Territorio de convivencia, diálogo y negociación de la María, Piendamó 7 de septiembre de 2016.
En el resguardo indígena de la María,
Piendamó, constituimos en junio de 1.999 el territorio de convivencia,
diálogo y negociación de la sociedad civil, como aporte para que las
comunidades y población colombiana pudiéramos tener voz y decisión en la
construcción de la paz en Colombia y en la transformación política,
social, económica y cultural de un sistema que hasta ahora nos ha
querido negar y subordinar; que nos ha victimizado. Hoy 17 años después
de constituido este territorio de diálogo, de muchas luchas y procesos
organizativos, como indígenas y como sectores sociales, en este lugar,
que ya es simbólico, continuamos reivindicando nuestros derechos como
pueblos y recibimos con esperanza y alegría el “acuerdo para la
terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y
duradera”, que será firmado por las partes el 26 de septiembre, y que
como constituyentes primarios nos disponemos a apoyar y ratificar el
próximo 2 de octubre del 2016.
En los años 1999- 2000-2001 la mesa de
negociación del Caguan no vino a la María (solamente vino el alto
comisionado para la paz de ese entonces), pero en el año 2016 la mesa
de conversaciones de la Habana si viene a nuestro territorio de sociedad
civil; llega con buenas nuevas. Hoy nos hemos reunido más de cinco mil
indígenas, hombres y mujeres de diferentes pueblos, de todas las
edades, a atender la delegación de la mesa de conversaciones de la
Habana, encabezada por el alto comisionado para la paz Sergio Jaramillo
por parte del gobierno nacional y por “Marcos Calarca” por parte de las
FARC.
Después de 52 años el conflicto armado
con las FARC ha terminado. Es necesario hacer un cierre total del
conflicto armado en su conjunto; para ello debemos tener toda la
disposición y compromiso desde la sociedad civil, para que lo pactado
entre las partes tenga éxito, pero también debemos trabajar para que se
desarrolle de manera pronta el proceso con el ELN y se apliquen todos
los mecanismos previstos en el acuerdo para dar respuesta eficaz ante
acciones ilegales y violatorias de derechos humanos y lograr el desmonte
de grupos ilegales y/o sucesores del paramilitarismo.
Como Consejo Regional Indígena del Cauca
CRIC valoramos la inclusión del capítulo étnico en el acuerdo para la
terminación del conflicto. No hemos exigido prerrogativas especiales
respecto a los demás sectores del pueblo colombiano; se trata de
salvaguardar nuestros derechos diferenciales para que la implementación
del acuerdo no vaya a afectar nuestra sobrevivencia económica y
cultural, dado el alto grado de vulnerabilidad en que nos ha dejado la
historia.
Tenemos nuestro proyecto de vida y de
país como pueblos indígenas; al valorar como positivo este acuerdo, no
estamos haciendo a un lado nuestra propuesta y nuestros sueños ni
asumimos como propios los proyectos de quienes lo han firmado, llámese
Gobierno nacional, llámese FARC. Coincidimos si, en la necesidad
inaplazable del fin del conflicto armado.
Hemos planteado en esta gran asamblea
étnica y popular, además de nuestra esperanza y alegría, nuestras dudas
y temores ante el cierre difícil de un conflicto armado mayor de 50
años, pero claramente ponemos todo nuestro empeño y compromiso para
acompañar y apoyar todo lo que lleve al fin del mismo. Las dudas y
temores no son para rechazar ni para desanimar sino para diseñar
escenarios y estrategias que nos permitan actuar, en el escenario de la
pos-firma del acuerdo, de una manera tal que avancemos hacia el logro de
nuestros planes de vida y territorialidad, en la ruta de la
construcción de un nuevo país. Planteamos que la comisión tripartita
trabaje de manera inmediata con el CRIC la solución de estos puntos
críticos.
Llamamos para que hagamos del plebiscito
un hito de democracia para Colombia y un inicio para la construcción de
la paz y la convivencia. Sabemos que esa ruta la construimos con
sectores campesinos, indígenas y afrocolombianos, trabajadores de la
ciudad y el campo, en la movilización y exigencia diaria de nuestros
derechos, lo cual esperamos hacer en un ambiente sin amenazas ni
estigmatizaciones, o con uso de la violencia contra quienes así lo
hacemos.
Hemos dicho al gobierno: ya no hay
guerrilla, no sigan tildando nuestra lucha como una estrategia para
apoyar a los actores armados, ya no podrán utilizar de manera mentirosa
contra la lucha popular, políticas contrainsurgentes. Hemos dicho a las
FARC: ya se acabó la guerra, no sigan viendo a los sectores sociales que
no coincidimos, en todo o en parte, con su propuesta política, como
informantes o aliados de un supuesto otro bando; construyamos en la
diferencia y aún en la controversia. Hemos hecho un llamado común:
desterremos la violencia y las armas de la política, de la economía y de
la dinámica social.
Sabemos que sectores que actúan en el
extractivismo, la privatización de la naturaleza y el despojo
territorial se han aprovechado del conflicto armado imponer sus
dinámicas, ellos también deben ser notificados que la guerra termino y
que no podrán seguir delinquiendo.
Queremos reafirmar ante nuestras
autoridades y comunidades los compromisos globales establecidos
públicamente por cada uno de los intervinientes, delegados de la Mesa
de la Habana:
Dr. Sergio Jaramillo, alto comisionado para la paz del Gobierno nacional.
- En el capítulo étnico se definió crear una instancia especial de alto nivel con pueblos étnicos para el seguimiento de la implementación de los acuerdos, que se acordará entre el Gobierno nacional, las FARC-EP y las organizaciones representativas de los pueblos indígenas. El alto comisionado se compromete a citar un escenario, lo más rápido posible, en concurso con las FARC y los pueblos étnicos, para crear esta instancia y poder actuar sobre temas planteados por los exponentes indígenas, tales como: coordinación entre jurisdicción especial indígena y jurisdicción especial para la paz; participación en mecanismos de verificación; postulación de candidatos ante la instancia que decide los comisionados en la comisión de la verdad; programa especial de armonización para reincorporación de desvinculados de pueblos étnicos que opten por regresar a la comunidad; relacionamiento con la comisión de Implementación, seguimiento y monitoreo del acuerdo final de paz y de resolución de diferencias; relacionamiento con la comisión nacional de garantías y seguridad; programas de desminado y limpieza para el caso de territorios étnicos; participación y aplicación efectiva de la consulta previa de las comunidades y organizaciones representativas de los pueblos étnicos en el diseño y ejecución del programa Nacional Integral de Sustitución PNIS y de los planes comunitarios y municipales de sustitución y desarrollo alternativo PISDA; mecanismo especial de consulta para la realización de los Programas de desarrollo con enfoque territorial PDET.
Marcos Calarca. Delegado de las FARC.
Apoyamos y nos comprometemos con el
capítulo étnico porque es parte de nuestra convicción el respeto a los
pueblos indígenas y porque nosotros somos constructores y firmantes del
acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una
paz estable y duradera, el cual contiene dicho capítulo, y somos parte
de la comisión tripartita para el seguimiento de la implementación de
los acuerdos. La aplicación de este capítulo y del acuerdo en general se
logra planificando, evaluando, exigiendo desde cada actor, en este caso
también desde los pueblos indígenas y afrocolombianos.
Muchas de las cosas que han planteado
las comunidades indígenas aquí, como dudas o críticas, son cosas de la
guerra que no van a volver a pasar por que ésta se acabó. Las armas
salieron de la política. Aunque tenemos claro que debe terminar el
paramilitarismo en Colombia para que la guerra termine definitivamente y
ello lo contempla el acuerdo.
Vamos a ser actores de la política, a
impulsar el desarrollo socioeconómico, y tenemos claro también, que sí
vamos a actuar en una comunidad indígena, es ella, sus autoridades,
quienes colocan las condiciones.
El Consejo Regional Indígena del Cauca,
su consejería mayor, agradecemos a las comunidades, a las autoridades
indígenas, a los afrocolombianos, sectores sociales, hombres y mujeres, a
las ONG, alcaldes, representante a la cámara, a los organismos
internacionales y defensoría del pueblo, a la ONIC, regionales indígenas
y comisión étnica de paz, y a los delegados de la Mesa de la Habana,
su participación en este acto.
SÍ EN EL PLEBISCITO. CUENTEN CON NOSOTROS PARA LA PAZ, NUNCA PARA LA GUERRA
CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA –CRIC-
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