Buenas noches, compañeros y compañeras de La Sexta.
Buenas noches, hermanos y hermanas.
Buenas noches a todos en general.
El tema que voy a explicarles, o sea que les voy a leer, es el mismo
tema que estaba leyendo la compañera pero dice más de los jóvenes como
zapatistas y no zapatistas.
Pero también nosotros como jóvenes zapatistas estamos enfrentando la
guerra de la baja intensidad que nos hace el mal gobierno y los malos
capitalistas. Nos meten ideas de la modernidad, como los celulares, la
ropa, los zapatos, nos meten ideas malas a través de la televisión, como
las novelas, los partidos de futbol y también en los comerciales, para
que como jóvenes estemos distraídos y no pensar cómo organizar en
nuestra lucha.
Pero nosotros, como jóvenes zapatistas, no hemos caído tanto en eso,
porque a pesar de todos esos, o sea les compramos la ropa, pero no les
compramos la ropa que son modistas, compramos ropas que son las que usan
los pobres, que es como nos ven como estamos vestidos. También
compramos zapatos pero son que es zapato así cualquiera, como usan los
pobres; no compramos zapatos de esa zapatilla que tiene esos puntos
todavía en el tacón, porque si lo compramos nosotros allá donde vivimos
hace mucho lodo, y también si nosotros lo ponemos como jóvenas nuestros
pasos que vamos a dar vamos a quedar atascado y vamos a necesitar
nuestra mano para sacarlo el zapato; igualmente no les compramos también
lo que es esas botas de piel, porque igualmente puede pasar, se puede
despegar en el lodo porque no es resistente, sí claro, compramos unas
botas pero es para trabajo, que sí va a resistir en el lodo, no
compramos ese zapato que no resiste.
Y los celulares también los compramos pero lo sabemos usar como
zapatista, que nos sirva en algo. También la televisión tenemos, pero lo
usamos para escuchar noticia, no para distraernos.
Además les compramos pero primero tenemos que regar el sudor, trabajar la madre tierra para poder comprar el que queremos.
Pero en cambio los jóvenes que no son zapatistas son los que más han
caído en esa trampa de los malos gobiernos, porque aunque no me lo crean
esos jóvenes pobres-pobres, abandonan su familia, su pueblo, se van a
chambear a los Estados Unidos, a Playa del Carmen o en otros países,
sólo para conseguir un celular, un pantalón, una camisa, un zapato de
moda. Se van porque no quieren trabajar la tierra, porque son haraganes,
¿por qué les decimos que son pobres-pobres? Porque son pobres como
nosotros, pero son pobres de pensar porque salen de sus pueblos y cuando
regresan ya traen otras malas ideas, y otras costumbres de vivir,
porque ya vienen con las ideas de asaltar, de robar, consumir y sembrar
marihuana, y al llegar en su casa dicen que ya no quieren trabajar con
el machete, que porque ya no están acostumbrados, que mejor se van a
regresar otra vez donde estaban, que ya no quieren tomar pozol, que ya
ni lo conocen qué es el pozol, y siendo que crecieron con el pozol, con
el frijol. Pero allá donde fueron se creen que no conocen comida de los
pobres, allá se creen que son hijos de ricos, pero es mentira, son
pobres como nosotros.
Pero en cambio, nosotros como zapatistas, somos pobres pero ricos de
pensar, ¿por qué? Porque aunque ponemos los zapatos y la ropa, los
celulares, no cambiamos nuestra idea ni nuestra costumbre de vivir,
porque a nosotros como jóvenes zapatistas no nos importa cómo estemos
vestidos, o cómo sean nuestras cosas que usamos, lo importante es que
los trabajos que hacemos es para el bien del pueblo, que es lo que
queremos nosotros como zapatista; que es lo quiere en todo el mundo, que
no haya mandones, que no haya explotadores, que no estemos explotados
como indígenas.
No sé si me entendieron lo que leí.
Pues era todo mi palabra y ojalá que les sirva en algo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario