En el pueblo Tukuko están todas
las lenguas que hablan del bien y del mal, incluyendo la de Nelson Sandoval,
párroco de la iglesia de la Sagrada Familia, y de su Cacique Mayor quien
originó su proceder la división y el desmembramiento de la unidad de las
comunidades de los Yukpa Irapa del Tukuko en varios otros Centros Pilotos, para
así no estar otras comunidades aledañas bajo su poder y representación. Allí en
ese poblado hacen vida algunas familias Yukpa en medio de numerosas otras
familias no Yukpa donde se mueve todos los factores y matices políticos, de
guerra, credos, ideología y negocios. De todo se encuentra en el Tukuko, por lo
tanto los conflictos entre estas familias Yukpa se debe abordar entre ellas o
entre ellas con otras familias Yukpa de otras parcialidades, o sectores. No en
una asamblea general donde pueden estar operando dentro y en sus alrededores
factores de intereses diversos oscuros desintegradores. Esto lo deben entender
los representantes tanto el Gobierno Regional como Nacional.
Es decir son las familias
Jorgito/Anane, Fernández/Romero y González/Vargas las que deben acordar qué
hacer, decidir si arrastran al resto de las familias del pueblo Yukpa a una
guerra, o por lo contrario detenerla para abrir la posibilidad de un diálogo de
paz y darse las manos en un mediano
plazo ante la mirada de los hombres del Estado gobierno, el país y el mundo.
El domingo y el lunes fueron
los días de la irresponsabilidad, la violencia, las lágrimas, la rabia y la
muerte, pero todos estos días venideros son los días grandes del diálogo pues
vienen días mejores, de paz y de construir una nueva hermandad Yukpa
convocándose todos. Y esto lo debe considerar el Gobierno de Maduro Moros como
el de Arias Cárdenas en el Zulia, es hora de mirar con otros ojos a los pueblos
originarios y al país; pues así nos ordena el Capítulo VII y el Artículo 260 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Declaración de
las Naciones Unidas de los Derechos de los Pueblos Indígenas y muchos años
antes el Convenio 169 de la OIT.
Sociedad Homo et Natura
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