Servindi- Las mujeres indígenas del Perú exigen el
reconocimiento expreso de sus aportes en la gestión y protección de la
Madre Tierra, participar en los procesos de consulta previa así como
participar políticamente en los diferentes niveles del Estado.
Mediante un mensaje difundido en su portal web, la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP) demandan a los candidatos y candidatas crear mecanismos para que las mujeres indígenas participen en la formulación, implementación y monitoreo de políticas, planes y programas de gobierno con enfoque intercultural y de género.
En el Día Internacional de la Mujer recordaron la necesidad de que las autoridades formulen y ejecuten programas específicos contra la violencia hacia las mujeres indígenas, tanto la institucional como la familiar.
A continuación el comunicado de la ONAMIAP:
8 de marzo, 2016.- Las mujeres indígenas somos las guardianas de los conocimientos ancestrales, las protectoras de la seguridad alimentaria de nuestras familias, las transmisoras de nuestra cultura e identidad, las hijas que mantenemos la armonía con nuestra Madre Tierra.
Sin embargo, en nuestras familias, en nuestros pueblos y en la sociedad en general las mujeres indígenas somos invisibilizadas, sufrimos violencia y nuestros derechos son vulnerados por un sistema que nos discrimina tres veces: por ser mujeres, por ser indígenas y por ser pobres.
Hace cuatro días, una lideresa indígena hodureña, defensora de nuestros ríos y territorios fue asesinada. Hablamos de Berta Cáceres, una hermana indígena que nunca se quedó callada frente al abuso y atropello de los derechos de los pueblos indígenas de Honduras. Por ello, este 8 de marzo lo dedicamos a su lucha, así como las otras luchas que se han dado y se siguen dando en el mundo.
Esta vez, el Día Internacional de la Mujer nos encuentra en un medio de una campaña electoral, decisiva para nuestro futuro cercano. Dentro de poco más de un mes, elegiremos a nuestro nuevo presidente o presidenta y a quienes nos representarán en el Poder Legislativo durante los próximos cinco años. No obstante, en los planes de gobierno de los candidatos hay un tema ausente: las mujeres indígenas y el conjunto de nuestros derechos.
Por ello, este 8 de marzo es para la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP) una oportunidad para reafirmar nuestra identidad, insistir en nuestra demanda en el respeto de nuestros derechos y exigir la equidad de género con enfoque intercultural.
Es por ello que demandamos a los y las candidatas su compromiso con:
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Mediante un mensaje difundido en su portal web, la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP) demandan a los candidatos y candidatas crear mecanismos para que las mujeres indígenas participen en la formulación, implementación y monitoreo de políticas, planes y programas de gobierno con enfoque intercultural y de género.
En el Día Internacional de la Mujer recordaron la necesidad de que las autoridades formulen y ejecuten programas específicos contra la violencia hacia las mujeres indígenas, tanto la institucional como la familiar.
A continuación el comunicado de la ONAMIAP:
Mujeres indígenas en pie de lucha por el ejercicio pleno de nuestros derechos
Por ONAMIAP8 de marzo, 2016.- Las mujeres indígenas somos las guardianas de los conocimientos ancestrales, las protectoras de la seguridad alimentaria de nuestras familias, las transmisoras de nuestra cultura e identidad, las hijas que mantenemos la armonía con nuestra Madre Tierra.
Sin embargo, en nuestras familias, en nuestros pueblos y en la sociedad en general las mujeres indígenas somos invisibilizadas, sufrimos violencia y nuestros derechos son vulnerados por un sistema que nos discrimina tres veces: por ser mujeres, por ser indígenas y por ser pobres.
Hace cuatro días, una lideresa indígena hodureña, defensora de nuestros ríos y territorios fue asesinada. Hablamos de Berta Cáceres, una hermana indígena que nunca se quedó callada frente al abuso y atropello de los derechos de los pueblos indígenas de Honduras. Por ello, este 8 de marzo lo dedicamos a su lucha, así como las otras luchas que se han dado y se siguen dando en el mundo.
Esta vez, el Día Internacional de la Mujer nos encuentra en un medio de una campaña electoral, decisiva para nuestro futuro cercano. Dentro de poco más de un mes, elegiremos a nuestro nuevo presidente o presidenta y a quienes nos representarán en el Poder Legislativo durante los próximos cinco años. No obstante, en los planes de gobierno de los candidatos hay un tema ausente: las mujeres indígenas y el conjunto de nuestros derechos.
Por ello, este 8 de marzo es para la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP) una oportunidad para reafirmar nuestra identidad, insistir en nuestra demanda en el respeto de nuestros derechos y exigir la equidad de género con enfoque intercultural.
Es por ello que demandamos a los y las candidatas su compromiso con:
- El reconocimiento expreso de nuestros aportes en la gestión y protección de nuestra Madre Tierra, el territorio comunal, diversidad biológica y soberanía alimentaria, conservación y transmisión de los conocimientos tradicionales, continuidad de nuestras culturas, enfrentamiento al cambio climático.
- Garantizar nuestra participación en los procesos de Consulta Previa y en los espacios de diálogo establecidos por el Estado en condiciones de equidad de género. Así como la participación política en los diferentes niveles del Estado, utilizando mecanismos como la alternancia de género.
- El reconocimiento de nuestros conocimientos ancestrales y sistemas de adaptación que por siglos hemos preservado y con los que le hemos hecho frente al Cambio Climático que nos afecta de manera diferenciada por nuestra dependencia de la Madre Tierra y sus recursos.
- La creación de mecanismos para que las mujeres indígenas participemos en la formulación, implementación y monitoreo de políticas, planes y programas de gobierno con enfoque intercultural y de género.
- La formulación y ejecución de programas específicos contra la violencia hacia las mujeres indígenas, tanto la institucional como la familiar. Inclusión efectiva en las políticas públicas para enfrentar este problema de un enfoque intercultural. Coordinación entre la justicia ordinaria y nuestros sistemas de justicia.
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