Servindi.- William Alexander Oimé Alarcón, gobernador indígena
del grupo Yanacona de Río Blanco, fue asesinado el miércoles 2 de marzo
en la ciudad de Popayán, capital del departamento del Cauca, al recibir
tres disparos de bala por sujetos desconocidos.
El líder indígena de 43 años de edad era reconocido en la región del Cauca por su lucha contra de la minería ilegal de la que se lucran grupos del crimen organizado.
Pedro Rodelo Asfora, comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, anunció una recompensa de 10 millones de pesos, aproximadamente 3 mil dólares, para quien ofrezca información que permita identificar a los autores materiales e intelectuales del asesinato.
Voceros de las organizaciones indígenas condenaron lo sucedido y exigieron a las autoridades capturar y judicializar a los asesinos del Gobernador, quien también era artista y productor audiovisual.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y sus filiales en el resto del país repudiaron el asesinato al considerarlo parte de la estrategia de exterminio de dirigentes y pueblos indígenas. La ONIC demanda a las fuerzas policiales celeridad en la investigación para esclarecer el hecho y no dar lugar a la impunidad.
Carlos Maca, consejero del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) lamentó la situación e informó que los malhechores no se llevaron el dinero que el líder había retirado horas antes de un banco ubicado en el Centro de la Ciudad.
La líder indígena Aida Quilcué dijo que no se descarta un caso de sicariato relacionado con recientes labores de control que la comunidad Yanacona había realizado en el Páramo de Barbillas.
“Ellos estuvieron haciendo un ejercicio justamente hace ocho días. Consideramos que esos hechos pueden estar relacionados con ese caso (…) No creo que esté relacionado con un simple robo, es una persecución; las personas que venían con él dicen que fueron sicarios los que dispararon contra el Gobernador”, aseveró.
El gobernador indígena fue trasladado al Hospital Universitario San José, en Popayán, donde falleció a las 7:30 p,m
Según el reporte preliminar entregado por la Policía Metropolitana de Popayán, el líder indígena realizó una transacción comercial, donde obtuvo la suma de 20 millones de pesos, para luego desplazarse a pie sobre la carrera 6 del barrio El Empedrado de Popayán.
“Registrado esto, el agresor corrió una cuadra para luego abordar una motocicleta, cuyo conductor no le importó ir contravía a la hora de facilitar la huida del agresor hacia el oriente de la ciudad. El dinero que portaba quedó en el lugar, descartando que se trate de un hurto”, explicó el comandante operativo de dicha institución, coronel Jairo Hernán de la Cruz.
Mientras tanto, Alexander Oimé Alarcón cayó sobre el pavimento para luego rogar a los transeúntes que no lo dejaran morir y que lo llevaran rápidamente al hospital, como indicaron testigos.
El 26 de febrero fue asesinado Hanner Sebastián Corpus Ramos de 22 años, que vivía en la vereda Páez del resguardo indígena de Canoas.
En Playarica, municipio del Tambo, Cauca, el 28 de febrero atentaron contra la vida de Maricela Tombe, dirigente campesina, quien murió a causa de los disparos que le propinaron.
El líder indígena de 43 años de edad era reconocido en la región del Cauca por su lucha contra de la minería ilegal de la que se lucran grupos del crimen organizado.
Pedro Rodelo Asfora, comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, anunció una recompensa de 10 millones de pesos, aproximadamente 3 mil dólares, para quien ofrezca información que permita identificar a los autores materiales e intelectuales del asesinato.
Voceros de las organizaciones indígenas condenaron lo sucedido y exigieron a las autoridades capturar y judicializar a los asesinos del Gobernador, quien también era artista y productor audiovisual.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y sus filiales en el resto del país repudiaron el asesinato al considerarlo parte de la estrategia de exterminio de dirigentes y pueblos indígenas. La ONIC demanda a las fuerzas policiales celeridad en la investigación para esclarecer el hecho y no dar lugar a la impunidad.
Carlos Maca, consejero del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) lamentó la situación e informó que los malhechores no se llevaron el dinero que el líder había retirado horas antes de un banco ubicado en el Centro de la Ciudad.
La líder indígena Aida Quilcué dijo que no se descarta un caso de sicariato relacionado con recientes labores de control que la comunidad Yanacona había realizado en el Páramo de Barbillas.
“Ellos estuvieron haciendo un ejercicio justamente hace ocho días. Consideramos que esos hechos pueden estar relacionados con ese caso (…) No creo que esté relacionado con un simple robo, es una persecución; las personas que venían con él dicen que fueron sicarios los que dispararon contra el Gobernador”, aseveró.
El crimen
Testigos informaron que Oimé recibió tres impactos de bala por parte de motociclistas que lo abordaron en el centro histórico de la ciudad. Uno de los disparos fue en la cabeza, otro en una de sus piernas y el tercero en la espalda.El gobernador indígena fue trasladado al Hospital Universitario San José, en Popayán, donde falleció a las 7:30 p,m
Según el reporte preliminar entregado por la Policía Metropolitana de Popayán, el líder indígena realizó una transacción comercial, donde obtuvo la suma de 20 millones de pesos, para luego desplazarse a pie sobre la carrera 6 del barrio El Empedrado de Popayán.
“Registrado esto, el agresor corrió una cuadra para luego abordar una motocicleta, cuyo conductor no le importó ir contravía a la hora de facilitar la huida del agresor hacia el oriente de la ciudad. El dinero que portaba quedó en el lugar, descartando que se trate de un hurto”, explicó el comandante operativo de dicha institución, coronel Jairo Hernán de la Cruz.
Mientras tanto, Alexander Oimé Alarcón cayó sobre el pavimento para luego rogar a los transeúntes que no lo dejaran morir y que lo llevaran rápidamente al hospital, como indicaron testigos.
Clima de tensión en el Cauca
En el Cauca, en menos de una semana, se han registrado tres ataques, dos de ellos mortales, contra integrantes de comunidades indígenas en medio de situaciones registradas en Popayán y Santander de Quilichao.El 26 de febrero fue asesinado Hanner Sebastián Corpus Ramos de 22 años, que vivía en la vereda Páez del resguardo indígena de Canoas.
En Playarica, municipio del Tambo, Cauca, el 28 de febrero atentaron contra la vida de Maricela Tombe, dirigente campesina, quien murió a causa de los disparos que le propinaron.
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