 338 hectáreas de terreno (102); la comunidad de Juan Collio, “Requen Pillan”, fue radicada por Título de Merced Nº663, de 18 de diciembre de 1898, en la hijuela Nº364 de 375 hectáreas de terreno (103); y finalmente, la comunidad de “Loncomahuida”, en la persona de Antonio Panitrur y a favor de 92 personas, fue radicada en virtud del Título de Merced Nº 1.137 de 29 de octubre de 1906, adjudicándoseles la hijuela Nº352, de 500 hectáreas de terreno. Esta última llama especialmente la atención ya que además de que la superficie del cacique Panitrur habría sido mayor según señalan los comuneros de Loncomahuida, “se extendían hacia el norte, no alcanzábamos a llegar al río Malleco, pero se quedaba como a un kilómetro y medio” (104), es una situación contradictoria hasta en términos lingüísticos, ya que en Mapudungun, en la lengua de la tierra, ‘Loncomahuida’ significa la ‘cabeza de la montaña’, haciendo referencia a la altura del cerro Chiguaihue, que es precisamente donde se insertaron los fundos particulares, precisamente aquello que se sustrajo del dominio mapuche.
Situación especial también es la de la comunidad de Los Loloco, ya que sus familias no fueron radicadas por Título de Merced, y no obstante ello, hasta la actualidad son propietarios de la hijuela Nº376, de 715 hectáreas,la que expropiada en 1961 al fundo Chiguague, y dividida en 1984 en 37 hijuelas. Si bien la hijuela Nº376 formaba parte del fundo Chiguaihue existen antiguos y específicos antecedentes de ocupación en el área, siendo uno de ellos el que en la Carta General de Colonización de Bologna de 1917 se denomina explícitamente a la hijuela Nº376 como ‘Los Loloco’.
Al respecto el dirigente Juan Millacheo Levinao relata que ”a nosotros esas tierras las entregaron en 1961, estuvo usurpado y entonces yo tuve que reclamar esas tierras… Esas usurpaciones son de cuando los particulares empezaron a arrendar los terrenos por 90 años, ahí empezó la toma de terrenos indígenas, pero nosotros sabemos perfectamente que esas tierras son indígenas y las hemos ocupado. En el tiempo anterior José Millacheo Levio, mi abuelo, estaba a cargo de todas esas tierras.” (105)
A ello se enfrentó, y se enfrenta hasta nuestros días, la legitimidad de origen del fundo Chiguaihue. Las familias mapuche señalan que previo a la radicación ocupaban la totalidad del espacio territorial donde se asentó dicho predio, no sólo donde se encontraban las rukas, los huertos familiares, es decir, lo cercado, sino también los bosques, las aguas, los cerros, todo lo que en conjunto conformaba al hábitat mapuche, aquello que se sustrajo de su dominio. También señalan las familias mapuche del sector que nunca se desprendieron de dichos espacios, que el Estado chileno, en un acto unilateral revestido de legalidad lo declaró ‘sin ocupación’ y lo remató a los particulares que luego dieron forma al fundo Chiguaihue, pero que los mapuches nunca enajenaron sus derechos, y por el contrario, dichos derechos se han mantenido como la base de sus demandas territoriales.
No es sino por eso que desde un principio las familias mapuche del sector, conocidas por la lucha que dieron al Ejército de Ocupación de la Araucanía, se opondrán a la presencia de particulares a quien nunca les vendieron sus derechos territoriales; es también allí donde ya en la década del 30 se producen conflictos por la ocupación material del predio, entre los particulares y los mapuche, muchos de los cuales terminan en pleitos judiciales; es también el fundo Chiguaihue el primer predio tomado por las familias mapuches, incluso antes del proceso de Reforma Agraria (en el año 1961), y luego allí se forma un exitoso asentamiento, el Asentamiento Miguel Cayupan; no es de extrañar, también por lo mismo, que es el primer predio en el que se presentan elementos de ultra derecha y latifundistas armados –a fines de 1969- con el objetivo de recuperar el predio tomado; originario de Chiguaihue es el primer muerto durante la Reforma Agraria, de apellido Collío, asesinado por Ignacio Silva Correa, el dueño del predio; y también en el fundo Chiguaihue es asesinado Alex Lemun Saavedra, en Noviembre de 2002, el primer mapuche muerto de los gobiernos de la Concertación, asesinado por el carabinero Marcos Treuer en defensa de los intereses del entonces y actual propietario del fundo Chiguaihue, la Forestal Mininco.
Todos y cada uno de dichos sucesos ocupan un lugar de privilegio en la memoria histórica de las comunidades mapuche del sector, y son elementos fundamentales a la hora de plantearse las demandas territoriales y a la hora de realizar acciones para hacer efectivas dichas demandas.
Lo grave es que estos hechos no sólo forman parte de la memoria comunitaria mapuche, también lo son de los documentos oficiales, aunque de ello se haga vista gorda. A modo de ejemplo citamos lo que se lee en la Memoria del Protector de Indígenas de Malleco de 1911, Javier L. Arrieta, quien al describir la labor judicial expone que ésta es “Dificultosa por las múltiples incidencias que formulan los detentadores de tierras indígenas, amparados la mayor de las veces por tinterillos inescrupulosos”, agregando que se tramitaban en ese entonces 332 juicios, “todos de grande importancia atendida su cuantía y tendientes a recuperar para los indígenas extensos suelos ocupados indebidamente por particulares.”
Haciendo más oscuro aún el panorama, al definir la labor administrativa describe que muchos problemas pudieran subsanarse por vía administrativa, pero que eso no ocurre “porque las autoridades administrativas o judiciales de menos cuantía no tienen buena voluntad y no cumplen generalmente con su deber. De el Juez de Purén no se ha podido obtener justicia a causa de éste tener con los indígenas negocios de siembra a medias y ocupar indebidamente terrenos de propiedad indígena”, concluye en sus Memorias.
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Citas de esta sección
92 Memoria del Protector de Indígenas de Malleco, 1911, Javier L. Arrieta.
93 Chiguaigue, Ercilla, 1 de Septiembre de 2007.
94 Chiguaigue, Ercilla, 1 de Septiembre de 2007.
95 José Osvaldo Millanao Coñomil, 7 de Julio de 2007.
96 José Garrido Marileo, Chiguaigue, Ercilla, 1 de Septiembre de 2007
97 Fancisco Levipan, Chiguaigue, Ercilla, 1 de Septiembre de 2007
98 Rodrigo Curipan, Chiguaigue, Ercilla, 1 de Septiembre de 2007.
99 Lorenzo Curipan, Chiguaigue, Ercilla, 1 de Septiembre de 2007
100 José Eugenio Curipan, Chiguaigue, Ercilla, 1 de Septiembre de 2007
101 Lorenzo Curipan, Chiguaigue, Ercilla, 1 de Septiembre de 2007
102 Título de Merced Nº1611, “José Millacheo Levio”, inscrito en el Tomo IV del Registro Conservador de la Propiedad Indígena, en la página 333.
103 Título de Merced “Juan Collio”, de 1898, anotado en la pág.228, Tomo II, bajo el Nº650 del Registro Conservador.
104 Reunión “Catastro de conflictos y demandas de tierras mapuches”, Ercilla, 23 de septiembre de 1993.
105 Reunión “Catastro de conflictos y demandas de tierras mapuches”, Ercilla, 23 de septiembre de 1993.

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