La
muerte del lago de Texcoco terminaría con una importante zona de
recarga de acuíferos, su función como regulador natural del agua de
lluvia y la temperatura de toda la cuenca (desastre
climático-calentamiento global) y un santuario de cientos de miles de
aves migratorias, especies endémicas de plantas y animales y tesoros
nutricionales ancestrales como el alga espirulina, el ahuautle, el
tequesquite y la sal de tierra.Significaría también:
– La destrucción del patrimonio histórico, arqueológico y cultural; la devastación de cerros sagrados y de la franja prehistórica de la ribera del lago; la pérdida de identidad, tradiciones, usos y costumbres; el rompimiento del tejido social y el exterminio de las comunidades indígenas, ejidos y pueblos originarios.
– El despojo de tierras mediante asambleas espurias y fraudulentas; desalojo con violencia; intimidación y sometimiento a través del ejército, las policías federal, estatal, municipal y grupos paramilitares como el PRI-Antorcha Campesina.
– El cambio de uso de suelo de forestal a agrícola y de agrícola a urbano y con ello la pérdida de la capacidad de producción de alimentos y la dependencia alimentaria de países extranjeros y de cultivos transgénicos.
– Un enorme deterioro ambiental y afectación para el agua subterránea en toda la zona.
Por otro lado, para el control de los bienes de la naturaleza, ya se modifican leyes y se realizan obras como el entubamiento de manantiales y la municipalización del agua preámbulos de su privatización. en nuestra región, el nuevo aeropuerto, su aerotrópolis y obras complementarias, estarían conectados a las redes municipales de agua potable, con prioridad por encima de las necesidades de la población originaria, lo que provocaría un mayor racionamiento, escasez y más altas tarifas.
– Para forzar el desplazamiento de pobladores originarios, estratégicamente se está contaminando la tierra y el agua subterránea con lodos tóxicos, desechos de materiales y basura, se están creando asentamientos irregulares y provocando un clima de inseguridad generalizada, para una vez habiéndose apropiado del territorio, llevar a cabo su saneamiento y repoblamiento con grupos externos trasplantados, de mayor capacidad económica.
– Contrario a sus declaraciones, el gobierno de México no cuenta con el dinero para: a) continuar realizando pruebas b) elaborar el proyecto del nuevo aeropuerto c) su construcción y costosísimo mantenimiento futuro; de ahí que esté endeudando de manera irresponsable al pueblo de México, firmando créditos en miles de millones de dólares con bancos extranjeros, en un momento de incertidumbre financiera global, con consecuencias para las actuales y futuras generaciones de mexicanos, como las que ya han tenido que enfrentar países como España, Grecia y argentina.
– El proyecto megalópolis de enrique peña nieto (Querétaro, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México), obedece a una política de centralización en un territorio de alta vulnerabilidad sísmica, hundimiento del suelo e inundaciones, cuya urbanización caótica (unidades habitacionales, macro-centros comerciales, zonas industriales, carreteras, rellenos sanitarios, etc.) aceleraría el colapso de la cuenca y de la propia ciudad de México.
Por lo anterior concluimos, que los trabajos hasta ahora fallidos en los terrenos del lago de Texcoco que han provocado el hundimiento de la maquinaria y un nulo avance, prueban que: la zona no es apta para un proyecto de esta magnitud y que con eficientar el sistema de aeropuertos ya existente en la región centro del país y los turísticos de Cancún-Quintana Roo Acapulco-Guerrero, quedaría resuelta la demanda de viajeros y transportación de carga por vía aérea. Pero el megaproyecto de muerte del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, no obedece a necesidades reales sino a intereses del gran capital y de los políticos que le sirven, que como en el caso de enrique peña nieto, el Grupo Atlacomulco del Estado de México y el Grupo Hidalgo de Murillo Karam y Osorio Chong, les permitiría enriquecerse y prevalecer en el poder a costa de la muerte del Lago de Texcoco y de una mayor miseria del pueblo de México; además de que su ambición de negocios les impide prever la futura sustentabilidad ambiental, de movilidad y salud de esta región, actualmente graves.
El Lago de Texcoco merece vivir, porque es el espejo de la patria; en él la nación nace y debe seguir siendo lago y sus ríos saneados para rehidratarlo, para que siga siendo el eje del equilibrio ecológico y regrese la vida a la cuenca del Valle de México.
Ruptura Colectiva (RC)
Publicado el 04 de Septiembre de 2016 en:
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